Cáceres llegó al club de la mano del Tata y se convirtió en un jugador valioso. Y sustentado en buenos rendimientos logró convertirse en titular indiscutido del equipo.
.La Capital |
Marcos Cáceres no duda: “Uno se crea metas y objetivos y mi gran sueño es ganar la Libertadores. Y seguir aspirando a cosas nuevas. El año pasado estuvimos cerca de la Copa y se nos escapó. Es lindo encontrar un grupo como el que tenemos y que cuenta con una base que se mantiene más allá de que se fueron un par de compañeros. El estilo se mantiene y es valorable que el grupo tenga objetivos como lo estamos haciendo”. Así, sin demasiado protocolo, el defensor paraguayo comienza el relato de su pensamiento.
Cáceres llegó al club de la mano del Tata Martino y se convirtió en un jugador valioso en el fondo leproso. Y sustentado en buenos rendimientos logró convertirse en titular indiscutido del equipo.
Lo máximo a lo que aspira un jugador es un título. Y lo consiguió con la rojinegra. Hoy está enfocado en otra historia que comenzará a escribirse los primeros días de febrero con torneo y Copa. “Estamos abocados a prepararnos de la mejor manera para afrontar este lindo desafío”, sostiene.
Mientras se prepara para lo que viene también navega en su memoria para buscar el archivo de lo que dejó el torneo pasado y encontrar los motivos por los cuales el equipo no logró el bicampeonato. Y lo físico fue uno de los puntos que incidió en el rendimiento de acuerdo a su pensamiento. “Al final del torneo físicamente nos faltó un poco y eso puede ser consecuencia de la falta de una pretemporada. La que estamos realizando es muy buena para ponernos a punto de cara a todo lo que viene, que será muy difícil”, analiza tras cumplirse la etapa en Mar del Plata.
Cáceres admite que su juego de proyección al ataque no fue tan frecuente en el último torneo por un aspecto físico, pero “también por una cuestión de equipo, donde no teníamos tanta posesión de pelota y corríamos de más y presionábamos mal. Y eso desgasta. También nos acompañaron las lesiones y no se pudo terminar de jugar siempre y eso te saca ritmo. Lo bueno es que son situaciones que son consideradas en una pretemporada”.
—¿En qué cambió el Cáceres de antes de Newell’s al actual?
—Llegué a un equipo ordenado, con un sistema que te favorece para recuperar y después acompañar en el ataque. Hay compañeros que hacen simple el juego.
—¿Qué te genera que todo el mundo hable y destaque el juego del equipo?
—Es un orgullo. En el fútbol argentino no se ve y en el sudamericano cuesta encontrarlo.
—¿Podrán afrontar la doble competencia?
—Sí, hay que trazarse bien los objetivos y no llegar a desviarse de esa meta.
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