"Detrás de esta cuestión hubo una intención concreta de destituirme y de responsabilizarme de la situación financiera". Con esa frase, el ex presidente de la Cooperativa de Servicios Públicos de esta localidad, Eduardo Dall Armellina, se defendió de las acusaciones sobre presuntos "desmanejos" que llevaron a la institución a la crisis.
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De esta manera salió al cruce de las declaraciones del actual titular del Consejo de Administración, Sergio Sierra, quien lo responsabilizó del caótico panorama económico de la entidad, que brinda los servicios de luz, agua, gas, telefonía celular y sepelios en esta localidad. Dall Armellina recordó que "Sierra integró el Consejo que yo presidía, pero en ninguna reunión dijo lo que estaba pasando en la cooperativa porque seguramente tiene que ver con muchas cosas que sucedieron". Y fue más allá al acusarlo de haber "cambiado cheques personales a la cooperativa para cubrir sus necesidades financieras", además de vincular en la supuesta operatoria al jefe de redes de la entidad, Sergio Gasparini, "quien hacía lo mismo y lo ayudaba a Sierra a resolver sus problemas económicos". Sobre el planteo de Sierra respecto a que le negó documentación y le dijo que recurriera a la Justicia, Dall Armellina dio su versión: "Además de no indicar lo que quería, ni siquiera el síndico, desde el punto de vista legal, puede llevarse los libros". Respecto de la situación de la ex gerente de la entidad, Analía Picca, a quien también denunció penalmente por falsificarle su firma en cheques, Dall Armelina cuestionó su conducta y aseguró que cuando quiso tratar la separación de su cargo "Sierra se opuso". Picca, sin embargo, fue suspendida a poco de asumir el actual consejo. "Lo hicieron ante la evidencia de los hechos denunciados por mí", dijo Dall Armelina, aunque remarcó que "la mantuvieron en el cargo (durante un tiempo) y desapareció toda la documentación de la cooperativa". La ex gerente prefirió no hacer declaraciones a este diario. Dall Armellina comentó además que Sierra "fue proveedor de la cooperativa hasta que advertimos sobrefacturaciones en la compra de cloro para el natatorio del club local. Desde allí se enojó y salió a plantear estas cuestiones". No obstante, admitió "ser responsable, al igual que el resto de los consejeros, en cuestiones relacionadas con desfasajes financieros que se hayan producido por las inversiones que hicimos, pero no de cometer ilícitos". Más allá de las acusaciones cruzadas, lo cierto es que la situación financiera de la cooperativa preocupa y hasta genera indignación y cierto desconcierto entre los vecinos. Luz y Fuerza sugiere un traspaso a EPE “No tenemos ningún inconveniente en reunirnos con el señor Sierra para analizar todos juntos la situación que vive la cooperativa”, dijo el secretario general del Sindicato de Luz y Fuerza de Rosario, Juan Alfredo Romero, aunque agregó: “Una posible solución sería traspasar la distribución del servicio eléctrico que realiza la mencionada cooperativa a la Empresa Provincial de la Energía y en el marco de una empresa administrada con seriedad seguramente encontraremos un mejor servicio y las tarifas acordes que merecen los vecinos de Villa Mugueta y reclama el señor Sierra”. El gremialista denunció que “existe una deuda salarial con los empleados, es decir que son parte afectada de los desmanejos denunciados”, pero aclaró que “en la propia denuncia (de Sierra) queda claro que el problema obedece a la incompetencia de la gestión empresarial y no a sus trabajadores. Estamos cansados de ser la variable de ajuste de la ineficacia y falta de ideas de la gestión empresaria”, remató el sindicalista. Platos rotos El tema se habla en cada de rincón y testimonios son tan coincidentes como demoledores: “Hicieron un desastre y el pueblo termina pagando los platos rotos”, dicen los vecinos. Sólo algunos prefieren no opinar al menos hasta el 23 de este mes cuando se haga en el club local una reunión informativa de cara a la sociedad.
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