Se trata de 175 “ladrillos”, de 1 kilogramo y fracción cada uno, los que se encontraban ocultos en el interior de un Chevrolet Astra.
Todo comenzó en las últimas horas de ayer cuando “alguien” acercó a la policía, de manera anónima, un dato dando cuenta de la presencia de un automóvil “cargado” con estupefacientes.
El informante precisó que dicho vehículo se encontraba “guardado” en la cochera de un edificio de departamentos, ubicado en calle La Paz al 3900.
Con esta información agentes de la Dirección General de Prevención y Control de Adicciones fueron hasta el lugar anoche y dispusieron una guardia permanente hasta tanto avance la pesquisa.
Ya con las luces del nuevo día, y munidos de los recaudos legales del caso, los investigadores tomaron contacto con la presidenta del consorcio que habilitó el ingreso al lugar.
Sin mayores trámites los uniformados requisaron el Chevrolet Astra y encontraron el estupefaciente, el que estaba oculto en cinco bolsas de arpillera. Tres estaban dentro del baúl del coche y las restantes en el asiento trasero.
Además de la droga los agentes hallaron también un revólver, calibre 38, marcha Smith and Wesson, con cinco proyectiles.
Voceros de la repartición indicaron que el automóvil en cuestión contaba con pedido de secuestro desde el 24 de abril del corriente, por haber sido robado en Buenos Aires.
Por último en el interior del coche fue hallado un ticket del peaje del Túnel Subfluvial, lo que habilitó diversas conjeturas del paso de la droga por dicho corredor vial.
Consultado al respecto el jefe de la repartición policial Hugo Tognoli, manifestó su conformidad por lo actuado. El funcionario confirmó que no hay personas detenidas y que el coche quedará en calidad de secuestro, mientras toda vez que dijo que la investigación seguirá su curso a los efectos de lograr el esclarecimiento total del hecho.
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