La Fundación Padre Catena quiere recaudar fondos para comprar cerca de 400 botas de goma que destinarán a los alumnos de la escuela primaria Cristo Obrero
Más datos. Para obtener información comunicarse a los teléfonos 0342- 4561976 y 155420162
Las intensas lluvias que afectaron la ciudad en el pasado mes de abril y que impidieron a muchos pequeños de barrio Villa del Parque concurrir a clases por el estado de las calles y la falta de un calzado, motivaron a los miembros de la fundación Padre Catena a poner en marcha una campaña solidaria que busca recaudar fondos para adquirir botas de goma para los más de 400 niños y niñas que asisten a la escuela primaria Cristo Obrero.
En ese contexto, gracias a que una de las firmas que provee este tipo de elementos les hace un importante descuento por compra mayoritaria y con el objetivo de que todos los chiquitos tengan el mismo calzado, se solicita a los interesados en sumarse como padrinos a colaborar con $200, monto que servirá para adquirir cada par de botitas.
“Nos decidimos por esta alternativa de recaudación porque entendemos que es una forma igualitaria de ayudar, ya que si se pide directamente la donación de las botitas puede ser que recibamos repetidos algunos números que no son los que necesitan o algo similar”, explicó en diálogo con Diario UNO la presidenta de la institución, Nilda Libertini, quien comentó que también incluirán en la campaña a los pequeñitos que concurren a la guardería Villa del Parque, que tienen entre dos y tres años, “los cuales se ven igualmente afectados por la intransitabilidad de las calles del barrio cada vez que llueve y representan un promedio de veinte chicos ”.
Sobre ese punto y al ser consultada respecto de cómo pueden sumarse los interesados en colaborar, la referente de la institución indicó “se recibirán las donaciones en la sede de la Fundación en Padre Catena 4200 en el horario de 8 a 14.30”.
Asimismo detalló que están a disposición los teléfonos 0342- 4561976 o al celular 155420162 (pueden enviarse WhatsApp) para coordinar forma de entrega y el correo electrónico de la vicepresidenta de la institución: marthabruno@hotmail.com.ar.
Las motivaciones
“Quiero ir a la escuela y no puedo”. Esa frase, según detalló Nilda Libertini, quien también es docente de la escuela Cristo Obrero, es una de las más repetidas por los alumnitos de la entidad educativa cada vez que las inclemencias climáticas los afectan.
“Muchos de estos chiquitos –que en su mayoría provienen de barrios aledaños como Barranquitas, Villa Oculta y también son de Villa del Parque– nos han manifestado que tienen un solo par de zapatillas, lo que implica que si los mojan no puedan volver a usarlos”, contó la mujer y agregó: “De hecho en abril, algunos llegaron a faltar hasta veinte días de corrido; por esto hicimos esta campaña, porque lo que más queremos es que los niños puedan venir a clases tranquilos y sobre todo tener sus piecitos calentitos”.
Para finalizar, Libertini detalló: “Cada par de botas se entregará en forma personalizada a los chicos de acuerdo al número de calzado que tenga y en base también a lo que vayamos recibiendo para hacer las compras”.
Sobre la institución
Después de su fallecimiento, allá por 1986, los amigos y más cercanos colaboradores del sacerdote Osvaldo Catena se propusieron que su prédica y obra no cayeran en el olvido. En esa línea comenzaron a realizar campañas de colaboración para cubrir algunas urgencias edilicias y de equipamiento de algunas instituciones de Villa del Parque que había impulsado el cura, como la escuela primaria Cristo Obrero, el comedor de ancianos o la escuela secundaria.
Fue en ese marco que estos ciudadanos decidieron crecer organizativamente y en ese marco iniciaron los trámites para constituirse legalmente como fundación, logro que alcanzaron el 5 de mayo de 1998 con el fin primordial de resaltar la memoria del sacerdote proyectando actividades en pro de la comunidad –tales como la continuidad de los talleres culturales, de formación de empleo, tutorías, participación en el foro de instituciones y consejo parroquial que ya funcionaban, y la creación de otras tantas–, las cuales se solventan en general gracias a las ventas de libros, almuerzos, té bingos y por supuesto por subsidios o aportes desinteresados de distintos ciudadanos.
Loreley Duré / ldure@uno.com.ar
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