Son un grupo de estudiantes de distintas escuelas secundarias de Rosario y opinaron sobre el voto a los 16, el voto más joven. Algunos están decididos a votar, otros dicen que "no se sienten preparados".
.La Capital |
Tienen 16 años pero no llegan a los 18, y todos están habilitados para votar en las próximas elecciones. Algunos irán convencidos a ejercer este derecho nuevo, otros dicen que no se sienten seguros, dudan o ya se inclinaron por no votar. Lo interesante es que a ninguno le resulta indiferente la posibilidad de elegir, aunque para ellos no sea obligatorio. Hablan de la participación en las escuelas, del simulacro propuesto por el Ministerio de Educación y piden ser escuchados. Son un grupo de estudiantes de distintas escuelas de Rosario, que opinan sobre el voto a los 16, el voto más joven.
En el grupo de chicos y chicas, están Sofía Tuamá, Marianela Herrera y Lucas González, de la Técnica 393 de la zona sur de Rosario (Alice y Lamadrid); Violeta Depaoli y David Solé, de un secundario público del centro de la ciudad; Carla Leiva y Juan Manuel Ortiz, del Instituto Zona Oeste (Santa Fe y Sucre), y Franco Demaríe, Alicia Aquino, Lucas Zalatel y Sofía Gironacci, de la Secundaria Las Heras, de la zona norte (Falucho 238 bis).
De una manera u otra, todos se involucran en la charla que los invita a conversar sobre cómo se preparan y qué piensan sobre el voto joven, que los tiene como protagonistas principales en las próximas elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias del 11 de agosto y en las generales del 27 de octubre que viene. Es que están entre los poco más de 28 mil jóvenes que votarán por primera vez en la provincia (más de 600 mil a nivel nacional).
Simulacro. Lo primero que traen a la conversación es cómo viven este debate en las escuelas. Surge entonces en escena el simulacro electoral que bajó el Ministerio de Educación santafesino a los secundarios, sustentado en una campaña donde los candidatos son próceres. Así, por ejemplo, Sarmiento, Mitre y Avellaneda son los postulados.
"Yo no lo veo muy bien, no es una buena comparación ponernos a votar próceres con votar candidatos de la vida real; los próceres no nos dan ninguna idea ni doctrina, y los de la vida real sí", opina Juan Manuel, de 17 años, que ya se decidió por no participar de las próximas elecciones de agosto y octubre. Y dice aún más: "Nos están dando un poder importante, votar lo es y lleva una gran responsabilidad tenerlo. Yo no me animaría a votar sin haber leído una doctrina política de ningún partido".
David y Violeta, los dos de 16 años, están bien decididos a ejercer lo que definen "esta ampliación de derechos" a los jóvenes. Se entusiasman con la idea y dicen por qué.
"Yo tengo una idea política de algo, que me hace sentir seguro, y me parece muy bueno expresarla con el voto. Siempre estuve más o menos informado, en mi casa siempre seguimos las noticias, siempre compramos el diario", explica David, que ve en el proceso electoral que se avecina una oportunidad clara de apoyar la idea con la que se identifica.
Ejercicio. Violeta considera esta posibilidad de votar con 16 años una ocasión de ejercicio ciudadano. "Personalmente pienso que es incluir a los jóvenes en la política que se viene. Es una opción de votar las ideas en las urnas. Y de saber que en uno o dos años vamos tener la responsabilidad y obligación de elegir a los representantes (ahora es opcional). Creo que es una forma de despertar un interés en jóvenes de 16 y de 17 años. Además, pienso que hay un montón de medios donde podemos informarnos sobre los candidatos y las propuestas", dice la alumna de 4º del secundario..
Sofía G., Lucas Z., Alicia, Franco, Marianela y Lucas G. coinciden en que el simulacro electoral basado en próceres que les proponen en la escuela les resulta útil. Sofía G. rescata que "es el segundo año que se hace, que se investiga y se hacen afiches" explicativos. Lucas Z. agrega que "ayuda para informarse cómo votar"; Marianela considera que "es una buena idea porque para votar a los próceres también hay que estudiarlos". Y Lucas G. analiza que si se votaran candidatos de la vida real alguien podría especular con los resultados. "Para mí está buena esta idea de los próceres, porque con los candidatos reales se generaría otro debate y dirían que «están haciendo política»", argumenta.
Sofía T. no concuerda con sus compañeros y lo dice así: "No está mal hablar de política en la escuela, porque hay muchos que se postulan para diputado o senador y no se sabe quiénes son ni qué hacen. Estaría bueno que en las escuelas, cuando se hace un simulacro, en vez de poner a los próceres estén los candidatos que se postulan, nos daría un mejor conocimiento para cuando vayamos a votar".
Más opiniones. Juan Manuel ya se decidió por no ir a votar, Violeta y David sí. ¿Y qué hará el resto?
"Yo voy a votar", afirma sin dudarlo Carla, de 17 años, y explica sus razones: "Creo que si se aprobó una ley para que se vote a los 16 años tendría que ser obligatoria. Pero si fuera así tendría que haber en las escuelas la correcta formación, sin que haya política partidaria. Hablo de más formación ética y ciudadana que se da en todas las escuelas, pero tendría que ser más profunda" esa enseñanza.
Lucas G., de 16, dice que irá con ganas a votar. "Pasa que esto te va preparando porque después nos tocará votar a un presidente. Y ponele que voto a uno que se equivoca y hace mal las cosas, que lo elegí y me equivoqué. Entonces antes de volver a votarlo lo pensaría mil veces".
Sofía G. y Alicia, las dos de 17 años, comparten sus dudas y temores, por eso anticipan que se inclinan más por no participar del proceso electoral. "Creo que no voy a votar porque no tengo idea, y creo que para la mayoría es igual. No me siento lista para hacerlo", dice Sofía G. Su amiga Alicia también considera: "Pienso lo mismo que ella, no me siento preparada y no tengo conocimiento del tema".
Preparación. A Franco y Lucas Z., ambos de 16, les pasa algo parecido, comparten esta sensación de no sentirse preparados. "Capaz que a último momento me decido y voy, pero hasta ahora no voy a ir a votar. Me gustaría que el tema se debata más", pide Franco. Y Lucas Z. también se inclina "por más debate" y señala: "Por el momento no sé si voy a ir a votar, quizás si me informo un poco más lo haga".
"A mi me parece que para ir a votar está bueno que la escuela te capacite, que te vaya instruyendo para ese día, porque es verdad que muchos no saben qué hacer. Yo sí voy a ir a votar, porque en mi casa se debate el tema de los que se postulan", adelanta Sofía T.
Marianela adhiere a que el llamado voto joven no sea obligatorio. "Yo estoy igual que ellas (por Sofía G y Alicia). No sé lo que voy a hacer, tengo dudas. Estoy de acuerdo que sea un voto opcional, porque si en este momento fuera obligatorio yo votaría lo que me digan mi mamá y mi papá. Y eso creo que no me sirve. Sería como ir a hacer un mandado, y seguiría sin entender nada".
Pero además la joven pide la palabra para expresar algo que se relaciona con las miradas críticas al derecho del voto joven: "He escuchado muchas veces que votan porque les dan una beca o una netbook. Pero, ¡ojo! porque te lo pueden decir, pero vos en el cuarto oscuro hacés lo que querés. Yo no me siento que me puedan comprar y veo mal que digan cosas así"
La charla termina, se integran para la foto en común y con diferentes miradas al final todos dejan una buena señal: ninguno dice "esto no me interesa" o "me da lo mismo", más bien se muestran interesados y preocupados por ejercer un derecho nuevo, de la mejor manera.
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