Existe un movimiento mundial para que sean eliminados los deberes en el hogar. En el país hay opiniones divididas y no existen organizaciones que militen por abolirlos.
A favor. Leonardo Karcayan, papá de Martín, lo ayuda con la tarea de primer grado. "De paso, se sienten acompañados", dice.
Deberes sí, deberes no. La polémica en torno de las tareas
que los chicos tienen que resolver fuera del horario escolar divide al
bando de padres en dos: por un lado están aquellos que consideran que
son beneficiosos y ayudan a la futura formación de sus hijos. Por el
otro, se encuentran aquellos padres que sienten que los deberes son una
sobreexigencia tanto para sus hijos como para ellos, que deben dedicar
entre dos y tres horas diarias a realizarlos, pese al cansancio de la
jornada laboral o los quehaceres de la casa. El problema es notorio en
los primeros años de primaria y entre quienes envían a sus hijos a doble
escolaridad.Si bien la mayoría coincide en no sobrecargar a los chicos con tareas, hay quienes prefieren que los chicos se dediquen a jugar o desarrollar otro tipo de actividades sociales. “Los padres cada vez trabajamos más horas y necesitamos estar con nuestros hijos, pero desde otro lugar”, se quejó María Agopian, mamá de Franco (10), que va a un colegio de doble escolaridad. “Creo que los maestros tendrían que poder incorporar los conocimientos como para no estar en casa también volviendo a los mismos temas.”
Tanto María como otros padres coinciden en que muchas veces la maestra explica de una forma distinta a como aprendieron ellos, y eso complica a la hora de “explicarles” a los chicos lo que no entienden. “Siempre me fijo que la maestra cumpla con su trabajo de prestarle atención a la tarea realizada y la corrija”, sostuvo Silvina López, mamá de Nahuel (8), que va a una escuela de medio turno: “Si fuera jornada completa, no estaría tan de acuerdo porque llegar a las cinco de la tarde y ponerse a hacer la tarea me parece demasiado”.
Expertos. Los especialistas sostienen que los deberes son buenos siempre que tengan un propósito fijo, e insisten en que el acompañamiento de los padres es importante, pero tiene límites. “Suelo escuchar quejas de las madres, como ‘tengo mucha tarea’ o ‘tengo mucho que estudiar’. Eso deja ver un aprendizaje no deseado en los chicos, el de dependencia, delegación, queja”, explicó la psicopedagoga María Zysman. También es importante que los padres no cuestionen las reglas del colegio que eligieron.
Sonia Laborde, especialista en Educación y docente de la UBA, sostuvo que la decisión de dar deberes corre por cuenta del docente, por lo que debe ser avalado, ya que el fin es ayudar a pensar a los alumnos e incentivarlos.
Consultada por PERFIL, la especialista norteamericana Tracey Tokuhama-Espinosa se mostró a favor de los deberes, siempre y cuando sumen al desarrollo cognitivo y tengan un objetivo claro. “El cerebro necesita ver y experimentar conceptos nuevos varias veces antes de que se aprendan. Algunos encuentran que después de diez veces captan la información, pero otros necesitan más revisiones, y allí es donde los deberes en casa tienen sentido”.
Por su parte, José recuerda que en 2011 un grupo de padres se quejó con la docente porque les daba mucha tarea a los chicos, y lograron que se las redujera. “El cambio de 3º a 4º fue intenso y se sintió en la complejidad de tareas”, explicó.
Por último, Leonardo Karcayan, papá de Martín (primer grado), defiende que su hijo tenga tarea, porque cree que con la escuela sola no alcanza: “Nunca está de más reforzar un poco en la casa con los padres. De paso se sienten acompañados por los padres”.
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