Viven en Entre Ríos 1253, donde tras un corte de luz el servicio volvió con 400 voltios en lugar de 220 y quemó todo. Estuvieron sin ascensor durante 14 días y diez jornadas sin luz.
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El consorcio de un edificio de diez pisos de Entre Ríos 1253 resolvió iniciar una demanda por los daños que sufrieron en la bombas de agua, ascensores y luminarias, como consecuencia de los cortes de energía. Allí, y tras un extenso apagón, la luz volvió con 400 voltios en lugar de 220 y dejó un tendal de inconvenientes dentro y fuera de los departamentos. Entre ellos, diez días sin servicio y catorce sin el preciado elevador.
El caso parece ser la punta de lanza de una tendencia: los perjudicados por cortes masivos y aparatos quemados toman la decisión de llevar el tema a la Justicia. La última vez que se sancionó a la Empresa Provincial de la Energía (EPE) fue hace diez años, cuando la Dirección de Comercio Interior de la provincia le aplicó una multa de 20 mil pesos.
Así, los vecinos de Entre Ríos al 1200 se envalentonan. "Habrá una presentación del edificio en su conjunto, defendiendo nuestros intereses. La haremos después del 5 de febrero", explicó Juan José Terán, sufrido y perjudicado habitante del lugar.
El hombre dijo que, además, ya está en curso un reclamo administrativo ante la EPE. El inmueble tiene 10 pisos, una antigüedad de ocho años, y allí viven varias personas mayores.
El estallido. El 27 de diciembre, cuando los preparativos para fin de año estaban cobrando más impulso, Norma Terán vio como las luminarias del baño destellaban de una forma superlativa. Le llamó la atención y salió. Al volver, la situación había cambiado fuera y dentro de su departamento.
El encargado de la limpieza estaba asustado. El tablero eléctrico del edificio había explotado y en poco tiempo empezaron a percibir los daños. "Había fallado un neutro de provisión de energía (el centro de Distribución está en Buenos Aires y Mendoza) y en lugar de los 220 llegaron 400 voltios", relató la mujer.
El efecto neutro tuvo lo suyo. En los espacios comunes del edificio no quedó una lámpara, el delicado mecanismo electrónico del ascensor se dañó y por supuesto, se quedaron sin agua.
Esa misma noche partieron hacia un hotel cercano, al igual que muchos de sus vecinos. Al día siguiente, los familiares les hicieron un lugar para esperar los diez días sin luz y cuatro más sin ascensor.
En el departamento, además de las lámparas led que se inutilizaron, quedó fuera de acción el DVD, el programa de lavado del lavarropas y afectada la heladera. "Tuvimos que sacar cinco mil pesos de donde fuera para pagar todos los arreglos", explicó Juan José.
Según la familia, hubo historias de todas los tonos dentro del edificio. Personas de 80 años bajando y subiendo escaleras de emergencia y otros subiendo varios pisos con baldes con agua que traían desde la estación de servicio de la esquina. En todos los departamentos había pasado un tsunami por los artefactos.
La defensa. "Al no existir una instancia de reclamo creíble y ágil que dé respuesta al usuario, muchos están optando por la vía judicial", explicó el portavoz del Centro de Estudios Sociales y Acción Comunitaria (Cesyac), Juan Marcos Aviano. Y dijo que como lugar de recepción de las quejas y los reclamos de los vecinos, "se prevé que esa opción se profundizará".
Otro lugar que levantó temperatura es la zona de 9 de Julio y San Martín. Allí, un usuario decidió llegar en forma individual ante la Justicia apenas concluya la feria, y lo hará con el patrocinio de Cesyac.
La organización también acompaña a vecinos de la misma zona en un reclamo administrativo a través del cual le piden a la EPE un par de respuestas. Sencillas, nada complejas, pero definitorias para ver qué procedimiento deben seguir: quieren saber cuál es el problema de ese lugar en particular y por supuesto, que se le encuentre una solución a los extensos cortes de 24 y hasta 36 horas, tal como les sucedió antes de Navidad.
Más al sur de la ciudad, en Vera Mujica al 4000, entre Doctor Rivas y Centeno, la inquietud de los vecinos también se va convirtiendo en reclamo formal. Sobre todo por los comerciantes que estuvieron 72 horas sin luz, dentro del periodo del 14 de diciembre al 8 de enero de 2014, lapso que se fijó para el resarcimiento en las facturas.
Desde el complejo de viviendas ubicado sobre Biedma, entre Dorrego e Italia, también crecieron las consultas sobre cómo dotar de algún formato más contundente a los reclamos. A tres cuadras de este sitio, en la semana hubo un piquete que incluyó la retención de un operario de la EPE, pero las personas que llegaron al Cesyac no formaron parte de esta manifestación.
Para la organización que reclama la aprobación de un marco regulatorio de la EPE, cuyo tratamiento debería encarar el Senado durante las sesiones extraordinarias, al no existir un ente de control, los usuarios están buscando caminos más específicos en la defensa de sus intereses.
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