Al menos cinco barrios quedaron
anegados ayer por las continuas lluvias que se vienen registrando en los
últimos días. La zona más perjudicada fue Nuevo Alberdi, donde el agua
ingresó en unas 60 casas.
La Capital |
Al menos cinco barrios quedaron
anegados ayer por las continuas lluvias que se vienen registrando en los
últimos días. La zona más perjudicada fue Nuevo Alberdi, donde el agua
ingresó en unas 60 casas. Y hasta el flamante puente intercambiador que
inauguró la presidenta Cristina Fernández en el acceso a la autopista a
Santa Fe quedó afectado por el agua.
El subdirector de Defensa Civil
municipal, Gonzalo Ratner, detalló que desde el miércoles y hasta ayer
cayeron 77,7 milímetros de agua en forma casi constante.
Este fenómeno climatológico provocó la
inundación de varios barrios de la ciudad. En la mayoría de los casos se
taparon las zanjas y el agua rebalsó llegando a entrar en los
domicilios de cerca de 100 familias. Esto ocurrió principalmente en
Nuevo Alberdi (zona noroeste) y en barrio Tango, ubicado en Mendoza al
9000.
"Mi hija de cuatro años se levantó a la
madrugada para ir al baño y ahí nos dimos cuenta de que la casa estaba
toda bajo agua", contó Liliana Montenegro, de 37 años, que vive en
Somoza 3300, el corazón de Nuevo Alberdi hace 4 años y está harta de que
cada vez que llueve le pase lo mismo.
Lo que sufrió Liliana con su marido y
sus hijos también lo padecieron las familias que viven en la misma
calle. Ayer a la mañana se despertaron con la casa llena de agua.
Pero eso no es todo, las calles
quedaron anegadas y varias de ellas no están pavimentadas, por lo cual
se volvieron intransitables.
Defensa Civil comenzó a destapar las
zanjas para aliviar la situación en la zona, que es muy baja. A esto se
le suma que las napas están altas y los pozos ciegos se desbordan.
Un integrante del movimiento Giros que
recorría ayer la zona destacó que "los caños de los desagües son muy
pequeños, se tapan fácilmente y no dan abasto cuando llueve mucho".
Ayer al mediodía la gente todavía
sacaba agua de sus casas e intentaba que se le sacara algo del
mobiliario mojado. Las calles de tierra seguían intransitables, aunque
se habían convertido en campo de juego para los chicos.
Muchas familias sufrieron lo mismo en
barrio Las Flores, en la zona de San Martín al 7100. "Tuvimos que
levantar los muebles para que no se mojaran", relató un vecino.
En tanto, Defensa Civil trabajaba ayer
también en Avellaneda y Garibaldi, Ayacucho al 6300 y en el barrio Vía
Honda, en la zona oeste de la ciudad.
Otro de los resabios que dejó la lluvia
fue el agrietamiento del pavimento, concretamente en Superí y Unión,
donde cayó un camión.
En barrio Tango. Una
situación similar sufrieron unas 30 familias que viven en barrio Tango,
ubicado en José de Calasanz al 9000 (Mendoza al 8900) a metros de la
autopista Rosario-Córdoba. En ese barrio, donde se levantan nuevas
casas, también se obstruyeron las zanjas y la mitad del barrio quedó
bajo el agua.
"Menos mal que dejó de llover, porque sino no sé que hubiéramos hecho", expresó Manuel López Molina, quien vive en ese barrio.
Cuando desobstruyeron las zanjas sobre José de Calasanz empezó a bajar el agua en la zona.
López Molina también contó que la parte
sur del barrio tiene serios problemas porque "evidentemente algunos
trabajos de drenado se hicieron mal y cada dos por tres nos llega el
agua de ambos lados de la autopista en lugar de seguir su curso por el
canal correspondiente".
"Acá pusieron caños de 30 centímetros
de diámetro en las zanjas y no alcanzan cuando llueve tanto. Si hubiera
un alcantarillado grande esto no pasaría", se lamentó el hombre.
El Servicio Meteorológico Nacional no
prevé más lluvias para los próximos días, por lo que todo indica que el
temporal comienza a despedirse.
Acto fallido
El intercambiador de Circunvalación y
la autopista Santa Fe que inauguró el jueves la presidenta Cristina
Fernández por teleconferencia no se pudo utilizar porque la zona quedó
bajo agua debido a la gran cantidad de lluvia caída en las últimas
horas. “Habría que averiguar con los que diseñaron las obras cómo
pensaron el sistema de desagüe”, dijo el subdirector de Defensa Civil,
Gonzalo Ratner. El tránsito tuvo que desviarse por la colectora.
Se resbaló y murió ahogado
Un hombre murió en la madrugada de ayer
tras caer en un brazo norte o “seco” del arroyo Saladillo, donde el
Estado estaba realizando un trabajo de limpieza y saneamiento y que
estaba muy resbaladizo a raíz de las contantes lluvias.
Lo más preocupante es que la barranca
del arroyo donde están trabajando no tiene ninguna barrera de protección
y, según los vecinos, ya había caído antes un chico que se pudo salvar.
Según estimaciones, Luis Romero, de 60
años, resbaló en la barranca y cayó en el arroyo donde corre agua con no
más de 40 centímetros de profundidad, pero según las hijas, el hombre
estaría alcoholizado y no pudo reaccionar.
Ayer a la mañana, una de las hijas de
Romero encontró a su padre sin vida, boca abajo en el arroyo. La mujer
contó que su padre siempre había vivido en el barrio El Mangrullo
(avenida del Rosario al 900) y que habían estado con él la noche
anterior.
La calle Itatí, que cruza el brazo del
arroyo y donde se está haciendo el trabajo de saneamiento, ayer estaba
completamente embarrada y resbalosa. Por esto, las hijas suponían que su
padre podría haberse caído sin querer, porque además ahí no hay ninguna
luz que permita ver el camino.
Hace tiempo en ese lugar se está
llevando a cabo un saneamiento de ese brazo del arroyo Saladillo y es
fácil verlo porque junto a la barranca, totalmente desprovista de algún
sistema de seguridad, hay dos montañas de basura que sacaron la semana
pasada.
El subdirector de Defensa Civil,
Gonzalo Ratner, explicó que “hay un convenio firmado entre la provincia y
la Municipalidad para limpiar y rectificar las márgenes sobre el brazo
norte del Saladillo.
La tarea la están llevando adelante la
Dirección de Hidráulica y las secretaría y subsecretaría de Medio
Ambiente de la provincia y la Municipalidad.
“Luego continuarán con otra etapa, que
es la de generar un dique para contener el agua, terminar de limpiarlo y
sacar un caño dañado. Después se abriría el dique y terminaría el
saneamiento”, explicó Ratner.
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