La gran mayoría de los jóvenes militantes lucían camisetas azules y estamparon su propio lema a la procesion: "Madre caminamos por un pueblo en paz y sin buitres". | Foto: Twitter.
La última visita oficial a Santa Marta terminó por reforzar hacia adentro la postura provaticana del Gobierno. La cúpula camporista, semanas atrás, visitó al Santo Padre y se convenció de pegarse a su figura para buscar algo de alivio ante las pálidas que sacuden a la economía doméstica y debilitan el bolsillo de los argentinos. Es por ello que la activa participación que tuvo la organización kirchnerista en la 40° Peregrinación de la Juventud a Luján no sorprendió.
Si bien durante la jornada los principales líderes camporistas no se confundieron entre las decenas de miles de fieles que peregrinaron rumbo a Luján. La convocatoria para plantar bandera en la procesión llegó a oídos de la militancia de base en los barrios. Parte de la dirigencia camporista, con Wado de Pedro a la cabeza se hizo presente en el encuentro del PJ en Tandil. En paralelo, el acto del Nuevo Encuentro, liderado por Martín Sabatella, que llenó el estadio de Atlanta, se convirtió en un escenario también concurrido por la militancia kirchnerista.
En tanto, el amplio universo de organizaciones militantes kirchneristas se hizo sentir en la peregrinación, que tuvo como punto común de salida el barrio de Liniers ubicado en la intersección de Rivadavia y General Paz, debido a las columnas que aportó la Juventud Peronista de Buenos Aires y otras tantas de La Cámpora. El propio secretario general del frente juvenil, Juan Manuel Moreira, tuiteó desde su cuenta: "¡Llegamos a Moreno! Madre, con la @jpbuenosaires caminamos a Luján por un pueblo en paz, sin buitres".
La gran mayoría de los jóvenes militantes lucían camisetas azules y estamparon su propio lema a la procesion: "Madre caminamos por un pueblo en paz y sin buitres", rezaban las casacas.
Baja forzada. Uno de los emblemáticos funcionarios K que iba a ser de la partida en la procesión, cuyo lema es “Madre, ayúdanos a trabajar por la paz”, era Guillermo Moreno. El agregado en la embajada argentina en Roma tuvo que desempacar y cancelar el vuelo ante un irrefutable llamado de la presidenta para restarle trascendencia política, en medio de la renuncia del titular del Banco Central, a su vuelta al país.
Idas y vueltas. De las críticas abiertas a la indiferencia, de la indiferencia al escrache y del escrache al amor. El vínculo entre kirchnerismo y el papa Francisco, antes cardenal Jorge Bergoglio, estuvo signado por una serie de etapas que reflejaron el pulso político coyuntural.
Las frecuentes -en comparación- visitas de la presidenta al Vaticano tejieron una relación insospechada entre Balcarce 50 y la residencia de Santa Marta. La última reunión entre Francisco y Cristina tuvo eco directo, a las pocas horas, en el recinto de las Naciones Unidas, cuando la presidenta se encargó de citar y blandir su cercanía con el Papa en la pelea con el "terrorismo económico".
La onda expansiva, del reciente mitín, también se coló en la sanción del nuevo Código Civil. Luego de 300 días de que el Senado le diera media sanción, la reunión en el Vaticano habría acelerado los tiempos y aceitado ciertas concesiones ante los pedidos clericales.
Atrás quedaron viejas grescas entre el kirchnerismo y Francisco... al final "El amor vence al odio".
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