Nicolás Fachal
“El obispo diocesano o aquel que, aunque de forma temporal tenga la responsabilidad de una Iglesia particular, o de otra comunidad de fieles puede ser removido de su cargo legítimamente, si por negligencia, ha cometido u omitido actos que hayan causado un grave daño a los demás, sea que se trate de individuos, que de una comunidad en su conjunto”, advirtió un comunicado emitido por el Vaticano.
Explicando también en dicho comunicado que “El daño puede ser físico, espiritual, moral o patrimonial”.
De esta manera el Papa Francisco ha dejado en claro que quienes encubran, casos de pedofilia, o que incluso realicen alguna omisión de manera “accidental” sobre este tipo de casos, los clérigos serán separados de su cargo independientemente del puesto que ocupen. Por lo que tanto monaguillos, ayudantes, párrocos, curas y obispos, podrán dejar de pertenecer a la Iglesia, en caso de cometer la falta anteriormente señalada.
Asimismo el Sumo Pontífice también señaló que el derecho canónico prevé la posibilidad de apartar del oficio eclesiástico “por razones graves“, precisando que entre las mismas se encuentra la negligencia de los obispos en el ejercicio de sus funciones. Fundamentalmente en las que tengan que ver con casos de abuso sexual de menores y adultos vulnerables.
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