Los 190 obreros del plan de viviendas "Misión sueños compartidos" de la Fundación Madres de Plaza de Mayo realizaron una vez más un quite de colaboración el miércoles y ayer en repudio a la falta de pago de sus salarios correspondientes al mes de junio. La medida se replicó en Buenos Aires (ver aparte). Según el responsable territorial de la fundación, Rodolfo Fernández, el reclamo se resolvió en asamblea y se mantendrá hasta que se deposite el dinero en las cajas de ahorro del Banco Nación como se viene haciendo desde que empezó el proyecto.
No obstante, dejó en claro que tanto este atraso como el del mes pasado —coincidente con el escándalo por desmanejo de fondos en los que habría incurrido el ex apoderado de la entidad, Sergio Schoklender— frenan la entrega de las primeras 36 casas de un total de 256 en obras, en el barrio toba de Juan José Paso y Travesía, tanto como los trabajos planificados para una segunda etapa. "Acá hay gente que debió cobrar el mes el día 5; a otros les deben la segunda quincena. Esperaron cuatro días por si había alguna respuesta y nada, sólo nos dijeron desde Buenos Aires que estaban «haciendo esfuerzos»", dijo Fernández. Los trabajadores también tienen que cobrar este mes el aguinaldo, pero como el plazo estaba pautado para fin de mes aún no lo están reclamando. "Hay mucha bronca y mucha angustia, es comprensible. Necesitan el dinero para vivir y están sus propias viviendas en juego. A las primeras que estábamos a punto de entregar sólo les faltan detalles. Con nosotros no hay problemas, porque nos ven trabajando codo a codo con ellos y tampoco cobramos, pero entendemos la bronca", remarcó Fernández. La Fundación junto a la Nación, la provincia, el municipio y el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (Inai) tienen planificado construir ahí 256 viviendas. Comenzaron a trabajar en mayo del año pasado. Hoy son 190 los hombres y mujeres (el 80 por ciento vive en el barrio toba) que están trabajando cada día nueve horas (salvo los viernes en que las jornadas son de ocho horas) en la primera tanda de viviendas. Cobran entre 3 mil y 4 mil pesos al mes (el sueldo más bajo es el de un sereno y el más alto el de un oficial especializado) según las categorías que marca el convenio de la Uocra (Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina). El plan es nacional y desde el principio consistió en dar techo a familias numerosas, trabajo en blanco y capacitación laboral. Las viviendas se levantan con paneles de polietileno expandido, hormigón y hierro y pueden llegar a tener varias habitaciones totalmente amuebladas. Trabajo político. Durante el reclamo también se denunció falta de materiales para trabajar. "No obstante, se cumple con los horarios porque es quite de colaboración pero con asistencia a la obra, y aprovechamos para seguir con el trabajo político: en estos dos días estamos haciendo cursos de lectura de recibos de sueldo", señaló Fernández. "Es una pena esto que pasa, porque si no fuera por estos dos atrasos ya podríamos haber entregado las primeras casas y comenzado a construir la segunda manzana. Sólo falta algo de pintura, y las veredas y asfalto que corren por cuenta de una empresa tercerizada. No entregaremos nada que no esté totalmente equipado, con luz, agua y gas, más allá de que la gente ya manifestó que está dispuesta a mudarse igual. Esto lamentablemente está relacionado con el tema de Schoklender", dijo Fernández. “Andá a reclamarle a Schoklender” La presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, mandó ayer a los trabajadores del proyecto “Misión sueños compartidos” a que le reclamen a Sergio Schoklender los sueldos adeudados. Los trabajadores irrumpieron en la tradicional marcha de los jueves de las Madres en la Plaza de Mayo y Bonafini le dijo a uno: “Reclamale a Sergio Schoklender, porque ese es el que te choreó”. Uno de los obreros le había reclamado diciendo que hacía seis meses que no cobraba. De inmediato, Bonafini le preguntó: “¿Quién los manda?”.Le contestaron con los recibos de sueldo en la mano que no los mandaba “nadie, sólo la necesidad”. Tras el escándalo por el supuesto desvío de fondos por parte del ex apoderado de la Fundación Madres, Sergio Schoklender, las obras se paralizaron. Por ese motivo, los obreros contratados por el programa “Misión sueños compartidos” dejaron de percibir su salario y en los últimos días comenzaron a reclamarlo a través de distintas manifestaciones e incluso pidieron, sin respuesta a favor, la intervención del gobierno para solucionar el problema. Luego del cruce con uno de los obreros, Bonafini se asomó y desde la camioneta afirmó : “Estamos haciendo todo lo que podemos, entregando lo mejor de nosotras para hacer el país que soñaron nuestros hijos. Muchos de los que hoy reclaman no sabían quiénes éramos las madres o qué es un pañuelo blanco. A los desaparecidos hay que dignificarlos, quererlos y amarlos”. Piden informes El concejal radical Jorge Boasso le pidió ayer al Ejecutivo que informe el estado de las obras de la primera etapa del barrio Travesía. Se refirió, entre otras cosas, al cronograma de obra, si se cumplió o no en tiempo y forma con la obligación de la Nación rendir cuentas y si se supervisaron los trabajos.
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