Los municipales marcharon ayer por las calles y se quejaron por retrasos en los pagos. El lunes habrá un plenario con otros gremios de la región y no descartan cortes de rutas y caminos.
Villa G. Gálvez.— Los empleados municipales de esta ciudad profundizaron ayer su protesta por atrasos salariales con manifestaciones en distintos puntos estratégicos, y en las que no faltaron las quemas de neumáticos y las pancartas. Es más, se espera que para el lunes, sindicatos municipales de la región confluyan en Villa Gobernador Gálvez para endurecer la protesta, y no se descarta que haya cortes de ruta.
"Es evidente que la provincia le soltó la mano a Murabito. En esa municipalidad hay demasiados cargos políticos para gente de saco y corbata", expresó a LaCapital el dirigente de la Festram, Valentín Lucci, para intentar explicar las razones de los numerosos conflictos entre el municipio y sus trabajadores que se han desatado en estos años en la ciudad. Los empleados intensificaron ayer el tono de la protesta que sostienen en reclamo del pago de sus haberes y desde la media mañana establecieron piquetes en los principales accesos y en diversos puntos céntricos de la localidad.
En distintos puntos de la ciudad los municipales cortaron el tránsito, quemaron neumáticos y protestaron. "Paro municipal. Basta de chamuyo. Váyanse todos. Estamos podridos", podía leerse en un cartel que como bandera desplegaba un viejo Falcón rojo, donde también se pedía que "paguen los sueldos".
Lunes caliente. "Murabito nos mintió y no cumplió, pagó mucho menos de lo acordado", indicó el gremialista municipal de Pérez que además, como delegado regional de la Festram para el sur provincial, recorre los numerosos conflictos que se registran en la zona. "Esta situación es de extrema gravedad y el próximo lunes vamos a organizar un plenario de delegados de todas las localidades de la región en Villa Gobernador Gálvez. Lo más probable es que procedamos a establecer un corte en el camino a Cargill o en el puente de Circunvalación, además de emitir un documento avalado por los demás sindicatos municipales que asistan", señaló.
LaCapital intentó sin éxito ayer comunicarse con el intendente municipal, quien no atendió a pesar de las insistentes llamadas a su teléfono y a los de sus colaboradores cercanos para tener una reflexión sobre esta nueva protesta, una más de las tantas que ha sufrido uno de los municipios más conflictivos de la provincia.
Sin embargo, y paradógicamente, mientras los empleados se manifestaban y quemaban neumáticos en diversos puntos de la ciudad, la página web oficial de la Municipalidad informaba: "Se normaliza el funcionamiento del municipio. El intendente de Villa Gobernador Gálvez, Jorge Murabito, confirmó el acuerdo para restituir el normal funcionamiento de los servicios municipales. Tanto la Municipalidad como las demás dependencias volvieron hoy a su actividad normal luego de la jornada de protesta que paralizara las actividades desde el sábado a las 0".
Esto fue negado terminantemente negado por Lucci, quien además adelantó que la intención de los gremios es redoblar la protesta, e incluso regionalizarla.
"Le soltó la mano". "La única explicación para lo que ocurre en Villa Gobernador Gálvez es que a Murabito el gobierno provincial le soltó la mano. Otra posible razón es que existe un número desmesurado de cargos políticos", manifestó el dirigente, quien además desestimó las siempre presentes especulaciones sobre la participación del electo Pedro González. "Hay una tendencia a atribuirle cosas a González, quien por lo que sé, está completamente alejado de este conflicto", indicó.
Este último dato coincidiría con versiones que señalan la existencia de un acuerdo de gobernabilidad entre Murabito y González —este último en su actual condición de presidente del Concejo Deliberante—, y por el que estaría en juego además un fuerte aumento de tasas de hasta un 50 por ciento que alimentaría el magro tesoro municipal. Pero Murabito nuevamente optó por repetir su gesto del mes pasado y no abonó los salarios de sus casi 900 empleados.
Sin poder aportar cifras exactas, el dirigente de la Festram estimó que posiblemente Villa Gobernador Gálvez, bajo la gestión Murabito, haya sido en municipio de la provincia en el que más medidas de fuerza hayan adoptado sus trabajadores.
