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viernes, 13 de abril de 2012

SANTA FE: “Mi hija vivió un espanto, este tipo tiene que quedar preso”

Lo dijo la mamá de la joven que el miércoles fue abusada por un delincuente cuando asaltó el local donde ella trabajaba en la peatonal santafesina. Una prima de la víctima contó cómo fue su encuentro con el agresor.

Faltaban minutos para que los negocios de la peatonal San Martín abrieran sus puertas, cuando una columna de más de 50 personas ingresó a la zona comercial. Los aplausos y los gritos por justicia, resonaron entre los edificios del microcentro santafesino y durante la marcha –que se movilizó desde barrio Sur hasta Legislatura, Casa de Gobierno y que llegó hasta el negocio donde sucedieron los hechos– se conocieron escalofriantes detalles del episodio que sufrió la joven de 23 años.

“Ella todavía no quiere hablar mucho de lo que le pasó, está en estado de shock. No quiere ni volver a pisar la peatonal”, contó ayer su mamá, Lorena, al cumplirse poco más de 50 horas del asalto y violación que sufrió la víctima dentro de un local de ropa ubicado en calle San Martín al 2.100. Sin embargo, Diario UNO acompañó el recorrido de los familiares y allegados de la joven quienes aportaron datos sobre sus conversaciones con la víctima que permiten reconstruir el hecho.

El martes a las 12, la joven acordó con su prima y el novio de ésta que cuando terminara su jornada laboral, a las 12.30, la pasen a buscar. A las 12.15, entró al negocio un muchacho, que le preguntó a la joven por unas camisas, le dijo que las había visto el día anterior. Cuando la joven fue al mostrador a mostrarle la mercadería, el hombre sacó una cuchilla y la amenazó: “Si hacés lo que yo te digo no te va a pasar nada”. La ató de pies y manos y la llevó al fondo del local, donde hay un galpón. El miedo inmovilizó a la víctima. La obligó a arrodillarse, le bajó la calza y la violó.

“Nosotros llegamos al local a las 12.25 aproximadamente. Entramos, y estaba este muchacho que se hizo pasar por el dueño. No estaba nervioso ni nada, acomodaba un maniquí. Cuando le pregunté por mi prima me contestó: «salió a hacer un mandado», hasta me dijo el nombre de mi prima. Salimos a fuera y decidimos esperarla en la puerta. A los pocos minutos, este hombre salió del local con una bolsa de consorcio azul, cerró con llave el local y se fue. Nos quedamos esperando un rato hasta que en un momento la vimos a través de la vidriera, que ella venía saltando desde el fondo y a los gritos. Ante la desesperación, mi novio rompió el blindex para sacarla”, contó la joven.

Fueron ellos quienes dieron aviso a la policía, avisaron al resto de la familia y trasladaron a la joven al hospital. Ayer, ya había vuelto a su casa, pero su estado emocional continúa siendo muy crítico. “Esto no termina acá para mi hija, psicológicamente está muy afectada, y además, tenemos que esperar seis meses para determinar si no sufrió algún tipo de contagio. Le destruyó la vida a ella y a toda la familia. Mi hija es muy fuerte y va a salir adelante, pero este tipo no puede estar libre. ¿Qué hacía en la calle con los antecedentes que tiene?, quiero que quede preso para que ninguna otra chica y ninguna otra familia tenga que pasar por el horror que estamos viviendo nosotros”, finalizó Lorena.

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