En la víspera del hallazgo, sus familiares habían marchado por su aparición con vida.
A dos días de cumplirse un mes calendario de su extraña desaparición, Rosalía Verónica Petroni fue hallada muerta en un pantano del arroyo Malabrigo por un campesino que ocasionalmente transitaba por el lugar.
Eran las a las 15:30 de ayer cuando Josè Piccoli encontró el cuerpo sin vida de la joven de 31 años boca abajo, con su torso desnudo fuera del agua. En un principio Piccoli creyó que se trataba de un yacaré tomando sol, según relató.
Pero después, a poco de observar con mayor detenimiento, el hombre se percató que en realidad eran los restos de un ser humano. De inmediato, dio aviso a los dueños de campo y juntos alertaron a la policía.
El lugar del horrendo hallazgo se ubica en el paraje Las Amintas, unos 20 kilómetros al sur de Reconquista. Una comisión policial reforzada con la presencia de bomberos voluntarios de Malabrigo, todos al mando del juez de Instrucción de Reconquista, Dr. Virgilio Palud, arribó hasta el sitio, distante 100 metros de la ruta 11.
De ahí en más, las sospechas de que podría tratarse de Rosalía fueron in crescendo, al punto que fue requerida la presencia de familiares para el reconocimiento. Una de las hermanas confirmó el peor final: los restos eran los de la chica, que padecía una discapacidad mental y había desaparecido de su hogar el 10 de agosto pasado.
El magistrado interviniente ordenó la realización de una autopsia para determinar la causa del deceso. Los parientes de la víctima aseguran que por la minusvalía de Rosalía, jamás hubiese podido llegar sola al lugar donde fue encontrada.
Muerte por asfixia
Esa percepción no se condice con la hipótesis más firme que sigue la investigación judicial. Avanzada la mañana de hoy, el juez Palud confió que la autopsia practicada sobre el cadáver arrojó como resultado que Rosalía Petroni murió por “asfixia por inmersión” y que “no se observaron lesiones de ningún tipo”. Así queda descartada la posibilidad de que haya sido secuestrada con fines de abuso sexual.
Para Palud, todo indicaría que salió por sus propios medios de su vivienda y deambulando se alejó hasta el paraje donde, al intentar refrescarse, se adentró fatalmente en el pantano. Cansada de caminar sin rumbo, el fango le habría quitado sus últimas fuerzas, y agotada en extremo habría caído de bruces, semiinconsciente, para perecer, sin más, ahogada.
A dos días de cumplirse un mes calendario de su extraña desaparición, Rosalía Verónica Petroni fue hallada muerta en un pantano del arroyo Malabrigo por un campesino que ocasionalmente transitaba por el lugar.
Eran las a las 15:30 de ayer cuando Josè Piccoli encontró el cuerpo sin vida de la joven de 31 años boca abajo, con su torso desnudo fuera del agua. En un principio Piccoli creyó que se trataba de un yacaré tomando sol, según relató.
Pero después, a poco de observar con mayor detenimiento, el hombre se percató que en realidad eran los restos de un ser humano. De inmediato, dio aviso a los dueños de campo y juntos alertaron a la policía.
El lugar del horrendo hallazgo se ubica en el paraje Las Amintas, unos 20 kilómetros al sur de Reconquista. Una comisión policial reforzada con la presencia de bomberos voluntarios de Malabrigo, todos al mando del juez de Instrucción de Reconquista, Dr. Virgilio Palud, arribó hasta el sitio, distante 100 metros de la ruta 11.
De ahí en más, las sospechas de que podría tratarse de Rosalía fueron in crescendo, al punto que fue requerida la presencia de familiares para el reconocimiento. Una de las hermanas confirmó el peor final: los restos eran los de la chica, que padecía una discapacidad mental y había desaparecido de su hogar el 10 de agosto pasado.
El magistrado interviniente ordenó la realización de una autopsia para determinar la causa del deceso. Los parientes de la víctima aseguran que por la minusvalía de Rosalía, jamás hubiese podido llegar sola al lugar donde fue encontrada.
Muerte por asfixia
Esa percepción no se condice con la hipótesis más firme que sigue la investigación judicial. Avanzada la mañana de hoy, el juez Palud confió que la autopsia practicada sobre el cadáver arrojó como resultado que Rosalía Petroni murió por “asfixia por inmersión” y que “no se observaron lesiones de ningún tipo”. Así queda descartada la posibilidad de que haya sido secuestrada con fines de abuso sexual.
Para Palud, todo indicaría que salió por sus propios medios de su vivienda y deambulando se alejó hasta el paraje donde, al intentar refrescarse, se adentró fatalmente en el pantano. Cansada de caminar sin rumbo, el fango le habría quitado sus últimas fuerzas, y agotada en extremo habría caído de bruces, semiinconsciente, para perecer, sin más, ahogada.
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