Es un paso importante para el Servicio de Cardiología del Hospital de Niños, pero los médicos advierten que es clave avanzar con el diagnóstico precoz y necesitan equipamiento para encarar intervenciones de mayor complejidad.
Cuando a un padre le dicen que su hijo padece una cardiopatía congénita —una alteración del corazón o de los grandes vasos— el mundo se viene abajo. Encima, el diagnóstico muchas veces llega a las pocas semanas de nacer o en las últimas semanas de gestación, lo que transforma una gran ilusión en una enorme angustia.
Pero en la actualidad, los médicos cuentan con el conocimiento científico y la tecnología para detectar a tiempo la gran mayoría de estas patologías. Y cuando el diagnóstico es precoz, pueden tratarlas con muy buenos resultados.
En el Hospital de Niños Orlando Alassia, los médicos del Servicio de Cardiología operaron a 160 chicos que sufrían algún tipo de cardiopatía congénita desde 2011. Es importante porque así se evita, en muchos casos, el traslado a Buenos Aires y se traumatiza menos la vida familiar.
En la prevención, todavía hay mucho por hacer. “La detección precoz es fundamental, a partir de la ecocardiografía fetal. Nosotros capacitamos en forma constante a los obstetras para que estén atentos a los signos de alerta y es fundamental que los padres también pregunten: cómo está el corazón de mi bebé”, recomendó el Dr. Alberto Molina, jefe del Servicio de Cardiología del Alassia, en una entrevista con El Litoral, de la que también participó la cardióloga la Dra. Evangelina Papini y dos referentes de la Fundación por las Cardiopatías Congénitas, María Inés Ritacca y Ramiro Puyol.
En el marco de una jornada que se realizó en Santa Fe, el Dr. Pablo Marantz, especialista en Cardiología Infantil de la UBA, coincidió en que el entrenamiento en la detección de las cardiopatías congénitas es estratégico para el tratamiento: “Está comprobado que cuando se hace un diagnóstico precoz se pueden tomar muchísimos recaudos. Entre ellos, que el bebé nazca en un centro preparado”.
Los cardiólogos del Alassia y la gente de la fundación tienen una meta muy interesante para todo el centro norte de la provincia. “Queremos que cuando un obstetra ve un signo de alerta en una ecografía en Tostado o Reconquista, por ejemplo, pueda mostrarle esa imagen en tiempo real a un cardiólogo del Alassia para afinar el diagnóstico”, contó Puyol.
Está lejos de ser ciencia ficción. Hoy, la tecnología y el desarrollo de Internet permiten compartir estas imágenes en tiempo real y para el sistema de salud —y los pacientes—, estas interconsultas “a distancia” ahorran dinero y tiempo.
La detección temprana de las cardiopatías también es importante para que los padres puedan planificar el abordaje de la patología junto a los médicos. “Desde lo emocional es una situación difícil de manejar para los padres. Pero cuando se diagnostica a tiempo la mayoría de los tratamientos tiene buen pronóstico”, destacó Ritacca.
Otra cuestión central es la necesidad de que a cada chico que nace, como un protocolo básico, se le mida la saturación de oxígeno en la sangre con un oxímetro de pulso. “Es un análisis que se realiza muy rápidamente y enseguida indica si algo puede estar funcionando mal”, advierte Molina.
Equipamiento
Con más tecnología, los cardiólogos del Alassia podrían operar las cardiopatías congénitas de mayor riesgo en la ciudad y evitar derivarlas a hospitales de Buenos Aires. Lo que necesitan es un equipo de ecocardiografías tridimensional y un arco en C intensificador de imágenes. “Hay un alto nivel en los profesionales del servicio. Hay cuatro médicos que se formaron en el hospital Garrahan, por ejemplo, y contamos con el conocimiento médico y científico para hacer intervenciones más complejas, pero necesitamos este equipamiento”, reconoció Molina.
El jefe de Cardiología del Alassia contó que en el Primer Mundo ya se comenzaron a realizar operaciones para solucionar cardiopatías congénitas mientras el bebé se está desarrollando en la panza de la mamá. Es el futuro. Pero en la Argentina todavía hay muchas cosas que se pueden hacer para bajar la incidencia de la primera causa de muerte evitable en los recién nacidos.
Caminata y té bingo
En el año 2010 nació en la ciudad la Fundación por las Cardiopatías Congénitas, formada mayoritariamente por padres de chicos con malformaciones del corazón. Desde entonces a esta parte, trabaja en pos de una provincia donde las cardiopatías congénitas se detecten precozmente.
Ayer, en el marco del Día Mundial del Corazón, la fundación convocó a una caminata. Con el lema “Vení, hacele un mimo a tu corazón...”, todos los presentes partieron desde San Martín y Suipacha hacia el Teatro Municipal. Se aprovechó la oportunidad para reclamar una vez más la reglamentación de la Ley de Evaluación Cardíaca Fetal y que la oximetría de pulso sea una práctica de rutina en todos los recién nacidos.
