Un grupo de vecinos y familiares los acompañó a Tribunales, donde dijeron que fueron falsamente acusados por la religiosa, discriminados por ser "paraguayos".
La Capital |
Los cinco detenidos acusados de instigar el acampe en el predio donde la hermana María Jordán desarrolla sus tareas comunitarias quedaron ayer en libertad tras ser indagados y formalmente acusados de usurpación, robo, estelionato (vender un bien ajeno), amenazas calificadas, daños y resistencia a la autoridad. Un grupo de vecinos y familiares los acompañó a Tribunales, donde dijeron que fueron falsamente acusados por la religiosa, discriminados por ser "paraguayos" y se definieron como "gente de trabajo". Uno de los heridos amplió su denuncia contra la policía.
Los hechos ocurridos entre el viernes 10 de mayo y el sábado 11 en Cabal 1400 bis, la porción del barrio Empalme Graneros donde un grupo de vecinos ocupó el terreno en el que la hermana Jordán despliega su tarea, tuvo ayer otro capítulo en la Justicia.
A partir de las 11.40 los cinco detenidos acusados de instigar el acampe —desactivado el sábado por la mañana tras una controvertida intervención policial— cuatro hombres de nacionalidad paraguaya y una mujer desfilaron por el despacho del juez de Instrucción Nº 9, Javier Beltramone, que les tomó declaración indagatoria.
Quedaron formalmente imputados de varios delitos: incitar a un grupo de 100 personas a ocupar el predio, haber ofrecido a la venta las parcelas, amenazas a Jordán, daños y resistencia a la autoridad por arrojar piedras al personal policial y judicial, entre otros.
Los acusados negaron la imputación y se abstuvieron de declarar.
En la misma audiencia sus defensores, José Ferrara, Adrián Ruiz y Antonella Travesaro solicitaron la excarcelación, a la que hizo lugar el juzgado provincial sobre la media tarde.
"A partir del lunes se expondrá la defensa formal de estas personas, pero ya se anticipó al juzgado que se trata de gente de trabajo, con una empresa de construcción con casi 30 empleados y 16 años de vivir en el barrio", anticipó Travesaro sobre el perfil de sus defendidos.
Los imputados no estuvieron solos durante la declaración. Mientras que el hermano de tres detenidos dijo que haría una "contra denuncia por discriminación y falsa acusación", en el portal de ingreso a los Tribunales, sobre calle Balcarce, un grupo de 15 vecinos de Empalme y el hijo de una mujer detenida aclaraban una y otra vez que los acusaron falsamente.
"Ellos no tiene nada que ver. Los acusan de narcotraficantes, pero son obreros de la construcción que trabajan todo el día", dijo una joven que atribuyó a Jordán la denuncia contra los imputados. "Como la chica que está detenida salió en la tele a criticarla, la monja la acusó. Eso no está bien", repetía con una pancarta en la mano que rezaba: "Jordán arrepentite, Dios te va a perdonar".
"El resto no vino porque no tiene plata para las tarjetas (de transporte)", aclaró otra mujer a este diario para justificar la ausencia de vecinos que tenían intenciones de manifestar su apoyo a los detenidos.
Baleado. Mientras que el juez Beltramone descartó la utilización de balas de plomo por parte de la policía al realizar el desalojo, Adrián Antonio Olmos, un verdulero de 39 años que fue herido el sábado en el pie derecho por una bala calibre 9 milímetros, aguardaba parado sobre muletas ampliar su denuncia en el juzgado.
"Eran las nueve de la mañana, estaba parado conversando con una persona del barrio, pidiendo lugar para salir a trabajar. A mi izquierda estaba toda la policía y de repente siento el balazo en el pie derecho. La bala me entro por la parte de adentro y quedó alojada. En las radiografías que tienen en el Heca (Hospital de Emergencias Clemente Alvarez) sale perfecto que es una bala calibre 9 milímetros", explicó el hombre a LaCapital.
Otra vecina también aportó al juzgado cartuchos que contenían perdigones de plomo supuestamente utilizados por la fuerza de seguridad.
En ese aspecto, el accionar de los uniformados es investigado por la sección Judiciales de la Unidad Regional II.
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