El crecimiento del área en los
últimos años hizo que queden muy pocos espacios disponibles en el predio
de 172 hectáreas. La opción sería sumar los terrenos de la ex Fiat, hoy
en manos privadas.
La historia del parque industrial de Sauce Viejo nace en 1973, de la
mano de la Fiat. En aquella época la multinacional tenía en su planta de
Sauce Viejo una importante producción de tractores, camiones y motores y
empleaba a 5.000 operarios. Para abastecerse, la firma italiana
entendía que debía tener a sus principales proveedores nucleados en las
inmediaciones de su fábrica. De esa manera comenzó a tomar forma lo que
años después terminó siendo uno de los parques industriales más
importante de la provincia.
El lugar elegido fue el terreno de 172 hectáreas lindero a la Fiat. Sin embargo, los inicios no fueron fáciles. “Allá por 1976 la situación del país no era la mejor para el desarrollo industrial. Por eso, en 1977, la Fiat se retira de Santa Fe originando un gran problema, primero, a nivel social, ya que 5.000 familias dejaron de tener su fuente de ingreso. Pero, a su vez, las obras del parque no se llegaron a completar totalmente. La infraestructura del parque fue realizada en un 20 por ciento. De las 172 hectáreas que el parque tiene hoy sólo se construyeron la red vial, pluvial, cloacal y de iluminación de seis cuadras.
Desde ese momento y hasta el 2000 había simplemente cinco empresas instaladas, que fueron las pioneras y que tenían una población de 120 personas”, describió el actual presidente de la asociación civil Parque Industrial de Sauce Viejo, Amadeo Formisano.
El dirigente entiende que a partir de 2003, coincidentemente con el resurgimiento de una política económica e industrial después de la crisis del 2001, el parque empieza a tener un crecimiento sumamente importante. “De las cinco empresas que había hasta el 2000, tres años después ya había 20 que ocupaban a 720 personas. Hoy el parque tiene 45 empresas funcionando a pleno y hay 17 empresas más de las cuales muchas de ellas ya están realizando su proceso de radicación y construcción de sus plantas y otras que están en una especie de desarrollo. Dentro de ese desarrollo hay seis que, junto con el Ministerio de la Producción, estamos viendo si van a ejecutar sus proyectos. Algunas ya está visto que no y, en esos casos, lo que se va a hacer es una retroventa para liberar esas parcelas a nuevos interesados”, explicó.
Al ser consultado sobre cuáles fueron los elementos que permitieron ese rápido crecimiento en los últimos años, Formisano dijo: “Se dieron situaciones de coyuntura. Lógicamente la raíz básica está en el crecimiento del país y en el desarrollo de políticas que hizo que hubiera un paralelismo no sólo en este parque, sino en todos los parques del país”.
“Pero el parque de Sauce Viejo –resaltó– tiene una serie de bondades desde el punto de vista de su emplazamiento que es estratégico. Estamos delante de un aeropuerto, sobre una ruta nacional, tenemos acceso a una autopista, a vías navegables porque uno de los límites es el río Coronda. Además su emplazamiento permitió que muchas empresas que estaban en conflicto con el uso conforme en el ejido urbano se trasladaran. El parque albergó a un sinfín de empresas que necesitaban tener un emplazamiento dentro del mismo. Esas empresas crecieron mucho y hoy la población del parque, con sus 45 empresas está en 2.200 personas. Mientras que cuando se termine todo vamos a estar en más de 2.500 personas.
“Para tener una idea del crecimiento hay cuatro empresas, las más emblemáticas, que suman 1.220 personas. En el parque se trató de articular una serie de enplazamientos público-privado que produce a la comunidad industrial una serie de ventajas desde el punto de vista de sinergias o de lo que son situaciones proclives a la industria. Éste es un parque emblemático. Es uno de los seis parques provinciales de desarrollo y es el que tiene mayor extensión territorial”, aseguró.
En ese contexto, para Formisano, quien además es presidente de la Federación de Áreas y Parques Industriales y Tecnológicos de la provincia, otro hecho importante es el emplazamiento de la Central Termoeléctrica Brigadier López, la cual ya está comenzando a generar energía. En una primera etapa va a aportar 280 megavatios al sistema energético provincial y nacional y, en una segunda etapa, sumará otros 140 megavatios.
La necesidad de crecer
“Dentro de lo que son las posibilidades de albergar a más empresas, hay 42 hectáreas que pertenecen a un asociado y que provienen de lo que era la ex Fiat que hoy no son productivas, aunque tienen todas las condiciones para serlo”, explicó el presidente del parque y agregó: “Este asociado está viendo cómo puede desarrollar la capacidad de absorber empresas que quieren estar en el parque. Pero no se está logrando como podría hacerse si se hubiese articulado entre el asociado, el parque y el Ministerio de la Producción”.
“Amén de esas seis o siete parcelas que están en discusión, el parque tiene limitada su capacidad de crecimiento, salvo esas 42 hectáreas que hoy están en alquiler. Es una situación que nos aqueja porque no tenemos otra forma de crecer y creo que sería importante para el distrito La Capital, que hoy tiene un perfil completamente distinto, que es productivo. Fuera de lo que mencionamos, el parque industrial de Sauce Viejo no tiene una posibilidad de expansión”, dijo.
—¿Los terrenos de la ex Fiat tienen la infraestructura necesaria para la radicación de empresas?
