En medio de las denuncias, se vieron en la puerta de la casa de ella en Mendoza. Él quería ver a su hija.
Frente a frente. La mujer que desató el Boudougate, Laura Muñoz, le lee a su ex marido y titular de la ex Ciccone las condiciones para poder ver a su hija. El se fue. |
Alejandro Vandenbroele, titular de la nueva Ciccone Calcográfica y señalado por su esposa como presunto “testaferro” de Amado Boudou, volvió a aparecer ayer luego de que la Justicia hallara pruebas documentales que lo vinculan al vicepresidente.
Vandenbroele regresó ayer por cuarta vez a la casa de su pareja, en Mendoza, para intentar visitar a su hija de cuatro años. Esta vez, Laura Muñoz, su ex mujer, quien lo denunció por amenazas de muerte, lo sorprendió presentándose en la puerta de la vivienda para exigirle que declarara su domicilio real como condición para retirar a la menor de su casa. Muñoz afirmó que lo hizo amparada en un documento judicial en el que el magistrado que tramita el divorcio y la tenencia de la niña le permite a Muñoz establecerle a Vandenbroele como condición para retirar a la menor de su casa que declare su domicilio real.
El miércoles, a pedido del fiscal federal Carlos Rívolo, el juez Daniel Rafecas ordenó allanar un departamento de Amado Boudou en Puerto Madero. Esa propiedad es alquilada por el vicepresidente a Fabián Carosso Donatiello, un socio y amigo español de Vandenbroele. Se trata de una de las pistas que conecta directamente al vicepresidente con el titular de Ciccone, ya que se constató que Vandenbroele pagó expensas de ese departamento e intercambió innumerables mails con la administración del edificio. La principal sospecha de Muñoz, y de los investigadores del expediente, es que el verdadero habitante de ese departamento, hasta hace dos meses, era el titular de Ciccone.
Regreso. En la puerta de su casa, en Luján de Cuyo, ayer a las 16 horas, la mujer que desató el escándalo este verano, cuando señaló a su ex marido como “testaferro de Boudou” en la imprenta de billetes Ciccone, le leyó a Vandenbroele la recomendación del juez en la que consta que para entregarle en custodia a la niña, el padre debe declarar su domicilio real, que se desconoce desde hace al menos dos meses, cuando comenzó a investigarse el caso.
Ante la requisitoria de su esposa, Vandenbroele sólo repitió: “¿Me vas a entregar a la niña?”. Se negó a declarar su domicilio y teléfono.
Durante la tensa situación, el abogado insistió con ver a su hija y llevársela consigo, y se negó a hacer declaraciones. Estaba en compañía de una escribana, como en las anteriores oportunidades. Durante la mañana de ayer, también se había hecho presente en el domicilio de Muñoz. Durante la tarde, fue la primera vez que la encontró en la casa. El hombre regresó con el regalo que había traído para su hija en las otras oportunidades y no quiso dejarlo. Muñoz le reiteró: “Que te quede claro que la niña te está esperando”. Según denunció la madre, Vandenbroele no paga la cuota alimentaria ni la cuota de la escuela.
Agustina defiende al vice
Está claro que a Agustina Kämpfer, el escándalo por supuesto tráfico de influencias que aqueja a su pareja, la tiene incómoda. El jueves pasado la novia de Amado Boudou publicó una foto en su cuenta de Twitter con la portada del DVD de El Padrino. La misma aparece apoyada sobre la edición de Clarín del jueves y cuyo título principal es: “Prueban la conexión entre Boudou-Vandenbroele”. La imagen fue subida a la red momentos después de que Boudou calificara al CEO del diario Clarín como El Padrino. “Cuando a alguien se le imponen escollos institucionales para que no gobierne eso no es un libreto peronista, es guión y dirección de Francis Coppola y es El padrino”, dijo el vicepresidente el jueves. El viernes, la pelirroja no fue al programa que conduce en Mega 98.3. “Estaba claro que se iba a mandar a guardar, ni apareció”, confirmó a PERFIL una productora del grupo de Daniel Hadad.
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