UNION: LA REALIDAD PEGA MUY DURO

Unión volvió a dejar una pálida imagen, esta vez en el norte del país, y desperdició la enésima chance a acercarse a los puestos de ascenso. A este ritmo, el equipo deberá sumar para evitar caer en el descenso.

Diario UNO | 

 Pasan las fechas y también las oportunidades. Además, el nivel demostrado por Unión desde que se abrió la segunda rueda ya empieza a preocupar. La dirigencia intentó hacer un click con el cambió de entrenador pero no pudo, con las bajas incluídas, plasmar en la cancha y mucho más en la tabla de posiciones una mejoría.

Todas las semanas de lo que único que se habla es de Independiente y su pésimo momento. Pues el Tatengue no va en zaga con tareas realmente para el olvido y de pésima factura. Ya no son flojos los partidos que protagoniza el elenco rojiblanco en el 15 de Abril, sino que cada vez que juega como visitante las opacas faenas se suceden en cantidad.

Lo que se vio en Jujuy no es otra cosa que a un elenco partido, sin ideas, que salvo algún tiro de Bruna o Alemán desde lejos, no produjo nada para inquietar a la defensa jujeña. Unión sufre en cada pelotazo cruzado, le llegan fácil por las bandas, no tiene contención y mucho menos puede poner en juego a los delanteros.

La encomiable entrega de Sebastián Palacios es muy poco para una formación que arrancó el año con altas pretensiones y se va desdibujando en cada territorio.

Refuerzos que no sumaron
A esta altura del campeonato hay que decir que de ninguna manera Madelón contó con la ayuda de los nuevos. Leonardo Sánchez venía de estar parado porque no lo tenían en cuenta en Argentinos Juniors (hacía allí fue Diego Barisone por ejemplo que no fue tenido en cuenta por el anterior cuerpo técnico). El Flaco en cada presentación demuestra que está en un nivel muy pobre y con permanentes desacoples junto al compañero de zaga que le toque. El gol frente a Talleres es nada a lo que pretenden todos de un defensor con experiencia.

Alejandro Gagliardi todavía no puede ponerse a punto físicamente. Se lo nota lento en sus movimientos, va pero vuelve tarde y deja un hueco importante. Si fue contratado por su talento o el de hace unos años, esta versión es una sombra del mediocampista que pasó por Instituto.

En cuanto a Diego García, también arrancó como titular pero fue el primero que pagó por las bajas actuaciones. Viniendo desde el banco sumó un puñado de minutos. También aquella conquista frente a Villa San Carlos. Otro de los tantos que llegaron a este plantel sin rodaje en su equipo anterior.

Mirar para abajo
El discurso que tienen en Unión de trabajar y pelear viene bárbaro, más aún cuando se ganaron dos partidos de los últimos 17. Si el Tate continúa pensando en el resto de los que pierden puntos, definitivamente cada partido que viene es importante para sumar en pos de engrosar el promedio. Hay una alerta que no se encendió totalmente pero a este ritmo tranquilamente puede hacerse a la brevedad. Un plantel metido en un tobogán, que está 14º en la tabla, desde lo matemático a ocho puntos del último que asciende pero a nueve del penúltimo (Almirante Brown).

En esta temporada descienden cuatro a la B Metro y Argentino A, si la AFA decide mantener la misma estructura en los torneos nacionales. Los rojiblancos están 15º en la tabla que nadie quiere ver. Aldosivi y GyE (J), con tres campañas, deberán seguir por este camino si tienen ilusiones de quedarse.

Pero el resto también juega: Talleres volvió a quedarse sin DT, Villa San Carlos se irá dignamente de la divisional, Almirante Brown cada vez esta peor, Douglas Haig sube, Independiente Rivadavia empezó a caerse. Quedan Brown (A) y Belgrano (SF). En el medio de todos está Unión, con hasta ahora, 37 puntos insuficientes que deberán ser más a futuro.