La Justicia procesó a un hombre de 40 años que a fines de marzo roció con nafta la casa donde dormían su ex mujer y dos hijos. Luego de varias horas de negociación lograron disuadirlo.
Un prolongado conflicto de pareja estuvo a punto de terminar con una tragedia en San Carlos Centro, cuando la madrugada del 29 de marzo Abel Lorenzo Roldán se acercó a la casa donde dormían su ex mujer y sus hijos y amenazó con incendiarlos.
Afortunadamente, la policía del lugar pudo convencer al pirómano para que desista de llevar a cabo la empresa criminal y se entregara a los uniformados. Desde entonces, Roldán se encuentra privado de la libertad y fue procesado el mes pasado como probable autor de los delitos de “privación ilegítima de la libertad calificada y homicidio doblemente agravado en grado de tentativa”.
La resolución dictada por el juez de Instrucción Tercera, Luis Octavio Silva, confirma además el pedido de prisión preventiva realizado por el Fiscal N° 1, Carlos Rolando, atento al peligro de fuga y entorpecimiento probatorio latentes.
Horas de tensión
Según el relato de víctimas y testigos, Roldán se presentó de manera inesperada en la casa de Scalabrini Ortiz y Tomás Lubarry. No eran más de las 2.30 de la mañana cuando con una botella con nafta comenzó a rociar las habitaciones de la humilde morada, donde a esa hora pernoctaban la mujer de 42 años, con sus dos hijos, un varón de 20 y una chica de 16, que estaba con el novio de 22.
Roldán, de 40 años, le reprochaba a su ex mujer haber dado por concluida la relación. La pareja había estado conviviendo durante 7 años y llevaban dos meses separados, situación que el hombre no supo sobrellevar.
En medio del drama y antes de que tomara conocimiento el personal policial, Roldán dejó salir al novio de la chica, que poco tenía que ver con lo que ocurría en el lugar.
Tres horas pasaron desde que se inició el conflicto hasta que un vecino decidió llamar al Comando para que tomara cartas en el asunto.
Ante la gravedad del caso, la policía cerró las calles aledañas y convocó a dos dotaciones de la Asociación de Bomberos Voluntarios de San Carlos ante una inminente emergencia.
“Quise asustarlos”
A las 5.30 de la mañana comenzaron las negociaciones, a cargo del subjefe de la Comisaría 2da., el oficial principal Matías Bálsamo, que en menos de una hora logró desalojar la vivienda y hacer que Roldán se entregara sin lastimar a nadie.
Ya en sede judicial, el acusado reconoció lo ocurrido en su declaración indagatoria, aunque suavizó la versión diciendo que “sólo quiso asustarlos”.
Sin embargo, para el juez Silva, el imputado “atentó contra la ex concubina y su grupo familiar en un marco precedente de violencia de género”. Además definió como “sorpresiva y violenta” la “irrupción nocturna” del reo, que no tuvo resistencia ya que “los moradores estaban durmiendo”.
En base a esos argumentos y las declaraciones de víctimas y testigos el juez Silva procesó a Roldán el 23 de abril pasado, que permanece tras las rejas aguardando que la causa sea elevada a sentencia.
Afortunadamente, la policía del lugar pudo convencer al pirómano para que desista de llevar a cabo la empresa criminal y se entregara a los uniformados. Desde entonces, Roldán se encuentra privado de la libertad y fue procesado el mes pasado como probable autor de los delitos de “privación ilegítima de la libertad calificada y homicidio doblemente agravado en grado de tentativa”.
La resolución dictada por el juez de Instrucción Tercera, Luis Octavio Silva, confirma además el pedido de prisión preventiva realizado por el Fiscal N° 1, Carlos Rolando, atento al peligro de fuga y entorpecimiento probatorio latentes.
Horas de tensión
Según el relato de víctimas y testigos, Roldán se presentó de manera inesperada en la casa de Scalabrini Ortiz y Tomás Lubarry. No eran más de las 2.30 de la mañana cuando con una botella con nafta comenzó a rociar las habitaciones de la humilde morada, donde a esa hora pernoctaban la mujer de 42 años, con sus dos hijos, un varón de 20 y una chica de 16, que estaba con el novio de 22.
Roldán, de 40 años, le reprochaba a su ex mujer haber dado por concluida la relación. La pareja había estado conviviendo durante 7 años y llevaban dos meses separados, situación que el hombre no supo sobrellevar.
En medio del drama y antes de que tomara conocimiento el personal policial, Roldán dejó salir al novio de la chica, que poco tenía que ver con lo que ocurría en el lugar.
Tres horas pasaron desde que se inició el conflicto hasta que un vecino decidió llamar al Comando para que tomara cartas en el asunto.
Ante la gravedad del caso, la policía cerró las calles aledañas y convocó a dos dotaciones de la Asociación de Bomberos Voluntarios de San Carlos ante una inminente emergencia.
“Quise asustarlos”
A las 5.30 de la mañana comenzaron las negociaciones, a cargo del subjefe de la Comisaría 2da., el oficial principal Matías Bálsamo, que en menos de una hora logró desalojar la vivienda y hacer que Roldán se entregara sin lastimar a nadie.
Ya en sede judicial, el acusado reconoció lo ocurrido en su declaración indagatoria, aunque suavizó la versión diciendo que “sólo quiso asustarlos”.
Sin embargo, para el juez Silva, el imputado “atentó contra la ex concubina y su grupo familiar en un marco precedente de violencia de género”. Además definió como “sorpresiva y violenta” la “irrupción nocturna” del reo, que no tuvo resistencia ya que “los moradores estaban durmiendo”.
En base a esos argumentos y las declaraciones de víctimas y testigos el juez Silva procesó a Roldán el 23 de abril pasado, que permanece tras las rejas aguardando que la causa sea elevada a sentencia.
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