Foto: El Litoral
Salomé Crespo
screspo@ellitoral.com
@salomecrespok
Por primera vez las escuelas, centros de salud —y samcos— y comisarías de todo el territorio provincial podrán dar cuenta de los casos de violencia contra la mujer que detecten, mediante un sistema unificado. Así se confeccionará el Registro Único de Violencias hacia las Mujeres (Ruvim), en el marco del Observatorio de Violencias de Género.
Cuando todavía resuena el grito de la segunda movilización convocada a nivel nacional “Ni una menos”, desde la Subsecretaría de Políticas de Género de la provincia anunciaron la creación del registro, que estaría operativo a partir de julio de este año. Es que la elaboración de estadísticas oficiales sobre los casos de violencia, la ubicación y las características generales de las víctimas y los agresores, constituye uno de los puntos esenciales de reclamo de las organizaciones no gubernamentales que convocaron a la movilización, e incluso de funcionarias de distintos niveles, que trabajan en la problemática.
En una primera instancia, la carga de información en el registro será digital a través de la página del Instituto Provincial de Estadística y Censos (Ipec). Según indicó la subsecretaria de Políticas de Género, Gabriela Sosa, aún están trabajando en la implementación del mecanismo. En ese sentido, la funcionaria no precisó si el reporte de los casos se hará de forma anónima y voluntaria.
“La planilla digital demanda la carga de datos muy precisos, que son los que nos interesan, con campos obligatorios que permiten avanzar o no en el trámite. El sistema funcionará a partir de los recursos tecnológicos de Salud, Educación y Seguridad, tenemos que hacer los convenios particulares para precisar cómo se va a hacer, ver cómo aprovechamos eso que ya está construido, para cargar el formulario del registro”, indicó Sosa, quien además adelantó que “el sistema será de fácil acceso” y con la alternativa de planillas en papel, que serán remitidas mensualmente al Ipec.
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Prevenir y proteger
Gabriela Sosa asumió el cargo en diciembre de 2015, en oportunidad de la renovación general de las autoridades provinciales. En diálogo con El Litoral brindó detalles sobre la creación del registro, una herramienta fundamental para la elaboración de políticas públicas en el área que encabeza.
— Contar con datos oficiales precisos es una deuda en la materia. ¿El registro es un primer paso?
— Tanto la ley nacional como la provincial establecen, y yo comparto con esa mirada, que se necesita un diagnóstico para poder fortalecer y precisar las políticas públicas que uno lleva adelante, para lograr la igualdad de las mujeres. Si no hay datos, difícilmente se pueda tener un panorama claro sobre dónde dirigir la política pública, aún sabiendo que hay una cantidad de situaciones que no se denuncian y que quedan en el espacio privado. El registro será un acercamiento a estas situaciones de violencia que atraviesan las mujeres. También hay que encarar la tarea fuerte de la sensibilización para que eso quede registrado. Eso es el Ruvim.
— ¿Qué casos se van a poder registrar?
— Si una mujer tuvo que ir a una comisaría a denunciar en tres ocasiones, esas tres veces van a estar. A eso se sumarán: las características de la familia, si hay niños, de qué edades, el nivel educativo, si hubo acompañamiento de parte del Estado (con subsidios), planes sociales, si la situación ocurrió en la casa, en el transporte público, en el trabajo. El registro intenta estar lo más ajustado posible a lo que indica la ley para determinar los tipos de violencia y modalidades. También buscamos que puedan quedar registradas las características del agresor, el vínculo con la víctima, la edad, el nivel educativo. También queremos hacer hincapié en la modalidad, es decir, si una docente o la persona encargada del quiosco de la escuela aparece con un ojo morado, es responsabilidad de esa institución registrarlo. De todas maneras, es claro que no vamos a tener registradas todas las situaciones de un día para el otro. Hace falta un tiempo de capacitación, de sensibilización y también de conciencia individual.
“Para lograr el acompañamiento a la mujer víctima de violencia hay que romper con la cadena de impunidad. Cuando el agresor no es sancionado, genera desconfianza y temor En la víctima y En quienes la apoyan. Hay que romper con el ‘no me meto’ o el ‘es tan bueno, no creo que haga eso’”. Gabriela Sosa, Subsecretaria de Políticas de Género
— ¿Cualquiera podrá reportar las situaciones de violencia?
— En un primer momento habrá personas específicas en los lugares. De todas maneras, es más importante que hagamos conocer la ley que plantea que si sos vecino de una víctima, podés denunciar pero la obligación es ética o moral. En cambio el Estado si está obligado y cuando una mujer es víctima puede huir al centro de salud del barrio, por ejemplo. En la escuela también pasa, los niños y las niñas reflejan lo que ocurre en los hogares. Por eso necesitamos ese registro.
— ¿Cuándo se conocerán los primeros datos del registro?
— Estimamos que en el tercer trimestre vamos a tener los primeros datos del año. Es necesario que esos datos tengan la consideración de un proceso de trabajo. Hace un mes que estamos capacitando a equipos de salud, intendencias y comunas para poder instalar el rol que tienen los actores de salud y de educación en el registro de las situaciones de violencia.
— ¿Y la estadística oficial de femicidios?
— Es una tarea del poder judicial. No somos un órgano que puede registrar femicidios.
— La provincia es un territorio extenso y a veces ese trabajo de concientización sobre la problemática no llega a los pueblos del interior. ¿Cómo piensa acortar esa distancia?
— Desde la gestión de Hermes Binner se estableció una división territorial para afianzar los órganos provinciales, nodos y demás. Eso permite pensar en las particularidades que tienen por región las problemáticas sociales y que esos organismos locales para gestionar, se hagan cada vez más fuertes. La subsecretaría de Género asume la responsabilidad de capacitar equipos de atención que generen los municipios y comunas. A una mujer de un pueblo le resulta muy complicado trasladarse a hacer una consulta a una ciudad, por lo tanto es ahí donde necesitamos que la comuna tenga un equipo preparado, con una trabajadora social con mirada de género. Nuestra tarea va a estar en capacitar esos equipos locales y jerarquizar el trabajo de las organizaciones de la sociedad civil, algunas son feministas y otras son el club de barrio, la casa de la cultura, el grupo de mujeres emprendedoras. Hay muchas partes que pueden, por lo menos, brindar información de adonde recurrir si una mujer es víctima.
— Desde la gestión de Hermes Binner se estableció una división territorial para afianzar los órganos provinciales, nodos y demás. Eso permite pensar en las particularidades que tienen por región las problemáticas sociales y que esos organismos locales para gestionar, se hagan cada vez más fuertes. La subsecretaría de Género asume la responsabilidad de capacitar equipos de atención que generen los municipios y comunas. A una mujer de un pueblo le resulta muy complicado trasladarse a hacer una consulta a una ciudad, por lo tanto es ahí donde necesitamos que la comuna tenga un equipo preparado, con una trabajadora social con mirada de género. Nuestra tarea va a estar en capacitar esos equipos locales y jerarquizar el trabajo de las organizaciones de la sociedad civil, algunas son feministas y otras son el club de barrio, la casa de la cultura, el grupo de mujeres emprendedoras. Hay muchas partes que pueden, por lo menos, brindar información de adonde recurrir si una mujer es víctima.
Normas marco
El observatorio provincial fue creado por la ley N° 13.348 de Protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres. Esta norma adhiere a la ley nacional Nº 26.485 de 2009.
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