PARTE DE LA AYUDA QUE LE ACERCARON A MICAELA.
La semana pasada, Diario UNO de Santa Fe relató en sus páginas las necesidades que atravesaba Micaela, una nena de 12 años, del barrio Villa Oculta de la capital provincial, que fue mamá de mellizas en diciembre pasado. Sin datos que incentiven el morbo popular, ni precisiones que pudieran afectar el bienestar psicológico de la niña madre o vulnerar sus derechos, la nota sólo buscaba ser vehículo de difusión para saldar al menos algunas de sus carencias. El objetivo se cumplió.
El día que se publicó la noticia, más de 90 personas –entre ellas medios de comunicación de todo el país– se comunicaron al número telefónico publicado para ofrecer ayuda. Ayer, en diálogo con el matutino, José Luis Zalazar, coordinador del Movimiento Los Sin Techo –entidad que desarrolla su tarea solidaria en el lugar–, expresó: “Micaela está bien, por suerte siempre se mantuvo fuerte y sin problemas de salud, al igual que sus bebas. Están sanitas, cuidadas, mimadas”.
“Después de la nota de Diario UNO, comenzaron a llegar colaboraciones de toda la provincia e incluso de otros lugares del país. La noticia tuvo alcance nacional, porque nos llamaron de otros medios para conocer la situación de Micaela. Llegó ayuda hasta de Jujuy”, contó Zalazar.
A medida que llegaron los pañales, los colchones, cuna, leche, ropa para las bebas; los integrantes del Movimiento acercaron las donaciones a la vivienda de la niña. Mica vive junto a su mamá, sus hijas y todos sus hermanos en una sencilla casa que reemplazó el rancho que habitaban. Fue un esfuerzo conjunto entre la ONG, el gobierno provincial y el municipal.
El domicilio consta de una cocina comedor, un baño y una habitación. Con ello se vincula una de las buenas noticias que en cuestión de horas llegará a la niña madre y su familia: “Un grupo de familias católicas ofreció colaborar para construir una pieza más. Los Sin Techo pone la mano de obra y el grupo mencionado los materiales para edificar”, anunció Zalazar.
Las familias que prestarán esta ayuda se reunieron el viernes con el coordinador general de Los Sin Techo, José Luis Ambrosino, para acordar los detalles necesarios para ampliar la vivienda antes de que lleguen los primeros fríos.
“Micaela tiene 12 años y está recibiendo pañales, ropa de bebés, cuna. Es muy difícil asimilar esa situación; pero sin dudas que la manifestación de afecto que dio tanta gente, la solidaridad, las ganas de hacer algo, es muy importante. Patricia, su mamá, se sorprendió muchísimo y estaba muy contenta y agradecida por toda la ayuda que llegó”, explicó Zalazar.
“La gente salió a ayudar, a resolver un problema serio de otra persona. Se involucró, que es lo que se necesita. El caso de Micaela es puntual, no es común ni normal. El fondo de la cuestión es la marginalidad, sentirse despreciado por la sociedad que los condenó a vivir en ranchos. Es la situación de no poder entrar al partido que juegan todos. La necesidad de las mellizas se prolonga a la de todos los chicos que viven en la marginalidad. Necesitan útiles, mochilas, guardapolvos”, describió el coordinador de Los Sin Techo.
Y como si fueran pocas las carencias mencionadas, Zalazar continuó: “Nos piden continuamente colchones, porque quien vive en un rancho los pierde en cada lluvia. Basta pasar por los barrios marginados después de una tormenta para ver todos los colchones tendidos al sol, esperando que se sequen un poco. Hay muchas situaciones. Una señora, por ejemplo, en el terraplén, tiene una traqueotomía, está muy enferma, y duerme en el suelo. Como ella, hay un montón. La marginalidad existe todos los días. Colchones y camas se necesitan en el 80 por ciento de los ranchos, todos los días”.
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