"La diálisis es un negocio". Así lo señalaron desde la Asociación de Deportistas Trasplantados de Santa Fe (Detsa). Aseguran que en los centros de salud privados de la provincia, muchas veces, no se cumple con los requisitos que indica la ley, y aseguran que la provincia no controla.
En Santa Fe, cerca de dos mil pacientes con problemas renales se dializan periódicamente. Desde la Asociación de Deportistas Trasplantados de Santa Fe (Detsa) aseguran que los centros privados de diálisis no cumplen con algunos de los requisitos de la Ley Nacional ni con el decreto provincial que adhiere a ésta. Por eso, hicieron responsable al Ministerio de Salud, que "no los controla". Martín Palamedi, presidente de Detsa, aseguró que la situación se da porque "la diálisis es un negocio" y puntualizó que cada sesión cuesta entre mil y mil doscientos pesos. El dato cobra relevancia frente a la necesidad de que cada paciente asista al centro por lo menos tres veces por semana. Entre los reclamos, planteó que no se cumple con el espacio físico para cada paciente. En tanto, el director de Auditoría Médica del Ministerio de Salud, Jorge Prieto, aseguró que no existen denuncias de pacientes sobre los centros privados ni servicios de diálisis con internación, e invitó a la ONG a especificar las denuncias sobre los lugares privados, que deben ser regulados por el Colegio Médico. Dijo que el último informe que le llegó de los Colegios no arrojó irregularidades, pero aclaró que la presencia del ente de control no es diaria, por lo que "puede haber incumplimientos".
"La ley establece un espacio de seis metros cuadrados para cada máquina?paciente, sin embargo luego de ser habilitados con esa estructura, los centros de diálisis comienzan a agregar máquinas y se disminuye el espacio, pero aumentan los pacientes por sesión, por ende aumentan los ingresos", graficó. "Que hagan negocios, pero que brinden el servicio que corresponde", reclamó Palamedi.
Por su parte, el director del Centro Unico de Donación, Ablación e Implante de Organos (Cudaio), Pablo Maidana indicó que si bien la situación "preocupa", ese organismo perteneciente a la cartera sanitaria, está trabajando para evitar el avasallamiento de los derechos de los pacientes. Se trata de buscar una agilización en la inscripción a la lista de espera para un trasplante de riñón. "Pasamos de tener una demora de 490 días, a hacerlo en 90", dijo.
Palamedi insiste: "Hay cuestiones sanitarias que son tierra de nadie"; y aseguró que en una reunión con Prieto éste "reconoció la situación y asumió el compromiso de tomar cartas en el asunto, pero eso fue en enero y a la fecha no hemos visto que se realicen auditorias en los alrededor de 43 centros de diálisis de la provincia. Todo sigue igual, hoy esos lugares violan artículos de la ley Nacional de Diálisis y del decreto provincial". El incumplimiento, significa "un gran riesgo para la vida de los pacientes que se someten al tratamiento".
Prieto negó que existan denuncias de pacientes e invitó a Palamedi a trabajar conjuntamente. "Tenemos centros de diálisis, habilitados por los Colegios de Médicos de Rosario y Santa Fe, que son los que no requieren internación de los pacientes; el resto se llaman Servicios y funcionan dentro de instituciones con internación. La ley de Auditorías Médicas tiene una durabilidad de tres años para hacer la fiscalización total para alcanzar la renovación", detalló el funcionario.
Para Palamedi, el Estado "es cómplice" de las irregularidades. "Su obligación es supervisar. ¿Si hay alguien que paga y otro que cobra, cómo puede ser que esto sea tierra de nadie, cómo puede ser que nos informen que el ministerio no cuenta con los recursos para realizar dicho control, como puede ser que el doctor Prieto esté esperando que Detsa le envíe una nota informándole cuáles son los artículos que se están violando para tomar cartas en el asunto? Estas empresas privadas que realizan un gran negocio con la salud", lamentó.
Al mismo tiempo, Palamedi se refirió a los pacientes en lista de espera para trasplante. "De los casi dos mil que están en diálisis en Santa Fe, solo 480 están inscriptos en la lista de espera del Incucai, y el resto qué tiene que pensar?". Sin embargo, Maidana aseguró que el Cudaio "está trabajando para reducir el tiempo de inscripción en la lista de espera, cuyo proceso es complejo, y que se llegó a disminuir considerablemente la cantidad de días, en el último año". Y agregó: "Estamos trabajando enérgicamente en mejorar la procuración y hay buenos resultados en las donaciones".
Entre otros puntos de incumplimiento, Palamedi mencionó el tema del espacio físico como una gran preocupación, también habló de los traslados para dializar pacientes. "Deben hacerse con equipos y unidades de traslado especiales, pero lo que se está haciendo es meter a tres pacientes en un remís y llevarlos apretados y sin cuidados al centro de diálisis, cuando muchas veces, los traslados son de una localidad a otra". Prieto aclaró que el modo de traslado es recomendado por los médicos, según el estado del paciente.
Palamedi también apuntó a los profesionales de enfermería: "Deben ser técnicos en diálisis, pero eso no sucede; además deben trabajar con tres pacientes cada uno, para controlar el tratamiento correctamente, pero eso tampoco se cumple porque hay uno cada cinco pacientes".
En cuanto a los materiales y elementos, dijo que "los dializados están cada y vez más pegados a la máquina porque, en algunos centros, las mangueras son cortas y no hay un espacio adecuado. Se reducen muchos costos, con menos calidad".
Sumado a esto, Palamedi aseguró que la asociación sale a hacer estos reclamos porque "los pacientes tienen miedo de hablar. No pueden dejar de ser dializados. Pero es el Ministerio el que tendría que estar parado en la puerta de cada centro de diálisis".
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