Se trata de una mujer de 32 años que cobró giros de dinero en efectivo producto de un secuestro virtual. La investigación llevó meses y fue atrapada por los Policías de Investigaciones de Santa Fe.
Diario UNO |
La investigación se inició a fines de abril, y fue ejecutada por la Policía de Investigaciones y la fiscalía en turno del Ministerio Público de la Acusación, MPA, que lograron desentrañar la madeja de una organización dedicada a la ejecución de secuestros virtuales en varias provincias argentinas y que eran cobrados por una mujer en la ciudad de Córdoba, mediante un giro realizado a traves de la oficina de la empresa Western Union. Los investigadores están en presencia de un trabajo complejo que involucra a una organización criminal.
Minucioso trabajo policial
La investigación del suceso se inició a fines de abril cuando una mujer que vive en uno de los distritos de la costa santafesina a la vera de la ruta provincial N° 1°, recibió en la misma época un llamado al teléfono fijo de su vivienda, adonde desconocidos le dijeron que tenían privado de su libertad a su hermano, y que de ese momento en adelante, ella debía obedecer las instrucciones que les fueran suministrando para que su familiar no sufriera un daño grave físicamente. La mujer, atribulada por el acontecimiento que descolocó su vida completamente, siguió a pie juntillas las órdenes que le dieron los presuntos secuestradores de su hermano, y fue hasta un local y le cargó crédito a un teléfono celular, tal como se lo indicaron, y además una vez que los desconocidos se comunicaron con ella, le informaron que seguían sus pasos de cerca. Tanto es así, que le describieron como estaba vestida cuando activó el celular.
La investigación del suceso se inició a fines de abril cuando una mujer que vive en uno de los distritos de la costa santafesina a la vera de la ruta provincial N° 1°, recibió en la misma época un llamado al teléfono fijo de su vivienda, adonde desconocidos le dijeron que tenían privado de su libertad a su hermano, y que de ese momento en adelante, ella debía obedecer las instrucciones que les fueran suministrando para que su familiar no sufriera un daño grave físicamente. La mujer, atribulada por el acontecimiento que descolocó su vida completamente, siguió a pie juntillas las órdenes que le dieron los presuntos secuestradores de su hermano, y fue hasta un local y le cargó crédito a un teléfono celular, tal como se lo indicaron, y además una vez que los desconocidos se comunicaron con ella, le informaron que seguían sus pasos de cerca. Tanto es así, que le describieron como estaba vestida cuando activó el celular.
La guiaron a buscar dinero
Los presuntos secuestradores le dijeron a su víctima, adonde debía pararse para tomar un remise en la zona de la costa santafesina, haciéndole entender que conocían muy el terreno y la geografía, y con ello desalentar cualquier tipo de actitud de la mujer respecto de liberarse de sus órdenes de buscar dinero efectivo. Como ella les había explicado que la suma exigida no la poseía en su totalidad en su casa, la obligaron a ir a cajeros automáticos para retirar dinero, cuestión que ella consumó a bordo de un remis, y después como tampoco le alcanzaba, tuvo que ir a la casa de su madre en la ciudad de Santa Fe, y pedirle más plata.
Los presuntos secuestradores le dijeron a su víctima, adonde debía pararse para tomar un remise en la zona de la costa santafesina, haciéndole entender que conocían muy el terreno y la geografía, y con ello desalentar cualquier tipo de actitud de la mujer respecto de liberarse de sus órdenes de buscar dinero efectivo. Como ella les había explicado que la suma exigida no la poseía en su totalidad en su casa, la obligaron a ir a cajeros automáticos para retirar dinero, cuestión que ella consumó a bordo de un remis, y después como tampoco le alcanzaba, tuvo que ir a la casa de su madre en la ciudad de Santa Fe, y pedirle más plata.
Estuvo vigilada todo el tiempo
Mientras todo sucedía en el tiempo, la mujer mantenía la comunicación con el teléfono celular con los presuntos secuestradores de su hermano, y cuando concluyó la tarea de juntar la suma de dinero en efectivo que fue exigida, le ordenaron ir a un supermercado de una cadena internacional ubicado a la vera de la ruta nacional 168, adonde debió buscar la oficina de Western Union, y realizó dos depósitos y envios a la oficina de esa firma internacional en la ciudad de Córdoba.
Mientras todo sucedía en el tiempo, la mujer mantenía la comunicación con el teléfono celular con los presuntos secuestradores de su hermano, y cuando concluyó la tarea de juntar la suma de dinero en efectivo que fue exigida, le ordenaron ir a un supermercado de una cadena internacional ubicado a la vera de la ruta nacional 168, adonde debió buscar la oficina de Western Union, y realizó dos depósitos y envios a la oficina de esa firma internacional en la ciudad de Córdoba.
En el interior del hipermercado y en el mostrador de la oficina de Western Union, los hombres continuaban comunicados con el teléfono celular de la mujer y le hicieron saber que la estan observando desde algún punto. Le ordenaron que no les dé explicación alguna a las empleadas de la firma, y que una vez que estuviera terminado el trámite, saliera a la playa de estacionamiento. Algunos minutos después, los hombres le informaron que los depósitos habían llegado a la oficina de la firma internacional con sede enla ciudad de Córdoba, y que ella podría reencontrarse con su hermano.
Cayó en la cuenta del engaño
La mujer, cortó con los desconocidos e inmediatamente llamó al teléfono celular de su hermano, y le preguntó como y adonde estaba en ese momento. El hombre sorprendido por el tenor de la pregunta le dijo que estaba bien, y le hizo saber que no comprendía demasiado el interés de ella por su estado. La mujer, en ese preciso momento, se dio cuenta que fue víctima de una organización dedicada a los denominados secuestros virtuales.
La mujer, cortó con los desconocidos e inmediatamente llamó al teléfono celular de su hermano, y le preguntó como y adonde estaba en ese momento. El hombre sorprendido por el tenor de la pregunta le dijo que estaba bien, y le hizo saber que no comprendía demasiado el interés de ella por su estado. La mujer, en ese preciso momento, se dio cuenta que fue víctima de una organización dedicada a los denominados secuestros virtuales.
Denuncia y resultados
La mujer, víctima del suceso, se presentó espontáneamente en la sede de la Policía de Investigaciones, PDI, denunció el suceso con un relato pormenorizado y detallistas del suceso, y aportó un elemento que se transformaría en sustancial para la investigación: los comprobantes de los dos depósitos en la oficina de Western Union, con detalle de sumas de dinero, hora, destino. Los policías informaron a la fiscal en turno María de los Milagros Parodi del Ministerio Público de la Acusación,y así fue como lograron determinar que la organización que consumó el delito hizo otros de similares características en otras provincias argentinas.
La mujer, víctima del suceso, se presentó espontáneamente en la sede de la Policía de Investigaciones, PDI, denunció el suceso con un relato pormenorizado y detallistas del suceso, y aportó un elemento que se transformaría en sustancial para la investigación: los comprobantes de los dos depósitos en la oficina de Western Union, con detalle de sumas de dinero, hora, destino. Los policías informaron a la fiscal en turno María de los Milagros Parodi del Ministerio Público de la Acusación,y así fue como lograron determinar que la organización que consumó el delito hizo otros de similares características en otras provincias argentinas.
En las últimas horas, y con la colaboración de la Policía Judicial de Córdoba, lograron dar y aprehender a la mujer que cobró la suma de dinero en efectivo en dos giros en Western Union de la ciudad de Córdoba, la apresaron y anoche, fue traída la ciudad de Santa Fe.
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