El objetivo es que en los sanatorios queden plazas libres para atender las emergencias. La solicitud llegó tras la muerte de una mujer que padeció una odisea para poder ser hospitalizada.
La muerte de una mujer que deambuló más de 16 horas antes de lograr acceder a una cama de internación en Rosario con un grave cuadro de pancreatitis puso en alerta a las autoridades municipales. Es más, en un intento por paliar la falta de plazas de internación disponibles en la ciudad, la Secretaría de Salud les propondrá a los sanatorios privados que pospongan las cirugías programadas de manera que se puedan reservar camas para atender las emergencias. Referentes del sector privado de salud descartaron de plano esa posibilidad y admitieron que no dan abasto para responder a la alta demanda. No obstante, destacaron que proyectan aumentar la cantidad de plazas. El caso que generó esta reacción tuvo un fatal desenlace la noche del miércoles, cuando falleció en la unidad de terapia intensiva del sanatorio Julio Corzo una mujer de 57 años que tuvo que vivir una odisea para conseguir una cama de internación: primero deambuló dos horas y media en una ambulancia por todos los efectores públicos y privados de la ciudad y luego estuvo más de 12 en la guardia del Julio Corzo hasta que lograron una plaza en terapia. Reacciones. La muerte de esta mujer generó la reacción municipal. "La Secretaría de Salud se reunió con la Asociación de Clínicas y otras entidades para ver qué se puede hacer para paliar la gran faltante de camas de internación y de cuidados críticos que hay en la ciudad", explicó el subsecretario de esta cartera, Leonardo Caruana. El funcionario adelantó que la semana próxima tendrá otro encuentro con referentes del sector privado de salud en el que les solicitará que "pospongan las cirugías programadas para que queden camas libres que atiendan a las emergencias". Sin consenso. Lo cierto es que mientras Salud Púbica les pedirá a los privados que "reserven" camas para la atención de emergencias, los empresarios del sector admitieron que "los servicios están saturados" y que "no sobran plazas". Es más, en todos los sanatorios se proyectan planes de ampliación para poder ubicar más pacientes tanto en salas comunes como en terapia intensiva. Consultado sobre la intención de la cartera de Salud, el titular de la Asociación de Clínicas y Sanatorios, Eduardo Javkin, fue taxativo: "No la podemos aceptar, simplemente porque no se pueden tener camas ociosas cuando la demanda es tan alta". Por otra parte, confirmó que "desde los sanatorios se está intentando paliar la situación con el aumento de camas" y citó el caso del sanatorio Parque, que ya inauguró el edificio de la nueva maternidad y gracias a ello hoy cuenta con 20 camas más para internación general. Más inversiones.Por su parte, también desde el sanatorio Británico aseguraron que pasarán de 126 camas a 200, pero un lapso de cinco años. En tanto, en el Sanatorio de la Mujer trabajan sobre un proyecto que incluye la incorporación de 36 camas más y comentaron que en este momento no pueden dar a los pacientes habitaciones privadas por la alta demanda. "Las vips las tenemos que hacer compartidas", apuntaron. Tanto desde el sector público como desde el privado reconocieron la saturación del sistema. Y por esto el ministro de Salud, Miguel Cappiello, reunió a referentes de ambas estructuras la semana pasada. Ahora volverán a convocarse, ya que urge tomar medidas para evitar que muera gente porque no hay camas donde internarla. Las razones del colapso ¿Por qué colapsa el sistema de salud de Rosario a la hora de internar pacientes? Parecería contradictorio que esto estuviera pasando en una ciudad que cuenta con uno de los mejores sistemas sanitarios del país. Pero tal vez esta misma consigna, que sirvió en muchos casos como eslogan electoral, terminó jugando en contra porque muchas personas del interior del país hoy llegan a la ciudad en busca de una atención médica eficiente. Esta es una de las razones que dieron los médicos al explicar el colapso del sistema. A esto se le sumó, sobre todo en el sector privado, que muchas personas consiguieron trabajo y ahora tienen obra social, por lo cual pasaron del sector público al privado y la infraestructura aún no puede responder al cambio. En la ciudad hay 3.440 camas de internación, según el Ministerio de Salud de la Nación, y más de la mitad se concentran en el sector privado.
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