Se trata de Stella Slauvinenn,
quien contó en una radio local cómo fueron los momentos vividos en la
trágica mañana del miércoles. “Su rostro mostraba tristeza”, lanzó la
mujer sobre Graciela Dieser.
La mujer que intentó salvar a Graciela Dieser y que fue llamada
desesperadamente por su hijo Franco, relató a una radio local lo vivido
en la trágica mañana del miércoles. “Fue un momento muy difícil”, dijo
Stella Slauvinenn, quien reconoció que la mujer era una persona muy
“respetuosa y educada, pero que su rostro mostraba la tristeza que traía
desde hacía algunos años".
Slauvinenn relató qué pasó en el departamento del cuarto piso de calle Sarmiento. Según contó, a las 9 de la mañana el hijo de Graciela llegó a visitarla como todos los días, pero se encontró con un panorama desolador. La madre del joven estaba tirada en la bañera con débiles signos vitales.
Junto con Stella la llevaron hasta la cama y convocaron al servicio de emergencia. “Llegó el médico, que hizo un trabajo impecable para reanimarla y en un momento me preguntó si “había algo más”, porque él encontraba mucho líquido en los pulmones y le respondí que la habían sacado de la bañera, entonces me contestó que “ahora le cerraba” y ahí empezaron a hacer una extracción de líquido de los pulmones”, declaró Stella al periodista Oscar Demonte en radio San Patricio de Rafaela. La primera información que había recibido el profesional, en medio de tanta desesperación, era que la mujer había tomado barbitúricos y se había quedado dormida en la bañera, pero sin estar bajo el agua.
Stella fue la segunda persona en ver a Graciela en el dramático estado luego de que su hijo adoptivo Franco llegase hasta el departamento de calle Sarmiento. “Signos vitales tenía, muy débiles, para mí, vida tenía”, lanzó Stella. No obstante, reconoció la labor de los médicos que llegaron hasta el lugar y contó que Franco se descompuso en dos oportunidades por el estado de la situación.
Pese a que muchos vecinos del lugar relataron a UNO Rafaela que Graciela no era reconocida como “la madre de Natalia” y hasta pasaba desapercibida a la vista de los rafaelinos, Stella relató que no era amiga de ella. “Teníamos excelente relación y era una persona muy amable. Si bien siempre trataba de esbozar una sonrisa en su rostro, en sus ojos se veía la tristeza que venía acarreando desde hacía muchos años”. “Era muy tierna, de muy poco hablar”, dijo Stella, notablemente consternada por lo sucedido el miércoles a media mañana.
Slauvinenn relató qué pasó en el departamento del cuarto piso de calle Sarmiento. Según contó, a las 9 de la mañana el hijo de Graciela llegó a visitarla como todos los días, pero se encontró con un panorama desolador. La madre del joven estaba tirada en la bañera con débiles signos vitales.
Junto con Stella la llevaron hasta la cama y convocaron al servicio de emergencia. “Llegó el médico, que hizo un trabajo impecable para reanimarla y en un momento me preguntó si “había algo más”, porque él encontraba mucho líquido en los pulmones y le respondí que la habían sacado de la bañera, entonces me contestó que “ahora le cerraba” y ahí empezaron a hacer una extracción de líquido de los pulmones”, declaró Stella al periodista Oscar Demonte en radio San Patricio de Rafaela. La primera información que había recibido el profesional, en medio de tanta desesperación, era que la mujer había tomado barbitúricos y se había quedado dormida en la bañera, pero sin estar bajo el agua.
Stella fue la segunda persona en ver a Graciela en el dramático estado luego de que su hijo adoptivo Franco llegase hasta el departamento de calle Sarmiento. “Signos vitales tenía, muy débiles, para mí, vida tenía”, lanzó Stella. No obstante, reconoció la labor de los médicos que llegaron hasta el lugar y contó que Franco se descompuso en dos oportunidades por el estado de la situación.
Pese a que muchos vecinos del lugar relataron a UNO Rafaela que Graciela no era reconocida como “la madre de Natalia” y hasta pasaba desapercibida a la vista de los rafaelinos, Stella relató que no era amiga de ella. “Teníamos excelente relación y era una persona muy amable. Si bien siempre trataba de esbozar una sonrisa en su rostro, en sus ojos se veía la tristeza que venía acarreando desde hacía muchos años”. “Era muy tierna, de muy poco hablar”, dijo Stella, notablemente consternada por lo sucedido el miércoles a media mañana.
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