Para combatir la plaga de roedores que merodean en la zona del basural a cielo abierto de esta ciudad, el Colegio de Veterinarios local y el municipio sellaron un convenio que contempla colocar lechuzas en nidos artificiales para su reproducción. Ante la ausencia de estas rapaces en forma natural se planificó ir colocándolas con el objetivo de combatir los ratones que habitan ese sector ubicado a pocos kilómetros del centro urbano.
El veterinario Sergio Díaz Neto contó los detalles del acuerdo: "El convenio firmado entre el Círculo Médico Veterinario y la Municipalidad es amplio y da un puntapié inicial al volver a instalar cajas anideras para la reproducción de aves rapaces. Por la ausencia de lugares para anidar, no tenemos la suerte de que nos visiten y cumplan su rol biológico importante, que es controlar la población de roedores". Díaz Neto agregó que "los tiempos se adelantaron porque obtuvimos unos pichones de lechuza caídos tras ser talado un árbol en cercanías de Venado Tuerto. Estas aves iban a morir, por eso logramos recuperar esos animalitos, que al ser pichones se van a adaptar a la caja nido". El objetivo es que se aquerencien, se queden en la zona y de acá a dos o tres años puedan tener cría en este lugar cercano al basural, que es la idea del proyecto". La ausencia de lechuzas obedece a varias cuestiones. Díaz Neto explicó que "se debe a que estas aves necesitan árboles con huecos naturales, y como en la zona hay pocos árboles añosos con huecos, se optó en muchas ciudades del mundo por este sistema de acogerlas en cajas anideras de medidas específicas, con muy buen resultado en Europa y Estados Unidos". Y dijo que a medida que la gente colabore, se tendrá algún refugio para hacer la recuperación de rapaces. "La parejita ubicada es de buen porte y cosmopolita porque vive en todo el mundo". Rapaces. Una familia de lechuzas es capaz de consumir entre 2.500 y 3.000 ratones por año, por lo tanto el impacto sobre la población de roedores es importante. "Acá van a tener alimento suficiente, y el día que no tengan más, se irán a otra zona donde haya más roedores, porque el animal sigue haciendo su actividad silvestre. Inclusive, no intentamos domesticarlas, sino que las dejamos en estado natural para que le tengan respeto y temor al hombre, y adaptamos el árbol con algo de protección para que no suban gatos ni alimañas que puedan atacar al nido", comentó Díaz Neto. Para una etapa posterior del proyecto, se prevé trabajar en las escuelas informando a los chicos sobre la utilidad de estas aves y para lograr que "los chicos que tengan clases de carpintería nos ayuden a construir las casitas. Hay gente que puede donar las maderas o poner canastos que se adaptan para anidar otras especies de lechuzas". Finalmente, el director de Sanidad Animal, José Coda, agradeció la colaboración de Marcelo Vega, el encargado del basural, "que permitió cumplir esta tarea con facilidad; inclusive nos consiguió otros lugares para colocar otros nidos para este tipo de aves".
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