El jefe de Gabinete Marcos Peña y el ministro del Interior Rogelio Frigerio estuvieron casi seis horas en la capital provincial este sábado. Además de una actividad oficial, hubo reuniones políticas.
Frigerio, Corral, Peña y Angelini, en un intérvalo de las reuniones del sábado.
Son días intensos en la política santafesina. Funcionarios y dirigentes los transcurren entre las tareas inherentes a la gestión y la “rosca”, en un año que a todas luces será de definiciones de cara a las elecciones legislativas de 2017.
El sábado gris, frío y húmedo en la capital provincial fue, en esa línea, el marco de una jornada de arduo trabajo político en las huestes locales de una parte del radicalismo y el PRO, por la visita del jefe de Gabinete, Marcos Peña, y del ministro del Interior, Rogelio Frigerio.
Por la mañana, los funcionarios nacionales participaron junto al intendente santafesino y presidente del comité nacional de la UCR, José Corral, de un acto en el barrio Coronel Dorrego, donde se anunció la firma de un convenio para la construcción de 280 casas para gente que vive en zonas inundables.
Fue la única actividad oficial, pero no lo único que hicieron Frigerio y Peña en la ciudad durante las casi seis horas que permanecieron en la capital provincial. Una vez terminado el acto en Coronel Dorrego, junto a Corral se trasladaron hasta el Hotel Los Silos, en el puerto, donde mantuvieron una reunión de “mesa chica” con otros dirigentes del radicalismo y el PRO.
Tras ese encuentro, partieron hacia otro, más amplio, que se llevó a cabo en el céntrico hotel Riogrande. Allí también hubo intendentes radicales, afines a la alianza Cambiemos. Entre los presentes en las reuniones, por el lado del PRO, estuvieron los diputados provinciales Federico Angelini y Roy López Molina, y la diputada nacional Anita Martínez, entre otros. Por el radicalismo, además de los del grupo Universidad al que pertenece Corral, estuvieron algunos dirigentes del Movimiento de Acción Radical (MAR), entre ellos los diputados Santiago Mascheroni y Julián Galdeano, este último presidente electo del Comité Provincial, por consenso. Como era de esperar, no se vio a radicales de NEO, espacio crítico de la sociedad con el PRO, que integran entre otros el vicegoberador Carlos Fascendini, el ministro de Seguridad Maximiliano Pullaro y el diputado provincial Jorge Henn.
No pasó desapercibida la presencia de Gonzalo Toselli, intendente de Sunchales, hombre del GEN de Margarita Stolbizer. El funcionario aprovechó la oportunidad para dialogar con Peña y Frigerio sobre la delicada situación de la empresa Sancor y gestionar reuniones.
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En ambas reuniones hubo un denominador común: el armado de Cambiemos en la provincia, y en ese sentido, el interrogante sobre qué hará la UCR en territorio santafesino, teniendo en cuenta que integra el Frente Progresista, en coalición con el socialismo, partido que a nivel nacional es uno de los más duros críticos de Mauricio Macri.
Chicanas
Precisamente, las críticas del gobierno provincial al nacional fueron tema de conversación en el paso de Frigerio y Peña por la ciudad. “Nos sorprenden algunas cosas que dicen los funcionarios provinciales. Porque las reuniones que tenemos con ellos siempre transcurren en buenos términos. Además les atendemos todos los llamados. Creemos que todo lo que se dice solo es chicana política”, se escuchó decir a los hombres del PRO.
Los colaboradores de Macri también sentaron posición en torno al reclamo santafesino por la gigantesca deuda que Nación generó con provincia por la retención indebida de 15% de la coparticipación durante 10 años para financiar Ansés. Vale recordar que la Corte Suprema dictó en noviembre la inconstitucionalidad de ese descuento, que se dejó de hacer inmediatamente, y ordenó devolver todo lo retenido desde 2006. Cálculos hechos en la provincia ubican esa suma por encima de los 23.000 millones de pesos. “No hay plata. Este es un diálogo entre secos; estamos crocantes de tan secos”, graficaron irónicamente los funcionarios macristas cuando se les mencionó el tema, cerrando la puerta por ahora a esa discusión, que tarde o temprano deberá abrirse porque así lo ordenó la Justicia.
A los hombres del PRO se les transmitió además la preocupación por la situación del empleo en la provincia, teniendo en cuenta algunos datos preocupantes como las suspensiones en fábricas.
Los funcionarios nacionales solo admitieron que hay una caída del empleo en el sector de la construcción -alrededor de 50.000 puestos en todo el país, informaron-, y se lo atribuyeron al parate de la obra pública durante el último año de gestión de Cristina Fernández. “Y lo que sucede en otros rubros es consecuencia de la situación de Brasil”, arguyeron, desestimando así que se deba a otros factores como la caída del consumo o el ingreso de productos importados.
Finalmente otra de las cuestiones que se les plantearon al jefe de Gabinete y al ministro del Interior es la necesidad de avanzar con obras clave para la ciudad y la región, como los puentes Santa Fe-Santo Tomé, Santa Fe-Paraná y el traslado y reconversión del Puerto local. Al respecto, sin hablar de plazos, confirmaron que estas tres obras están en la agenda del gobierno nacional, pero que todo lo avanzado anteriormente (cabe señalar que el puente Santa Fe-Santo Tomé ya tiene proyecto ejecutivo, por ejemplo) será revisado. “En el anterior gobierno se pagaron sobreprecios. Nosotros no vamos a ir por el mismo camino”, advirtieron a poco de tomar el avión que a las 14.30 en punto los llevó de Sauce Viejo al Aeroparque Jorge Newbery en Buenos Aires.
Por Fernando Arredondo - farredondo@uno.com.ar / De la Redacción de UNO Santa Fe
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