Los problemas de convivencia entre el FPCyS y el PJ llevaron a la Cámara de Diputados a no sesionar. La oposición amenaza con no volver al recinto hasta que el Frente Progresista tenga quórum propio.
Los diputados justicialistas decidieron no volver a sesionar hasta tanto el oficialismo, ya sean sus pares del FPCyS como el Poder Ejecutivo, cumpla con una serie de exigencias que se buscan imponer. Algunos puntos requeridos, como la reglamentación de más de media docena de leyes y la contestación de 250 pedidos de informes, forman parte de las injustificadas demoras de la Casa Gris, lo cual provoca interferencias en las negociaciones parlamentarias, pero también aparecen reclamos difíciles de complacer para que el PJ retorne a la brevedad al recinto de la Cámara baja. Como primera medida, el PJ se autoimpuso no dar quórum si el Frente Progresista, Cívico y Social no lo consigue con sus propios legisladores. En tal sentido, el diputado kirchnerista Luis Rubeo argumentó que “es responsabilidad” del oficialismo garantizar el número suficiente de miembros para sesionar, pero el socialista Raúl Lamberto contestó que ese compromiso institucional es de todos los bloques y recordó que la coalición gobernante sólo tiene 26 integrantes, que es el mínimo necesario para dar quórum. Así, en caso de que un diputado del FPCyS falte por enfermedad o por problemas personales, será imposible el trabajo legislativo –en el recinto o en las comisiones– porque la oposición no se sentará en sus bancas. La decisión del peronismo es legal pero no deja de sorprender por los visos extorsivos que establece, ya que el punto final del documento que presentaron para justificar la disposición política dice: “Recomendamos al señor gobernador electo, Antonio Bonfatti, realizar todos los esfuerzos que sean necesarios a fin de evitar cometer los mismos errores incurridos por la presente gestión”. El mencionado texto se titula “Binner le pide a la Nación el diálogo que niega en la provincia de Santa Fe a sus socios y a la oposición”, con el cual el PJ se queja del trato que reciben del actual mandatario y, de paso, mete la cuchara en las diferencias internas entre socialistas y radicales. A su vez, estos diputados justicialistas del reutemanismo, obeidismo, kirchnerismo, UPCN y el PRO buscan marcar agenda de temas propios para retomar la negociación con el Ejecutivo, caso contrario, advirtieron que hasta el cambio de autoridades el 11 de diciembre no volverán al trabajo. Respuestas a la ciudadanía “En virtud a la escasa predisposición al diálogo puesta de manifiesto por el señor gobernador Hermes Binner para debatir los temas que consideramos prioritarios a la hora de fijar políticas de Estado en beneficio de los ciudadanos santafesinos, le solicitamos al Poder Ejecutivo provincial dé urgentes respuestas a la ciudadanía”, indicaron desde el heterogéneo justicialismo. En ese sentido, la primera exigencia al gobierno provincial actual es conocer qué planes se pueden “elaborar y coordinar a fin de revertir drásticamente los altos niveles de inseguridad que se registran en todo el territorio provincial y que muestran la falta total de eficacia de las políticas públicas dispuestas hasta el presente”. También, pretenden saber “qué medidas urgentes se pueden adoptar para revertir el rojo fiscal de 1.063 millones que las cuentas oficiales muestran al cierre del primer semestre de 2011”. Además, quieren “analizar y discutir –con el Ejecutivo– el motivo por el cual aun habiendo recaudado 2.200 millones de pesos adicionales a lo proyectado en el presupuesto 2011, la provincia tiene un fuerte déficit fiscal”; y “qué planes alternativos se pueden poner en marcha para revertir la tendencia negativa de los bajos valores de inversión en obra pública que viene mostrando la provincia”. La observación que hizo el PJ, a partir de datos oficiales, es que “en 2008 se ejecutó sólo el 55 por ciento del presupuesto, en 2009 un 39 por ciento, en 2010 un 38 por ciento y en los meses de 2011 solo un 24 por ciento”. Por último, exigen al gobierno que explique “cuáles son los caminos para alcanzar una mejora de los indicadores escolares y la retención de un mayor porcentaje de alumnos” y “cómo fortalecer la estrategia de atención primaria de la salud centrada en el cuidado progresivo del paciente, toda vez que se puedan observar índices de desnutrición creciente y se verificaron casos de desatención”.
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