Por otro lado, el próximo 5 de octubre la Fundación por las Cardiopatías Congénitas realizará un Té Bingo Solidario en el Centro Friulano (Salvador del Carril 2394), a partir de las 16. Lo recaudado servirá para comprar equipamiento para la terapia intensiva del Hospital de Niños Orlando Alassia. Los interesados en adquirir las tarjetas, o ser socios benefactores de esta fundación, pueden comunicarse al 0800 888 0074.
Pero en la actualidad, los médicos cuentan con el conocimiento científico y la tecnología para detectar a tiempo la gran mayoría de estas patologías. Y cuando el diagnóstico es precoz, pueden tratarlas con muy buenos resultados.
En el Hospital de Niños Orlando Alassia, los médicos del Servicio de Cardiología operaron a 160 chicos que sufrían algún tipo de cardiopatía congénita desde 2011. Es importante porque así se evita, en muchos casos, el traslado a Buenos Aires y se traumatiza menos la vida familiar.
En la prevención, todavía hay mucho por hacer. “La detección precoz es fundamental, a partir de la ecocardiografía fetal. Nosotros capacitamos en forma constante a los obstetras para que estén atentos a los signos de alerta y es fundamental que los padres también pregunten: cómo está el corazón de mi bebé”, recomendó el Dr. Alberto Molina, jefe del Servicio de Cardiología del Alassia, en una entrevista con El Litoral, de la que también participó la cardióloga la Dra. Evangelina Papini y dos referentes de la Fundación por las Cardiopatías Congénitas, María Inés Ritacca y Ramiro Puyol.
En el marco de una jornada que se realizó en Santa Fe, el Dr. Pablo Marantz, especialista en Cardiología Infantil de la UBA, coincidió en que el entrenamiento en la detección de las cardiopatías congénitas es estratégico para el tratamiento: “Está comprobado que cuando se hace un diagnóstico precoz se pueden tomar muchísimos recaudos. Entre ellos, que el bebé nazca en un centro preparado”.
Los cardiólogos del Alassia y la gente de la fundación tienen una meta muy interesante para todo el centro norte de la provincia. “Queremos que cuando un obstetra ve un signo de alerta en una ecografía en Tostado o Reconquista, por ejemplo, pueda mostrarle esa imagen en tiempo real a un cardiólogo del Alassia para afinar el diagnóstico”, contó Puyol.
Está lejos de ser ciencia ficción. Hoy, la tecnología y el desarrollo de Internet permiten compartir estas imágenes en tiempo real y para el sistema de salud —y los pacientes—, estas interconsultas “a distancia” ahorran dinero y tiempo.
La detección temprana de las cardiopatías también es importante para que los padres puedan planificar el abordaje de la patología junto a los médicos. “Desde lo emocional es una situación difícil de manejar para los padres. Pero cuando se diagnostica a tiempo la mayoría de los tratamientos tiene buen pronóstico”, destacó Ritacca.
Otra cuestión central es la necesidad de que a cada chico que nace, como un protocolo básico, se le mida la saturación de oxígeno en la sangre con un oxímetro de pulso. “Es un análisis que se realiza muy rápidamente y enseguida indica si algo puede estar funcionando mal”, advierte Molina.
Equipamiento
Con más tecnología, los cardiólogos del Alassia podrían operar las cardiopatías congénitas de mayor riesgo en la ciudad y evitar derivarlas a hospitales de Buenos Aires. Lo que necesitan es un equipo de ecocardiografías tridimensional y un arco en C intensificador de imágenes. “Hay un alto nivel en los profesionales del servicio. Hay cuatro médicos que se formaron en el hospital Garrahan, por ejemplo, y contamos con el conocimiento médico y científico para hacer intervenciones más complejas, pero necesitamos este equipamiento”, reconoció Molina.
El jefe de Cardiología del Alassia contó que en el Primer Mundo ya se comenzaron a realizar operaciones para solucionar cardiopatías congénitas mientras el bebé se está desarrollando en la panza de la mamá. Es el futuro. Pero en la Argentina todavía hay muchas cosas que se pueden hacer para bajar la incidencia de la primera causa de muerte evitable en los recién nacidos.
Caminata y té bingo
En el año 2010 nació en la ciudad la Fundación por las Cardiopatías Congénitas, formada mayoritariamente por padres de chicos con malformaciones del corazón. Desde entonces a esta parte, trabaja en pos de una provincia donde las cardiopatías congénitas se detecten precozmente.
Ayer, en el marco del Día Mundial del Corazón, la fundación convocó a una caminata. Con el lema “Vení, hacele un mimo a tu corazón...”, todos los presentes partieron desde San Martín y Suipacha hacia el Teatro Municipal. Se aprovechó la oportunidad para reclamar una vez más la reglamentación de la Ley de Evaluación Cardíaca Fetal y que la oximetría de pulso sea una práctica de rutina en todos los recién nacidos.
Por otro lado, el próximo 5 de octubre la Fundación por las Cardiopatías Congénitas realizará un Té Bingo Solidario en el Centro Friulano (Salvador del Carril 2394), a partir de las 16. Lo recaudado servirá para comprar equipamiento para la terapia intensiva del Hospital de Niños Orlando Alassia. Los interesados en adquirir las tarjetas, o ser socios benefactores de esta fundación, pueden comunicarse al 0800 888 0074.
EL LITORAL.
No hay comentarios:
Publicar un comentario