Tal como publicó este diario en su edición de ayer, el conflicto en esta ciudad es uno de los tantos que se están dando en la región por incumplimiento de pagos de salarios y otras reivindicaciones planteadas por los municipales.
"Es evidente que la provincia le soltó la mano a Murabito. En esa municipalidad hay demasiados cargos políticos para gente de saco y corbata", expresó a LaCapital el dirigente de la Festram, Valentín Lucci, para intentar explicar las razones de los numerosos conflictos entre el municipio y sus trabajadores que se han desatado en estos años en la ciudad. Los empleados intensificaron ayer el tono de la protesta que sostienen en reclamo del pago de sus haberes y desde la media mañana establecieron piquetes en los principales accesos y en diversos puntos céntricos de la localidad.
En distintos puntos de la ciudad los municipales cortaron el tránsito, quemaron neumáticos y protestaron. "Paro municipal. Basta de chamuyo. Váyanse todos. Estamos podridos", podía leerse en un cartel que como bandera desplegaba un viejo Falcón rojo, donde también se pedía que "paguen los sueldos".
Lunes caliente. "Murabito nos mintió y no cumplió, pagó mucho menos de lo acordado", indicó el gremialista municipal de Pérez que además, como delegado regional de la Festram para el sur provincial, recorre los numerosos conflictos que se registran en la zona. "Esta situación es de extrema gravedad y el próximo lunes vamos a organizar un plenario de delegados de todas las localidades de la región en Villa Gobernador Gálvez. Lo más probable es que procedamos a establecer un corte en el camino a Cargill o en el puente de Circunvalación, además de emitir un documento avalado por los demás sindicatos municipales que asistan", señaló.
LaCapital intentó sin éxito ayer comunicarse con el intendente municipal, quien no atendió a pesar de las insistentes llamadas a su teléfono y a los de sus colaboradores cercanos para tener una reflexión sobre esta nueva protesta, una más de las tantas que ha sufrido uno de los municipios más conflictivos de la provincia.
Sin embargo, y paradógicamente, mientras los empleados se manifestaban y quemaban neumáticos en diversos puntos de la ciudad, la página web oficial de la Municipalidad informaba: "Se normaliza el funcionamiento del municipio. El intendente de Villa Gobernador Gálvez, Jorge Murabito, confirmó el acuerdo para restituir el normal funcionamiento de los servicios municipales. Tanto la Municipalidad como las demás dependencias volvieron hoy a su actividad normal luego de la jornada de protesta que paralizara las actividades desde el sábado a las 0".
Esto fue negado terminantemente negado por Lucci, quien además adelantó que la intención de los gremios es redoblar la protesta, e incluso regionalizarla.
"Le soltó la mano". "La única explicación para lo que ocurre en Villa Gobernador Gálvez es que a Murabito el gobierno provincial le soltó la mano. Otra posible razón es que existe un número desmesurado de cargos políticos", manifestó el dirigente, quien además desestimó las siempre presentes especulaciones sobre la participación del electo Pedro González. "Hay una tendencia a atribuirle cosas a González, quien por lo que sé, está completamente alejado de este conflicto", indicó.
Este último dato coincidiría con versiones que señalan la existencia de un acuerdo de gobernabilidad entre Murabito y González —este último en su actual condición de presidente del Concejo Deliberante—, y por el que estaría en juego además un fuerte aumento de tasas de hasta un 50 por ciento que alimentaría el magro tesoro municipal. Pero Murabito nuevamente optó por repetir su gesto del mes pasado y no abonó los salarios de sus casi 900 empleados.
Sin poder aportar cifras exactas, el dirigente de la Festram estimó que posiblemente Villa Gobernador Gálvez, bajo la gestión Murabito, haya sido en municipio de la provincia en el que más medidas de fuerza hayan adoptado sus trabajadores.
Tal como publicó este diario en su edición de ayer, el conflicto en esta ciudad es uno de los tantos que se están dando en la región por incumplimiento de pagos de salarios y otras reivindicaciones planteadas por los municipales.
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