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sábado, 4 de octubre de 2014

ROSARIO: "Mi hija lleva nueve años en coma y Capozucca sigue siendo arrogante"

La madre de la chica que sobrevivió al accidente dice que el conductor jamás mostró arrepentimiento ni se acercó a la familia. María Teresa Escudero, la madre de Carla, junto a la placa que recuerda en parque Norte el accidente.
La Capital | 

 La noticia de que por orden judicial Matías Capozucca está sometiéndose a estudios para intentar recuperar su carné de conducir antes de que se venza el plazo máximo de diez años de inhabilitación a que lo sentenció la Justicia fue demasiado para la mamá de Carla Alfaro. La chica, hoy de 25 años y en estado de coma vigil irreversible, es la única sobreviviente de los tres amigos que acompañaban a Capozucca la fatídica madrugada del 22 de mayo de 2005, cuando el BMW negro que manejaba, alcoholizado y a más de 115 kilómetros por hora, se estrelló contra un árbol en parque Norte. Para María Teresa Escudero, la única condena real que arrojó el accidente fue la de su propia familia. "Yo sí que tengo cadena perpetua", dice, convencida de que el joven "jamás se arrepintió, ni intentó el menor contacto". Y al volver a verlo ayer tramitando su rehabilitación para volver a manejar, la mujer aseguró que a Capozucca "no le importan los muertos, pero nunca podrá sacarse la espina de que Carla esté viva".
Jamás pensaron María Teresa y su esposo, Abenamar Alfaro, cuando adoptaron a Carla a los pocos días de nacida, que la vida les depararía semejante drama. Con hijos ya grandes en la casa, la beba trajo nuevos milagros y todo hacía pensar en un futuro de alegría.
Pero justamente el día en que cumplía 16 años, por esas cosas del destino la adolescente subió al auto equivocado. "Capozucca era el novio de la hermana de un compañero de Carla", rememora María Teresa, y evoca otros relatos en los que el joven aparecía siempre vinculado a coches caros.
No por casualidad, sino porque su padre era propietario de una concesionaria de autos de alta gama. "Y el pibe era un fachero, que se lucía mostrándoles a los otros chicos lo que manejaba", cuenta.
Esa fascinación por los autos fue quizás la que lo llevó a tomar, supuestamente sin permiso paterno, el BMW negro con el que después de una salida nocturna, e incluso tras haber bebido mucho alcohol (2 gramos por litro de sangre), terminaría protagonizando uno de los más luctuosos accidentes de que tenga registro la ciudad.
Luego del choque el joven incluso intentó fugarse, abandonando a dos de sus amigos muertos —Nayib Abraham, de 19 años, y Ursula Notz, de 16— y a Carla con lesiones gravísimas que la dejaron postrada de por vida.
Desde entonces la familia Alfaro transita una historia difícil de imaginar por lo penosa, en la que todos —madre, padre, una hermana y un hermano— hacen lo posible e imposible por atender a la chica, alimentada por sonda en una cama o silla de ruedas, sin capacidad de respuesta, pero con sus ojos bien abiertos (ver aparte).
"Ella lleva nueve años y medio así y yo el mismo tiempo de cadena perpetua", afirma María Teresa, "mientras (Matías) Capozucca y su padre, sin la menor vergüenza, con la arrogancia que tuvieron siempre, van a ver si consiguen el carné para manejar de nuevo como si nada hubiera pasado".
Para la mujer, "bastaba verlos ayer (por el miércoles) por televisión para darse cuenta de que no hay nada distinto de lo que hicieron siempre: es gente de poder y todo lo consiguen pagando".
"¿Es tanto lo que todavía desea el volante?", se pregunta con incredulidad, para asegurar que "a Capozucca no le importan los muertos, pero la espina que le queda es que Carla esté viva".
Sin arrepentimiento. Con un hilo de voz, María Teresa afirma que el joven "siempre fue un fachero" y que "lo único que le preocupa es salir escrachado en los diarios", lo "peor que le puede pasar". En cambio, dice, "de culpa y arrepentimiento no sabe nada".
En los nueve años y medio desde que se produjo el accidente que dejó a Carla en coma, sostiene la mujer, Matías Capozucca "nunca intentó el menor contacto" con la familia Alfaro, algo que en el fondo agradece "porque no soportaría verlo en la puerta".
Aun así, como es creyente, María Teresa le desea al joven que "lo perdone Dios". Porque ella, al menos, no puede.
Seguimiento
El Concejo Municipal aprobó ayer un proyecto de su presidente, Miguel Zamarini, para pedir informes al municipio sobre los trámites que realice Matías Capozucca para lograr que la Justicia le rehabilite su licencia de conducir. Y requiere que se detallen qué controles y seguimientos se le harán al joven, antes y después de que concluya sus trámites. 

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