Después de una espera de seis años, le realizarán una vaginoplastía. El Iapos asumirá el 100 % del costo de la cirugía.
Alejandra Ironici está feliz. La operación de reasignación de sexo que esperó durante seis años está a días de concretarse, y una inmensa alegría la invade. La primera trans de la provincia de Santa Fe en tener un DNI con nombre femenino, luego de que el ex gobernador Hermes Binner firmara un decreto autorizando los cambios —más tarde se aprobó la Ley de Identidad de Género—, será intervenida quirúrgicamente el 22 de mayo en el hospital Gutiérrez de la ciudad de La Plata (Buenos Aires). Le harán una vaginoplastía.
“Estoy ansiosa, esperando el día. La operación tiene una duración aproximada de 5 horas y empezará muy temprano, a las 6 de la mañana. De cualquier manera, de Santa Fe me voy unos días antes ya que tengo que internarme el 19 de mayo”, contó a El Litoral. Y agregó: “Según me explicaron los médicos tendré un post operatorio de 10 días y después siete meses de cuidados especiales”.
El equipo médico que le reasignará el sexo estará encabezado por el médico urólogo César Fidalgo y el cirujano plástico Matías Pérez. Estarán acompañados por profesionales de otras áreas de la medicina, y todos juntos sumarán un número cercano a las diez personas.
“Fue un proceso largo”
Ironici parece ser pionera en todo. Fue la primera trans en tener DNI, también en ser nombrada efectiva en una repartición pública del gobierno provincial y en asumir la presidencia de una vecinal de la ciudad. Y en esta oportunidad, también será primera. Es que hasta el momento ningún transexual de la provincia de Santa Fe se sometió a la operación de reasignación de sexo en un hospital público. “En nuestra provincia, hay 20 trans en lista de espera, de un total de 160 que hay en el país”, refirió quien aguarda la operación desde hace seis años.
También significará un antecedente en salud pública. Es que hubo un trabajo conjunto entre el hospital Iturraspe de Santa Fe y el hospital Gutiérrez de La Plata a los fines de poder concretar la intervención. Además, la obra social de la provincia —Iapos— asumirá todo el costo de la operación, que ronda los cien mil pesos.
Cabe señalar que, hasta el momento, en la provincia de Santa Fe no se hace este tipo de intervenciones; y en la de Buenos Aires hay solamente dos lugares en el ámbito público: el hospital Gutiérrez y el hospital Durand.
Su historia
Alejandra Ironici nació el 4 de noviembre de 1976, en Tostado. Cuando su familia se enteró su condición sexual, tenía 14 años.
“Fue un subcomisario el que se los dijo a mis padres. Al principio no lo entendieron y hasta me pegaron. Por entonces no era como ahora que se habla del tema”, contó. Y agregó: “Esa persona se acercó a mi casa, en Tostado, y pidió que yo no me acercara a sus hijas, con quienes estudiaba. Les dijo que yo no era digna en su casa y era un mal ejemplo porque me juntaba con los travestis y gays del pueblo”.
Pero Alejandra nunca dejó de lado un concepto que considera fundamental para la vida: la aceptación personal. “Siempre tuve claro que debía aceptarme como era y no importaba la opinión de los demás. Iba a la escuela como me decían que tenía que ir. Por supuesto que me hubiese gustado ir de pollera y taco, pero sabía que de esa manera nunca iba a terminar mis estudios. Opté por adaptarme al sistema y no revelarme porque sólo iba a generar rechazo y resistencia del otro lado”, manifestó. Y agregó que siempre se sintió mujer, desde que tiene 5 años y se enamoró de un nene del jardín.
A días de que llegue la operación que tanto esperó, Alejandra recordó a su mamá. Está segura que si viviera estaría muy orgullosa de ella, por todos los logros que consiguió. “Me duele no tenerla. Me hubiese gustado mucho que me acompañe en la cirugía”, manifestó convencida de que sentirá su presencia de alguna manera ya que el día que la operan es Santa Rita, de quien su madre era fiel seguidora.
La operación significa para Alejandra cerrar una etapa de su historia. Considera que a partir de ella no será más mujer que antes, porque siempre se sintió como tal. Pero sí que le abrirá otras puertas, como la del amor. “En la actualidad, estoy soltera, en soledad. Es cierto que se avanzó en los modelos de familia como mamá-mamá, papá-papá. Pero no trans-varón heterosexual.
Hasta el momento no tuve la suerte de encontrar un compañero. Y tal vez con esta operación revierto eso”, indicó. Seguidamente, aclaró: “Yo me siento mujer desde siempre. Esta operación no me va a hacer más mujer ni tampoco me garantiza que voy a ser feliz con un hombre; pero de todas maneras será cerrar una etapa de mi vida a la que le quería poner fin”.