—Si alguna empresa decidiera radicarse en las mismas tendría una serie de ventajas porque parte de esas 42 hectáreas tienen toda la infraestructura, desde las naves industriales hasta de servicios. Es muy distinto albergarse dentro de alguna de las 42 hectáreas –que no están subdivididas como tales– a una parcela de una hectárea donde quien se radique tenga que hacer todo. Éstas provienen de una ex industria que estaba radicada y que fue adquirida a través de una compra judicial en su momento.
El lugar elegido fue el terreno de 172 hectáreas lindero a la Fiat. Sin embargo, los inicios no fueron fáciles. “Allá por 1976 la situación del país no era la mejor para el desarrollo industrial. Por eso, en 1977, la Fiat se retira de Santa Fe originando un gran problema, primero, a nivel social, ya que 5.000 familias dejaron de tener su fuente de ingreso. Pero, a su vez, las obras del parque no se llegaron a completar totalmente. La infraestructura del parque fue realizada en un 20 por ciento. De las 172 hectáreas que el parque tiene hoy sólo se construyeron la red vial, pluvial, cloacal y de iluminación de seis cuadras.
Desde ese momento y hasta el 2000 había simplemente cinco empresas instaladas, que fueron las pioneras y que tenían una población de 120 personas”, describió el actual presidente de la asociación civil Parque Industrial de Sauce Viejo, Amadeo Formisano.
El dirigente entiende que a partir de 2003, coincidentemente con el resurgimiento de una política económica e industrial después de la crisis del 2001, el parque empieza a tener un crecimiento sumamente importante. “De las cinco empresas que había hasta el 2000, tres años después ya había 20 que ocupaban a 720 personas. Hoy el parque tiene 45 empresas funcionando a pleno y hay 17 empresas más de las cuales muchas de ellas ya están realizando su proceso de radicación y construcción de sus plantas y otras que están en una especie de desarrollo. Dentro de ese desarrollo hay seis que, junto con el Ministerio de la Producción, estamos viendo si van a ejecutar sus proyectos. Algunas ya está visto que no y, en esos casos, lo que se va a hacer es una retroventa para liberar esas parcelas a nuevos interesados”, explicó.
Al ser consultado sobre cuáles fueron los elementos que permitieron ese rápido crecimiento en los últimos años, Formisano dijo: “Se dieron situaciones de coyuntura. Lógicamente la raíz básica está en el crecimiento del país y en el desarrollo de políticas que hizo que hubiera un paralelismo no sólo en este parque, sino en todos los parques del país”.
“Pero el parque de Sauce Viejo –resaltó– tiene una serie de bondades desde el punto de vista de su emplazamiento que es estratégico. Estamos delante de un aeropuerto, sobre una ruta nacional, tenemos acceso a una autopista, a vías navegables porque uno de los límites es el río Coronda. Además su emplazamiento permitió que muchas empresas que estaban en conflicto con el uso conforme en el ejido urbano se trasladaran. El parque albergó a un sinfín de empresas que necesitaban tener un emplazamiento dentro del mismo. Esas empresas crecieron mucho y hoy la población del parque, con sus 45 empresas está en 2.200 personas. Mientras que cuando se termine todo vamos a estar en más de 2.500 personas.
“Para tener una idea del crecimiento hay cuatro empresas, las más emblemáticas, que suman 1.220 personas. En el parque se trató de articular una serie de enplazamientos público-privado que produce a la comunidad industrial una serie de ventajas desde el punto de vista de sinergias o de lo que son situaciones proclives a la industria. Éste es un parque emblemático. Es uno de los seis parques provinciales de desarrollo y es el que tiene mayor extensión territorial”, aseguró.
En ese contexto, para Formisano, quien además es presidente de la Federación de Áreas y Parques Industriales y Tecnológicos de la provincia, otro hecho importante es el emplazamiento de la Central Termoeléctrica Brigadier López, la cual ya está comenzando a generar energía. En una primera etapa va a aportar 280 megavatios al sistema energético provincial y nacional y, en una segunda etapa, sumará otros 140 megavatios.
La necesidad de crecer
“Dentro de lo que son las posibilidades de albergar a más empresas, hay 42 hectáreas que pertenecen a un asociado y que provienen de lo que era la ex Fiat que hoy no son productivas, aunque tienen todas las condiciones para serlo”, explicó el presidente del parque y agregó: “Este asociado está viendo cómo puede desarrollar la capacidad de absorber empresas que quieren estar en el parque. Pero no se está logrando como podría hacerse si se hubiese articulado entre el asociado, el parque y el Ministerio de la Producción”.
“Amén de esas seis o siete parcelas que están en discusión, el parque tiene limitada su capacidad de crecimiento, salvo esas 42 hectáreas que hoy están en alquiler. Es una situación que nos aqueja porque no tenemos otra forma de crecer y creo que sería importante para el distrito La Capital, que hoy tiene un perfil completamente distinto, que es productivo. Fuera de lo que mencionamos, el parque industrial de Sauce Viejo no tiene una posibilidad de expansión”, dijo.
—¿Los terrenos de la ex Fiat tienen la infraestructura necesaria para la radicación de empresas?
—Si alguna empresa decidiera radicarse en las mismas tendría una serie de ventajas porque parte de esas 42 hectáreas tienen toda la infraestructura, desde las naves industriales hasta de servicios. Es muy distinto albergarse dentro de alguna de las 42 hectáreas –que no están subdivididas como tales– a una parcela de una hectárea donde quien se radique tenga que hacer todo. Éstas provienen de una ex industria que estaba radicada y que fue adquirida a través de una compra judicial en su momento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario