“Sería ilógico que la gente vote como gobernador a (Antonio) Bonfatti y al mismo tiempo nos quite gobernabilidad con el voto a otra lista de diputados”, dijo el diputado provincial Raúl Lamberto. El legislador cree que una victoria peronista en la categoría diputados pondría “en riesgo la gobernabilidad”.
“Sería ilógico que la gente vote como gobernador a (Antonio) Bonfatti y al mismo tiempo nos quite gobernabilidad con el voto a otra lista de diputados”, dijo en una charla con El Ciudadano el primer candidato a diputado por el Frente Progresista, Raúl Lamberto, empeñado en gastar cada minuto de la campaña en explicarle al elector del Frente que de no votar a los diputados de la lista 4 podría poner en riesgo la “gobernabilidad” de la nueva gestión, preocupado, además, por el 35 por ciento de indecisos que muestran las encuestas, contra sólo el cinco de la categoría gobernador. La buena perfomance que tuvo la candidata a diputada María Eugenia Bielsa (PJ) en las primarias, uno de los frutos menos pensados del nuevo sistema de boleta única, puso en alerta al socialismo, que podría enfrentarse, en caso de llegar al gobierno tras las elecciones del 24 de este mes, a una Legislatura con preeminencia de la oposición en las dos Cámaras. Tras la adopción del sistema de boleta única, la cláusula constitucional que otorga mayoría automática en la Cámara baja al ganador de la elección, quedó reemplazada por una mayoría de 28 escaños a quien obtenga el triunfo en la categoría de diputados. En el Senado ya tiene mayoría el PJ, y sería muy difícil de dar vuelta en esta elección. “El problema es el nuevo sistema de boleta única en el marco de una Constitución obsoleta”, argumentó Lamberto. “Si ganara la elección el PJ en la categoría de diputados, estaríamos ante una oposición automática, una oposición en bloque. Seria darle al PJ un bloque consolidado de 28 diputados, que van a trabajar en forma consolidada para no dejarte gobernar”, explicó el actual diputado provincial, para quien el peronismo quiere “posicionarse desde el Legislativo” e impedir que el proyecto de Bonfatti pueda avanzar: “Yo no quiero ni pensar lo que serían con el control de las dos Cámaras”. —¿Cómo sería esa relación con el PJ? —Las experiencias que tenemos nosotros con el PJ no son del trato con una carmelita descalza. Llegaron a actos parlamentarios muy groseros, como por ejemplo cuando sepultaron la ley de reforma tributaria. Lo mandaron a archivo en menos de 24 horas. No estamos hablando de un sistema consolidado con muchos años de práctica. Estamos hablando de un PJ que no entiende que perdió la provincia y que tiene una filosofía asumida de no dejar gobernar. Nosotros necesitamos consolidar un proyecto político y con este sistema es fundamental un voto en armonía, en sintonía. —¿Cómo imagina a un gobierno con las dos Cámaras en contra? —Con una gran ingobernabilidad. Por más que nos digan que gobernamos Rosario con minoría en el Concejo. El Concejo es una sola Cámara, y se accede por el sistema proporcional. Es decir que no se consolida una oposición con mayoría automática. Estamos ante una situación donde hemos dado vuelta y puesto patas para arriba la Constitución provincial. Hemos llevado la Constitución diseñada para dar gobernabilidad, a una situación de ingobernabilidad. —¿Cuáles serían las consecuencias? —Habría riesgo cierto de volver para atrás grandes conquistas que hemos tenido. Por ejemplo, ellos derogaron en su momento la Ley de Lemas. ¿Qué garantía hay de que con la oposición automática no vuelvan a instalarla? —Está el veto del gobernador. —Sí, pero con las otras minorías también hay que seguir de cerca la posibilidad de los dos tercios. —¿Se vislumbraron estas posibilidades cuando se sancionó la ley de boleta única? —Sí, se vislumbraron, pero ya estaba sancionada. Se buscó, vía reglamentación, tratar de pegar las dos boletas (de gobernador y diputado) para que hubiera un voto uniforme, pero el marco de la reglamentación no daba para lograr esto, porque la ley hablaba de cinco categorías individuales. —El socialismo votó la ley de boleta única. — Hemos sancionado una legislación de avance. Hemos tomado un modelo consensuado y con antecedentes en otros lados. Lo que existe es una Constitución en desfase. Este costo institucional se soluciona ganando y con la gente tomando conocimiento de lo que está en debate. Lo importante es entender que si la gente quiere darle continuidad a este proyecto es muy importante que ganemos la categoría de diputados. Es importante que se entienda lo que se pueda perder. Por ejemplo: Rafael Bielsa en la campaña dijo que iba a desarmar la regionalización y los Nodos, la forma de relación que plantea Hermes Binner entre el ciudadano con su gobierno. O sea que podrían desarmar este acercamiento del gobierno de la provincia a las regiones, nada más que como un ejemplo. —¿Y cómo se soluciona el problema? — No tengo ninguna duda de que hay que modificar la Constitución. Hay que terminar con las mayorías fabricadas. No se puede consolidar un paquete automático. Nosotros no estamos en contra de la relación entre votos y escaños, aunque esa relación nos de una minoría. Estamos en contra de la mayoría fabricada del partido que gana, que se puede convertir en una oposición fabricada y podría modificar hasta los dos tercios, con la suma de las otras minorías. —¿Qué cree que va a pasar en la elección? —El ciudadano no es tonto. Llegado el momento va a votar en armonía, va a acompañar un proyecto político. En las primeras vueltas se vota con el corazón y en la segunda con la razón. La gente va a razonar y va a votar a nuestros legisladores, quienes han dado muestra de un acompañamiento que no tenía antecedentes en la provincia.
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