Walter Miranda, a cargo de la
Unidad Regional II, aseguró que la impronta de su gestión estará marcada
por "un compromiso en lo laboral y en lo moral". En tanto, consultado
sobre una posible connivencia policial expresó: "Se investigará a través
de todos los medios legales y administrativos a los efectivos. Lo
llevaremos a la Justicia y se los sancionará con todo el peso". Resaltó
que de todos modos "hay gente buena" que trabaja en la institución.
El nuevo jefe de la policía de Rosario, Walter Miranda, se mostró
preocupado por mostrar que en la fuerza "hay gente buena trabajando". El
flamante jefe de la Unidad Regional II expresó que la impronta de su
gestión estará marcada por "un compromiso en lo laboral, pero también en
lo moral". Entre los problemas más relevantes destacó el hecho de que
haya tantos niños involucrados en delitos y armados. "Esto antes no
ocurría. Son cada vez más pequeños y no le dan ningún valor a la vida",
resumió en diálogo con el periodista Roberto Caferra. Sorpresivamente,
el sábado se conoció el desplazamiento de los jefes de la Unidad
Regional II –los comisarios Néstor Arismendi y Daniel Cabrera– y su
posterior reemplazo por Walter Miranda y Hernán Brest. Según explicó, el
ministro de Seguridad, Leandro Corti, "el cambio respondió a un proceso
natural y a ninguna razón en particular". En tanto, anticipó que los
cambios seguirían en las seccionales de la ciudad en las próximas
semanas.Sin embargo, entrevistado por el diario La Capital, el
funcionario manifestó que "hay policías investigados por conexión con
narcos y que en Rosario se complica que el personal cumpla con sus
rutinas". Consultado acerca de una posible connivencia policial con este
delito, Miranda manifestó: "Si hay efectivos así se investigará a
través de todos los medios legales y administrativos. Lo llevaremos a la
Justicia y se lo sancionará con todo el peso".En este sentido, resaltó
que la orden del gobierno santafesino fue la de "aunar esfuerzos para
aplicar el rigor necesario sobre aquellos efectivos que estén ligados a
ciertos errores o situaciones pocos claras".En tanto, con respecto al
salario de los policías que desde sectores de la misma fuerza califican
como magro y a veces es la base de la relación con el delito, el actual
jefe de la policía señaló que "hay mucha gente que está por vocación.
Tiene el honor de vestir uniforme pero también hay muchas personas que
han buscado esto como fuente laboral". "Es cierto que un sueldo más alto
dignifica al ser humano y estamos trabajando en eso. Hay que demostrar
que es una institución que merece respeto que hay gente buena
trabajando. Pedimos que sepan comprendernos y ayudarnos", concluyó.Por
último, manifestó que su tarea será "reacomodar a los 5.000 policías que
tiene la ciudad". "Los recursos humanos están, los logísticos están,
hay que saber distribuirlos y aprovecharlos".
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