El magistrado que tomó la causa
por el asesinato de tres militantes sociales el 1º de enero a la
madrugada recordó que aún hay un prófugo por el hecho, y afirmó que "más
personas tienen que ingresar al proceso. Hay un prófugo".
El juez de instrucción Juan
Andrés Donnola, que investiga el triple crimen ocurrido en la madrugada
del 1º de enero en villa Moreno, aseguró ayer que "hay más personas que
tienen que ingresar al proceso" judicial y puntualizó que aún "hay un
prófugo" de la Justicia. A la vez, el magistrado ratificó la hipótesis
de que el asesinato de los tres jóvenes militantes de la Agrupación 26
de Junio del Frente Darío Santillán está vinculado al ataque a tiros que
sufrió horas antes Maximiliano Rodríguez, hijo del único preso por el
triple crimen, Sergio `Quemado` Rodríguez. "Hay más personas que tienen
que ingresar al proceso. Hay un prófugo y otras personas más que tienen
que allanarse a la causa", sostuvo el juez Donnola, el tercer magistrado
en llevar adelante la investigación luego del fin de la feria judicial.
En tanto, la policía continuaba ayer la búsqueda de Ezequiel Villalba,
sindicado como el autor de los balazos contra Maximiliano Rodríguez que
desató la posterior "venganza" y Damiancito Martínez, considerado otro
de los autores del triple homicidio. Por otra parte, hoy a las 19 en Vía
Dolce (Uriburu y San Martín) el Encuentro Evangélico hará una
conmemoración del primer mes de los asesinatos.
"Este episodio que termina con el saldo lamentable de tres víctimas
inocentes, se inicia horas antes con otro hecho igualmente sangriento en
el que fue herido el hijo del procesado Rodríguez", apuntó el juez que
se puso al frente de la investigación con el fin de la feria judicial.
El día anterior, su colega Luis María Caterina había dictado el
procesamiento del Quemado, y le había solicitado al Procurador General
Agustín Bassó una investigación integral, que permita relacionar
incidentes de similares características en villa Moreno con el tráfico
de estupefacientes. Donnola fue en el mismo sentido al considerar que
"es importante investigar de dónde provienen los bienes secuestrados".
La policía detuvo el miércoles pasado a Eduardo Teletubi Delgado, quien
habitaba un departamento de alquiler temporario en Mendoza 623, en
barrio Martin. Anteayer, allanaron otro piso del edificio, a nombre del
mismo inquilino que el habitado por Teletubi. En ese segundo
departamento allanado se encontró un kilo de cocaína, una balanza y una
ametralladora.Sobre el avance de la investigación, Donnola recordó que aún permanece prófugo un joven identificado por los investigadores como Ezequiel `Negro` Villalba, quien habría participado del tiroteo que sufrió Maximiliano Rodríguez también en la madrugada de Año Nuevo, mientras conducía un automóvil BMW junto a su novia. "Hay un itinerario de acciones y de conductas donde también intervienen otras personas. No solamente estamos abocados a la búsqueda de estos últimos (por los autores del triple crimen y sus cómplices) sino también de los primeros (que atacaron a Rodríguez)", precisó Donnola en declaraciones formuladas ayer a la radio LT8. "Son hechos que tienen una relación, un camino que se inicia horas antes", abundó el magistrado.
Donnola recordó que "el camino se inició horas antes. Los asesinatos ocurrieron entre las 3.30 y 4 y el primer hecho sucedió doce horas antes. Tienen una relación de aquel con este y hay conductas y personajes diferentes".
Con relación al allanamiento del viernes, el juez aclaró que fueron dos las propiedades dentro del mismo edificio de Mendoza 623 que fueron requisadas. "La detención se llevó a cabo donde la persona estaba radicada en ese momento. Otro allanamiento se hizo en otro departamento en el mismo edificio que surge a raíz de esta investigación, donde la información la tiene la fiscal de la causa, Nora Marull que estuvo presente en el allanamiento. Se hicieron dos allanamientos en distintos departamentos". Donnola dijo que el caso es muy complejo y sin hablar específicamente del triple crimen, el juez trazó un análisis.
"Hay que entender que la delincuencia individual pasó a ser, en algún momento, grupal. Y ahora este grupo se organiza. Tenemos que pensar seriamente como en una especia de alerta amarilla que todas acciones delictivas son organizadas", apuntó el magistrado, quien consideró: "Si no tenemos organismos de seguridad que trabajen en la inteligencia del delito tenemos siempre el caballo detrás del carro".
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