Por último, transmitió un mensaje a los trans que aguardan su operación. Les dijo que no bajen los brazos, que todo en la vida se logra siempre que haya fuerza de voluntad y empeño. “Todo lo que logré fue a costas de muchas lágrimas; pero valió la pena derramarlas”, finalizó.
“Estoy ansiosa, esperando el día. La operación tiene una duración aproximada de 5 horas y empezará muy temprano, a las 6 de la mañana. De cualquier manera, de Santa Fe me voy unos días antes ya que tengo que internarme el 19 de mayo”, contó a El Litoral. Y agregó: “Según me explicaron los médicos tendré un post operatorio de 10 días y después siete meses de cuidados especiales”.
El equipo médico que le reasignará el sexo estará encabezado por el médico urólogo César Fidalgo y el cirujano plástico Matías Pérez. Estarán acompañados por profesionales de otras áreas de la medicina, y todos juntos sumarán un número cercano a las diez personas.
“Fue un proceso largo”
Ironici parece ser pionera en todo. Fue la primera trans en tener DNI, también en ser nombrada efectiva en una repartición pública del gobierno provincial y en asumir la presidencia de una vecinal de la ciudad. Y en esta oportunidad, también será primera. Es que hasta el momento ningún transexual de la provincia de Santa Fe se sometió a la operación de reasignación de sexo en un hospital público. “En nuestra provincia, hay 20 trans en lista de espera, de un total de 160 que hay en el país”, refirió quien aguarda la operación desde hace seis años.
También significará un antecedente en salud pública. Es que hubo un trabajo conjunto entre el hospital Iturraspe de Santa Fe y el hospital Gutiérrez de La Plata a los fines de poder concretar la intervención. Además, la obra social de la provincia —Iapos— asumirá todo el costo de la operación, que ronda los cien mil pesos.
Cabe señalar que, hasta el momento, en la provincia de Santa Fe no se hace este tipo de intervenciones; y en la de Buenos Aires hay solamente dos lugares en el ámbito público: el hospital Gutiérrez y el hospital Durand.
Su historia
Alejandra Ironici nació el 4 de noviembre de 1976, en Tostado. Cuando su familia se enteró su condición sexual, tenía 14 años.
“Fue un subcomisario el que se los dijo a mis padres. Al principio no lo entendieron y hasta me pegaron. Por entonces no era como ahora que se habla del tema”, contó. Y agregó: “Esa persona se acercó a mi casa, en Tostado, y pidió que yo no me acercara a sus hijas, con quienes estudiaba. Les dijo que yo no era digna en su casa y era un mal ejemplo porque me juntaba con los travestis y gays del pueblo”.
Pero Alejandra nunca dejó de lado un concepto que considera fundamental para la vida: la aceptación personal. “Siempre tuve claro que debía aceptarme como era y no importaba la opinión de los demás. Iba a la escuela como me decían que tenía que ir. Por supuesto que me hubiese gustado ir de pollera y taco, pero sabía que de esa manera nunca iba a terminar mis estudios. Opté por adaptarme al sistema y no revelarme porque sólo iba a generar rechazo y resistencia del otro lado”, manifestó. Y agregó que siempre se sintió mujer, desde que tiene 5 años y se enamoró de un nene del jardín.
A días de que llegue la operación que tanto esperó, Alejandra recordó a su mamá. Está segura que si viviera estaría muy orgullosa de ella, por todos los logros que consiguió. “Me duele no tenerla. Me hubiese gustado mucho que me acompañe en la cirugía”, manifestó convencida de que sentirá su presencia de alguna manera ya que el día que la operan es Santa Rita, de quien su madre era fiel seguidora.
La operación significa para Alejandra cerrar una etapa de su historia. Considera que a partir de ella no será más mujer que antes, porque siempre se sintió como tal. Pero sí que le abrirá otras puertas, como la del amor. “En la actualidad, estoy soltera, en soledad. Es cierto que se avanzó en los modelos de familia como mamá-mamá, papá-papá. Pero no trans-varón heterosexual.
Hasta el momento no tuve la suerte de encontrar un compañero. Y tal vez con esta operación revierto eso”, indicó. Seguidamente, aclaró: “Yo me siento mujer desde siempre. Esta operación no me va a hacer más mujer ni tampoco me garantiza que voy a ser feliz con un hombre; pero de todas maneras será cerrar una etapa de mi vida a la que le quería poner fin”.
Por último, transmitió un mensaje a los trans que aguardan su operación. Les dijo que no bajen los brazos, que todo en la vida se logra siempre que haya fuerza de voluntad y empeño. “Todo lo que logré fue a costas de muchas lágrimas; pero valió la pena derramarlas”, finalizó.
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