Renovada. Tiene capacidad para 9 cuerpos, 3 óbitos hiperobesos y 6 comunes; la anterior, se construyó hace 35 años.
El subdirector del hospital José María Cullen de la ciudad de Santa Fe, doctor Juan Pablo Polletti, informó que “ya funciona la nueva morgue en el efector, una obra que era necesaria y muy demandada”.
Cabe recordar que la anterior presentaba problemas para la correcta refrigeración y que no contaba con espacio suficiente para restos de personas hiperobesas, lo que generó algunos inconvenientes en el pasado.
Poletti precisó que, “con una inversión cercana al medio millón de pesos, se instaló la estructura que implicó un procedimiento complejo, respetando las normas de bioseguridad, higiene y salud”.
“Además –destacó el subdirector– representa un beneficio para los trabajadores. Y las mejoras también contribuyen a la inclusión, ya que cuenta con cubículos especiales para pacientes hiperobesos”.
A principios del corriente año se adjudicó la compra que fue realizada por el Ministerio de Salud y el hospital. “Era una morgue obsoleta que causaba muchos inconvenientes para la comunidad hospitalaria”, enfatizó el profesional.
Bioseguridad y cuidado
La inversión demandó un proceso que debió ajustarse al cumplimiento estricto de normas de bioseguridad, higiene y salud que incluyó a la participación de otras instituciones.
“Esto se debe a que en el Cullen se encontraban alojados seis cuerpos judicializados desde el 2010 y los familiares no los habían reclamado, motivo por el cual se desarrolló una serie de gestiones que posibilitaron el traslado responsable con las medidas sanitarias correspondientes”, explicó Polletti
En este marco, destacó “los esfuerzos de la morgue judicial y del hospital Iturraspe que colaboraron activamente. Posteriormente, se realizó una obra previa con una inversión de 100 mil pesos que incluyó la explanada, contrapiso, instalación eléctrica, colocación de motores de refrigeración, desagües de agua, etcétera, para luego realizar la instalación”, agregó.
Los trabajadores y las familias
“Este cambio en la estructura implica beneficios para la salud laboral de los empleados facilitando el traslado de los cuerpos, ya que se cuenta con una plancha hidráulica”, destacó el doctor Juan Pablo Poletti.
“La estructura anterior era obsoleta, había algunos inconvenientes que implicaban muchos esfuerzos del personal y económicos. Ahora contamos con un sistema de refrigeración que está a la vista, con un tablero que indica la información necesaria para un mejor control y fácil acceso”, agregó.
Y enfatizó: “El respeto hacia los familiares y el trato digno de los restos humanos es prioridad del hospital. Mientras que por otro lado hacemos hincapié en las condiciones laborales de los trabajadores”.
Posteriormente, señaló: “A veces se cuestiona este tipo de inversión pero nosotros creemos que debemos tener un respeto especial por el fallecido y por el familiar que va a hacerse del cuerpo del paciente querido que perdió. Eso es fundamental”.
Urgencias y tristes desenlaces
“También –agregó– debe tenerse en cuenta que este es un hospital en el cual se tratan muchas urgencias, tenemos lamentablemente muchos pacientes jóvenes y situaciones muy dolorosas e inesperadas e intentamos crear un ámbito en el cual ese respeto al paciente y al familiar se perciba. Además, desde luego, de las condiciones de salubridad necesarias”, agregó.
“Nuestro pedido radicó en las condiciones de la vieja morgue que estaba deteriorada y tenía 35 años de uso con algunos inconvenientes. Los montos de inversión fueron 100 mil pesos en la obra de reformas edilicias y 400 mil pesos aproximadamente en la estructura”, concluyó.
La nueva estructura tiene capacidad para nueve cuerpos, tres óbitos hiperobesos y seis comunes.
UNO SANTA FE.
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