El Litoral
Ayer, un grupo de remiseros se movilizó al municipio y entregó un petitorio reclamando por más controles para detectar la presencia de transporte ilegal en las calles de la ciudad y por el elevado costo de las multas que reciben, entre otros puntos.
Después de la protesta, el secretario de Control de la Municipalidad, Ramiro Dall’ Aglio, aseguró a El Litoral que están abiertos al diálogo pero “de ninguna manera vamos a flexibilizar los controles porque el transporte público es un tema central de la política de control que llevamos adelante, porque es un servicio para el conjunto de la ciudadanía”.
Dijo que los remises ilegales son una “preocupación central y el foco número uno de los operativos”. Y respaldó esta declaración con los números del último año sobre la mesa: en todo 2013, el 51,7% de las actas de infracción que se hicieron a remises correspondieron a los ilegales. La segunda causa de infracción, con un 32,3%, son los choferes no inscriptos, es decir cuando detectan a conductores que no están habilitados aunque el vehículo sí lo esté. Y la tercera, un 8,6%, “es otro reclamo histórico del sector”: la llegada de remises de extraña jurisdicción, que vienen a la ciudad desde Arroyo Leyes, Santo Tomé o Paraná y levantan pasajeros acá, lo cual no está permitido y supone una competencia desleal.
“Estos datos muestras que el 60% de las multas que hicimos a remises el año pasado fueron a los que no se ajustan a la legalidad del subsistema”, esgrimió el funcionario.
Multas más caras
Pero hay otro punto que generó malestar en el sector y motivó también la movilización de ayer. En diciembre pasado, el Concejo Municipal modificó la ordenanza Nº 7.882, que regía desde hace más de una década y puso a los remises en las mismas condiciones que los taxis y los colectivos respecto al valor de las multas.
Al tratarse de servicios públicos que transportan pasajeros, las infracciones que cometen colectiveros, taxistas y ahora remiseros tienen un costo del 100% más que un conductor ordinario. En el caso de los transportes escolares es del 200% más. Durante la última década los remiseros estuvieron exceptuados de este mayor costo “y es un acto de justicia para con los otros subsistemas del transporte público que estén incorporados”, aseveró Dall’ Aglio.
Respecto a los montos, hay categorías distintas según la gravedad de las infracciones. El mínimo se aplica por ejemplo a un mal comportamiento del conductor y cuesta unos 500 pesos; equivale a 50 UF (Unidad Fija que ata el valor de las multas al del litro de nafta súper). Con una multa media se sanciona a un chofer no inscripto y tiene un costo de unos 2.000 pesos (200 UF). Y las dos más altas corresponden a un remís ilegal, con un monto cercano a los 8.000 pesos (800 UF), y a los que provienen de extraña jurisdicción, que deben abonar unos 9.000 pesos (900 UF).
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