Alberto Tortajada, penalista de
71 años, fue abordado por un joven cuando iba a subir al ascensor.
Recibió dos tiros en el cuerpo y anoche estaba internado en estado
delicado. No le quisieron robar.
La Capital |
Alberto Tortajada, un reconocido
abogado penalista de la ciudad, fue baleado la tarde de ayer en su
estudio jurídico, ubicado frente a los Tribunales provinciales. Al
cierre de esta edición el profesional, de 71 años, se encontraba
internado en estado delicado y bajo observación ya que uno de los
proyectiles le había quedado alojado en un pulmón. El hecho, investigado
por los más altos jefes de la Unidad Regional II, no encontraba anoche
una motivación concreta. Sin embargo, todo apunta a que el ataque
estaría vinculado a la actividad laboral de la víctima. "Alguien ha
cruzado los límites y roto los códigos", dijo anoche un abogado allegado
al hombre herido.
Todo ocurrió alrededor de las 17.30 de
ayer en el palier del edificio de Montevideo 2026 en cuyo primer piso
tiene desde hace muchos años su estudio jurídico Tortajada. De acuerdo a
los testimonios que pudieron recoger los pesquisas, el profesional se
encontraba en un bar ubicado en esa misma cuadra junto a un cliente
cuando recibió un llamado telefónico por lo que decidió terminar
rápidamente el café que consumía y regresar a su despacho. "La
secretaria lo llamó porque un cliente lo buscaba bajo el pretexto de que
habían encarcelado a la mujer y quería su asesoramiento", contó un
pesquisa.
Lo cierto es que cuando Tortajada se
aprestaba a abrir la puerta del edificio, se topó con un joven al que le
preguntó si quería entrar. "Hay muchos estudios y oficinas en el
edificio y entra y sale gente en forma permanente", confió una fuente.
Pero cuando Tortajada se dirigió a abrir la puerta del ascensor, quien
habían ingresado detrás de él, sin mediar palabras, extrajo un arma de
fuego y efectuó tres disparos. Uno de los balazos perforó el brazo
derecho del profesional y otro más le dio en el hombro del mismo lado
provocándole una fractura y alojándose en un pulmón. El tercer disparo
fue a parar a una de las paredes del palier en el cual los
investigadores hallaron tres vainas servidas de una pistola calibre 22
milímetros.
Sólo supuestos. Tras
el ataque, el agresor escapó a la carrera del edificio, presuntamente en
busca de algún vehículo estacionado en las cercanías y en el cual lo
esperaba un cómplice, dijeron los investigadores.
En tanto, la secretaria de Tortajada
dio aviso al 911 y llegaron al lugar una ambulancia y varios
patrulleros. El abogado fue llevado al Hospital de Emergencias donde
ingresó a la guardia y anoche se esperaba que los cirujanos evalúen su
estado para ver si iba a ser necesario intervenirlo quirúrgicamente por
la bala que le había lesionado el pulmón derecho.
Aunque el profesional no pudo declarar
ante los policías por su estado de salud, varios colegas de Tortajada
que llegaron hasta el Heca para interiorizarse sobre su estado de salud
pudieron intercambiar algunas palabras y reconstruir parte de lo
ocurrido. En ese sentido, algunos de ellos confiaron anoche a La Capital
que "El gallego (como lo conocen) no andaba en nada pesado que pueda
hacer pensar una venganza por alguna causa judicial". Y aseguraron que
"dijo no conocer a quién lo atacó ni mucho menos por qué lo hizo". No
obstante, también admitieron que "habría recibido amenazas telefónicas
en los últimos días", pero nadie supo explicar el origen de las mismas.
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