El Papa Francisco pronunciará el próximo 25 de noviembre su primer discurso ante el Parlamento Europeo, en un reconocimiento del valor que esa institución representa para los europeos.
El discurso será pronunciado en la sede de Estrasburgo (capital de Alsacia, este de Francia), según explicó ayer el portavoz del Vaticano, padre Federico Lombardi.
"El Papa Francisco ha aceptado la invitación de visitar el Parlamento Europeo y de dirigir un discurso a sus miembros con motivo de una sesión solemne", explicó.
La visita del pontífice fue anunciada ayer por el presidente del Parlamento, Martin Schulz, a los presidentes de los grupos políticos.
Francisco había sido invitado por el presidente Schulz con ocasión de su visita al Vaticano el 11 de octubre del 2013.
Se trata de la segunda vez que un Papa visita el Parlamento Europeo, creado en 1952, después de la celebrada por Juan Pablo II el 11 de octubre de 1988.
En esa ocasión, el Papa polaco pronunció un memorable discurso en que pidió a los miembros del Parlamento Europeo la apertura de Europa a los países del Este y condenó los integrismos religiosos e ideológicos.
Dos años después la llamada Cortina de Hierro, la frontera política, ideológica, y en algunos casos también física, entre Europa Occidental y el bloque comunista, creada tras la Segunda Guerra Mundial, fue derrumbada pacíficamente cambiando la historia del viejo continente.
Se trata del segundo desplazamiento que el Papa argentino realiza dentro de Europa, lo que recalca el valor que otorga a las instituciones europeas, después del viaje que realizará el 21 de septiembre a Albania.
Francisco ya efectuó tres viajes oficiales desde que comenzó su pontificado en marzo de 2013, a Brasil, a Oriente Medio y a Corea del Sur.
Según fuentes diplomáticas, citadas por la agencia religiosa I.Media, es posible que el presidente francés, François Hollande, evite de asistir a la ceremonia de llegada de manera de resaltar que se trata de una visita a la institución y no al país, Francia.
Tampoco se descarta que durante su breve permanencia, el Papa realice una visita a la catedral gótica de Estrasburgo, consagrada al culto de la Virgen María, un rito que él suele cumplir en las ciudades que visita.
Francisco, que es sumamente sensible al problema de la inmigración, en varias ocasiones ha solicitado a la Unión Europea mayor solidaridad con los refugiados y perseguidos en Africa, entre ellos numerosos cristianos. Pero también ha recibido reproches por haber "descuidado Europa", y dar más peso a los problemas del Nuevo Mundo.
En junio pasado esbozó su visión Europa y llegó a calificar el continente de "cansado" y de haber renegado sus raíces. "Debemos ayudar a que las encuentren", declaró en un encuentro en Roma.
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