El Ministerio de Seguridad de la provincia, a través de la Secretaría de Seguridad Comunitaria, informó que la panificadora Sara María Furman de la ciudad de Santa Fe acaba de ampliar su horario de producción y la planta de personal. Concretamente, este mes se sumó el turno tarde, de 14 a 19 horas, donde elaboran panificación cinco personas recientemente incorporadas.
Se trata de dos hombres que están bajo el cuidado del Servicio Penitenciario: una persona que recuperó su libertad y dos jóvenes -de 20 y 22 años- oriundos de los barrios Chaqueño y de Santa Rosa de Lima, quienes están participando del Programa Juventudes Incluidas. Uno de ellos, a su vez, tiene la responsabilidad de ser el encargado del turno vespertino. De esta manera suman 13 las personas que trabajan en la panificadora.
El salón de ventas La Sarita, de la Fundación Sara María Furman, se inauguró a mediados de enero de este año, en Lamadrid y Vera, de la ciudad capital. Entre las 8 y 12 horas vende al público más de 100 kilos de pan –a precio solidario-, 40 kilos de bizcochos, 300 unidades de facturas, y una gran cantidad de prepizzas, pan rallado, y panes de hamburguesas y de Viena.
La iniciativa es impulsada por la Secretaría de Seguridad Comunitaria, el Instituto Provincial de Industrias Penitenciarias (IAPIP) -por parte del Ministerio de Seguridad-, junto a los Ministerios de Desarrollo Social; y de Justicia y Derechos Humanos.
El gobierno provincial otorga al proyecto de la Panificadora Furman una triple función: producir pan para ser entregado a los sectores más necesitados, brindar la posibilidad para que un grupo de ciudadanos aprendan un oficio “digno”, y generar una acción para recuperar a la sociedad a exdetenidos.
PAN A BAJO COSTO
El pan solidario puede ser adquirido a bajo costo, con la Tarjeta Única de Ciudadanía, en el Salón de Ventas “La Sarita”, de la panadería Furman. El mismo está abierto de lunes a viernes, de 8 a 12.
Con el local de ventas, la Panadería “Furman” llega a un amplio público: los comedores comunitarios de la ciudad, los que poseen la Tarjeta Única de Ciudadanía y los vecinos del barrio y zonas aledañas.
Vale destacar que, para su puesta en marcha, el Ministerio de Desarrollo Social había aportado más de 253 mil pesos para la refacción de toda la cuadra y el funcionamiento para que dicha iniciativa sea sustentable.
INSERCIÓN LABORAL
Las 13 personas que ahora conforman el grupo que trabaja en la panadería (algunos presos con salidas transitorias, otros que han recuperado su libertad, y jóvenes que se encuentran en situación de vulnerabilidad social); hacen de la panadería un espacio donde pueden capacitarse en técnicas de elaboración de productos todos los días.
El espíritu del proyecto es que el mismo sea autosustentable -a la manera de un emprendimiento privado-, para que cada uno de los trabajadores panaderos del proyecto pueda obtener las capacidades necesarias que les permitan concretar una iniciativa propia panaderil, o bien insertarse laboralmente en alguna panadería.
PROGRAMA JUVENTUDES INCLUIDAS
El programa Juventudes Incluidas se lleva a cabo en las ciudades de Rosario y Santa Fe con el objeto de promover estrategias y acciones en materia de prevención del delito.
Participan jóvenes de entre 16 y 30 años vinculados a conductas delictivas o a grupos que comparten hábitos ilícitos, participando en emprendimientos productivos, generando alternativas atractivas y posibles que compitan con las actividades vinculadas al delito, y que permitan generar a su vez espacios de participación colectiva y en el respeto hacia el otro.
Los talleres contemplados en el marco del programa son: reparación de sillas de ruedas y de bicicletas, herrería, herrería de obra, bloques de tierra compactada, proyecto panaderil Furman, serigrafía, carpintería artística, costura y diseño, entre otros.
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