Horacio Quintero está preso desde el 24 de junio de 2011, acusado de matar a golpes a Ignacio, de 3 años, que junto con su hermano Valentino estaban bajo su cuidado.
El caso se remonta al 23 de junio de 2011, en el barrio Tanque de Santo Tomé, cuando Horacio, su mujer y sus hijos, regresaban a su casa de calle 3 de Febrero al 2000, donde habían dejado solos los mellizos de 3 años.
Esa noche, Quintero castigó a los niños porque estando solos habían hecho un desastre en la casa, ensuciando lo que encontraron a su paso con un frasco de mermelada.
Los arrastró desde el baño, donde los encontró durmiendo, los llevó al dormitorio, y tras obligar a su mujer a subir el volumen del televisor les dio una fortísima golpiza. Los médicos forenses pudieron acreditar que hubo patadas, golpes de puño y cintazos para los dos indefensos.
El acto de crueldad del que fueron víctimas los chicos continuó en el patio, donde los lavaron con agua fría -era invierno- y lavandina porque se habían defecado; pero al notar que uno de los dos ya no se sostenía en sus pies, los bañaron con agua caliente.
A las 23.15 Ignacio ingresó a un sanatorio privado de la ciudad de Santo Tomé y fue trasladado de urgencia al hospital de Niños Dr. Orlando Alassia, donde murió a causa de los golpes en las primeras horas de la madrugada del día siguiente.
Detenido y procesado
El juez de Instrucción Sexta, Sergio Carraro, ordenó la detención de Quintero esa misma noche, pero luego mandó encarcelar a su mujer Georgina Orellano.
El 1° de julio de 2011 el magistrado dictó el procesamiento para ambos y les confirmó la prisión preventiva. Quintero fue considerado autor de los delitos de “homicidio doblemente calificado por el vínculo y cometido con ensañamiento”, en el caso de Ignacio; y “lesiones leves dolosas agravadas por el vínculo”, por la golpiza propinada a Valentino. Por su parte, a Orellano le atribuyó el delito de “homicidio calificado cometido con ensañamiento”.
Los abogados María Gabriela Arri -por Orellano- y Héctor Tallarico -por Quintero-, apelaron la medida y la Sala II de la Cámara de Apelación Penal de Santa Fe se expidió el 10 de agosto confirmando parcialmente el procesamiento para el hombre -le sacó el agravante de ensañamiento-; y revocando lo resuelto en torno a la mujer, que recuperó la libertad esa misma noche.
Una vez finalizada la etapa de instrucción, que culminó con un análisis de ADN el cual corroboró que los mellizos no eran hijos biológicos de Quintero y Orellano, la causa se elevó al Juzgado de Sentencia N° 6, que actualmente se encuentra vacante.
Calificación legal
Se abocó al expediente el juez Norberto Nisnevich -Sentencia N° 4-, quien ayer se expidió condenando a Horacio Hugo Quintero como autor del delito de “homicidio, lesiones leves y tenencia de arma de fuego de uso civil sin autorización” y le impuso una pena de 17 años de cárcel.
La investigación judicial permitió determinar que Quintero y Orellano se habían hecho cargo de los mellizos, hijos naturales de otra mujer que vive en Córdoba, con la que el hombre supo estar vinculado.
La pareja tenía bajo su responsabilidad y cuidado a los mellizos Ignacio y Valentino, una hermanita menor de estos dos; y tres hijos más, dos mujeres y un varón. Las dos más grande, de 14 y 15 años, hablaron en cámara Gesell sobre lo ocurrido la noche del crimen, por lo que el juez Nisnevich declaró nulos los pasajes de los testimonios que comprometen a su padre.
Horacio Quintero cuenta hoy con 35 años de edad y falta poco más de un mes para que cumpla el segundo año preso. Si bien el fallo todavía no está firme, en el caso de confirmarse la condena vencerá cuando el imputado cumpla los 50 años.
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