El Diputado Provincial Maximiliano Pullaro y Carlos Andrés Ascaíni, el hombre de Villa Cañás, procesado y detenido como uno de los principales narcos del sur santafesino, volvieron a verse las caras. Fue este viernes, en los Tribunales de Melincué y frente al juez Leandro Martín, quien condujo la audiencia en la cual el legislador provincial se constituyó como querellante en la causa por las amenazas que recibió a través del perfil de Facebook de Ascaíni.
La Capital |
La primera audiencia, el 26 de abril pasado, se había suspendido ante la ausencia del defensor de Ascaíni, Paul Krupnik. Pero ayer el trámite se realizó sin inconvenientes y al concluir el mismo Pullaro explicó: "Me constituí como querellante porque quiero seguir activamente la causa y dejar en claro que vamos a ir hasta las últimas consecuencias en esta pelea contra el narcotráfico".
La historia de las amenazas empezó el 19 de diciembre pasado cuando el diputado denunció que en el perfil de Facebook de Ascaíni aparecía la frase "Maxi Pull, voy a ser tu grano en el culo el resto de tu vida". Para los abogados patrocinantes de la querella, Leandro Corti y Benjamín Gianetti, esos dichos son intimidatorios a la figura de Pullaro.
Para el diputado radical, tanto las amenazas a su persona como las proferidas hacia la fiscal federal Liliana Bettiolo y al jefe de la ex Drogas Peligrosas del departamento General López, Alejandro Druetta, se encuadran en la intención de Ascaíni de alarmar o amedrentar a una o más personas. Y esas personas son casualmente las que vienen denunciando su accionar desde hace muchos años como narcotraficante.
Recurso. Aprovechando su estancia en los Tribunales, Carlos Ascaíni presentó ayer un hábeas corpus correctivo en nombre de su esposa, quien fue detenida en el operativo "Azúcar blanco". La presentación, según las fuentes, se realizó porque llegó a oídos de Ascaíni que iban a atentar contra la vida de la mujer en caso de ser trasladada a una cárcel del Servicio Penitenciario Federal.
La mujer por ahora está presa en la alcaidía de Melincué, dependiente de la policía santafesina, aunque por estar implicada en una causa federal se pensaba que iba a ser derivada a la cárcel de Ezeiza. "Ya el año pasado la mujer había recibido amenazas en su teléfono y presentó tres denuncias que jamás se investigaron", dijo Krupnik. Y mencionó que ahora "aparece una autoridad de la Policía Federal le hace llegar a mi cliente este dato por lo que se presenta el recurso a fin de proteger a la mujer que es madre de tres criaturas de 5, 8 y 11 años".
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