La derrota con Almirante Brown
levantó polvareda en la vida interna de Central. La pobre expresión
futbolística evidenciada en Isidro Casanova despertó viejos
interrogantes y provocó una postura endurecida por parte de Juan Antonio
Pizzi. Quizás como nunca antes.
Esta vez, el técnico canalla no desvió
la mirada, reconoció errores individuales y colectivos que se están
trabajando en la intimidad, y reclamó una reacción a viva voz: "No
podemos permitirnos volver a tener un partido como el que hicimos con
Almirante Brown". Así de directo y contundente fue el conductor auriazul
ayer al mediodía, tras el primer turno de entrenamientos que se
desarrolló en el country de Arroyo Seco.
Con ceño fruncido, gesto adusto y tono
firme en sus declaraciones, Pizzi no esquivó responsabilidades, disparó
una fuerte autocrítica puertas adentro y admitió que la actuación del
lunes pasado es como una luz de alerta para este proceso: "Sucedió algo
que no se había dado a lo largo de todo el campeonato que tiene que ver
con la forma en que perdimos. Es la primera vez que detecto este tipo de
problemas y estamos trabajando en eso. No podemos permitirnos otro
derrota así. Y, como dije siempre, el máximo responsable de esto soy
yo", reconoció el entrenador sin pelos en la lengua, a la salida del
vestuario.
"Estamos hablando mucho entre el cuerpo
técnico y los jugadores. Analizamos todo lo que está ocurriendo con
mucha autocrítica, pero eso forma parte de nuestra intimidad. Estamos
analizando por qué no pudimos mantener la forma de jugar que veníamos
teniendo", reveló Pizzi, quien además se encargó de arrimar algo de
tranquilidad con su pronóstico: "Vamos a ascender" (ver aparte).
—Está el diagnóstico, ¿tenés también la posible solución?
—Fundamentalmente debemos volver a ser
el equipo que nos permitió llegar a la posición donde estamos ahora. El
equipo que la gente se identificó por la forma de su juego y por su gran
entrega. Eso es lo primero que debemos buscar. A esa identidad que
tenemos, le podemos agregar variantes tácticas, de nombres o jugadores,
pero sin esa identidad, perdemos todo lo que conseguimos hasta acá con
mucho esfuerzo. Siento que desde que llegué al club hubo una identidad.
Podemos ganar o perder, jugar bien o mal, pero no traicionar nuestra
identidad. Eso es lo que tenemos que recuperar.
—¿Pensás en la posibilidad de implementar un golpe de timón?
—Durante el torneo hemos modificado
cosas de acuerdo a cómo veíamos al equipo. Pero esto no es un problema
táctico, ni de sistema, ni de un jugador. Es algo de conjunto. Debemos
recuperar rápido nuestra identidad.
—¿Cómo explicás el cambio de Rivarola por Zarif?
—Tengo explicaciones, pero no puedo estar personificando cada una de las decisiones que tomo. No tengo por qué variar esa postura ahora. Me podrían preguntar por todos los cambios que hago y para cada uno tengo una explicación. Son decisiones que tomo y asumo la responsabilidad que me toca. Hay motivos, que insisto, me los guardo para mí, y para el plantel porque creo que públicamente no son necesarios, ni determinantes. No perdimos con Almirante por ese cambio. Igual, entiendo que pueda generar comentarios la decisión de que un jugador que fue capitán un partido (N. de la R.: Zarif llevó la cinta en Salta, por la Copa Argentina), al siguiente no vaya ni al banco. Pero es mi decisión y tengo motivos y argumentos que son valederos.
—¿Zarif estaba en condiciones físicas de jugar?
—Sí, todos los que participaron del periplo Boca Unidos, Vélez y Almirante Brown estaban para jugar. Siempre hubo una buena recuperación física y todos los jugadores estaban disponibles.
—¿Esperabas este tipo de errores a esta altura del torneo?
—La verdad es que no esperaba este tipo de errores de un equipo mío. Por eso no puedo permitir otro partido así.
—¿Sentís que hubo un déficit en la cuestión de actitud?
—Como dije antes, hay algunas cosas que forman parte de nuestra intimidad, que son poco saludables para la convivencia que salgan a la luz. Y yo decido resolverlas puertas adentro.
—¿Qué puede pasar si hay otro partido así?
—Eso no va a pasar. Estoy totalmente seguro.
—Tengo explicaciones, pero no puedo estar personificando cada una de las decisiones que tomo. No tengo por qué variar esa postura ahora. Me podrían preguntar por todos los cambios que hago y para cada uno tengo una explicación. Son decisiones que tomo y asumo la responsabilidad que me toca. Hay motivos, que insisto, me los guardo para mí, y para el plantel porque creo que públicamente no son necesarios, ni determinantes. No perdimos con Almirante por ese cambio. Igual, entiendo que pueda generar comentarios la decisión de que un jugador que fue capitán un partido (N. de la R.: Zarif llevó la cinta en Salta, por la Copa Argentina), al siguiente no vaya ni al banco. Pero es mi decisión y tengo motivos y argumentos que son valederos.
—¿Zarif estaba en condiciones físicas de jugar?
—Sí, todos los que participaron del periplo Boca Unidos, Vélez y Almirante Brown estaban para jugar. Siempre hubo una buena recuperación física y todos los jugadores estaban disponibles.
—¿Esperabas este tipo de errores a esta altura del torneo?
—La verdad es que no esperaba este tipo de errores de un equipo mío. Por eso no puedo permitir otro partido así.
—¿Sentís que hubo un déficit en la cuestión de actitud?
—Como dije antes, hay algunas cosas que forman parte de nuestra intimidad, que son poco saludables para la convivencia que salgan a la luz. Y yo decido resolverlas puertas adentro.
—¿Qué puede pasar si hay otro partido así?
—Eso no va a pasar. Estoy totalmente seguro.
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