El primer gol de All Boys fue de
Juan Carlos Ferreyra a los 11 minutos del primer tiempo. En el segundo
tiempo, y con diez hombres por la expulsión de Martín Morel en el primer
tiempo, Juan Pablo Rodríguez convirtió el segundo y definitivo gol
cuando terminaba el partido.
Cómo un santafesino sufre el verano, Colón sufrió ayer inexpresividad dentro de la cancha. El Sabalero, tras el empate cosechado en su estadio ante Arsenal, bajó un escalón al perder por 2-0 con All Boys, en Floresta. Juan Carlos Ferreyra, a los 11’ de la etapa inicial, aprovechó las ventajas de la defensa visitante y marcó el primer tanto del partido para volver a festejar después de dos cotejos. Sobre el final, Juan Pablo Rodríguez liquidó el cotejo cuando el reloj marcaba 51’. Ni la superioridad numérica con la que jugó todo el segundo tiempo pudo aprovechar el Sabalero tras la expulsión de Martín Morel (PT 45’). Porque el Albo se cerró bien en el fondo y contuvo a un tibio Colón, que vive un presente cada vez más caliente.
Las intenciones que el Sabalero mostró en el inicio del partido le duraron demasiado poco. Con la tenencia del balón y un mejor posicionamiento en el campo rival, los santafesinos se cayeron cuando recibieron el primer golpe del dueño de casa, tras una distracción en defensa.
Sobre los 11’, un saque lateral cayó al área sabalera. Matos peinó el balón favorecido por el choque entre Prediger y Fosgt que intentaban despejar y se la dejó a Ferreyra. El delantero, ante la marca de Pellegrino, pudo girar y sacar el remate que se convirtió en la apertura del marcador. Fue una jugada rápida y efectiva, que tuvo la complicidad del fondo visitante.
Después del gol, los de Floresta ganaron confianza y se adueñaron del trámite, ante un Sabalero impreciso en mitad de cancha y que sufría desacoples en el fondo. Así fue que All Boys generó algunas situaciones de riesgo. A los 26’, tras una muy buena jugada colectiva, Morel remató y la pelota pasó cerca. Un minuto más tarde, Ferreyra casi capitaliza un error de Garcé, pero Pozo puso su cuerpo para evitar una nueva caída de su valla. La tercera fue un desborde del autor del gol local que finalizó con un centro a Matos. Éste se anticipó a Pellegrino, pero no tuvo la suficiente puntería para liquidar al uno visitante.
En los minutos finales, Colón se despertó empujado por Graciani, que se adueñó del carril izquierdo y le sirvió el gol a Gracián, que disparó bajo al segundo palo. Allí apareció Cambiasso para quedarse con el balón. Después, el hombre llegado de Boca tuvo dos más y otra vez el gol se le negó. En la respuesta, Pozo estuvo atento y le tapó un mano a mano a Morel, que cambió el segundo tiempo tras irle demasiado fuerte a Urribarri en una pelota dividida y dejó a los suyos con diez.
No marcó la diferencia
El hombre de más invitaba a soñar con un cambio de rumbo, con una remontada sabalera y con la llegada de empate. Pero fue sólo una ilusión, una esperanza que no encontró asidero en la realidad. Porque All Boys fue inteligente para cuidar su ventaja con un hombre menos y Colón repitió, inclusive profundizó, viejos errores y se volvió con una derrota que duele y acrecienta un mal pasar.
El Sabalero nunca pudo hacer prevalecer la diferencia y sólo se acercó con un remate de Iván Moreno y Fabianesi. Aparte de eso, nada. El fondo, que podía decirse demostraba seguridad, fue uno de los puntos más flojos. El medio estuvo inexistente y arriba careció de peso y profundidad.
Tal como hizo ante el Arse, Mario Sciacqua buscó en el banco las soluciones. Tal como sucedió ante los de Sarandí, los ingresados aportaron muy poco a un equipo desconectado, sin una idea clara de juego que no tiene profundidad ni ideas para lastimar a sus rivales. Y la caída de ayer ante un elenco que pelea por no perder la categoría es muestra suficiente de ello.
El gol de Rodríguez, cuando se jugaban seis minutos de adición (el cotejo estuvo detenido unos minutos por la agresión a un juez de línea) fue la gota que colmó el vaso. Con diez, All Boys hizo todo lo que Colón no supo hacer con once. En medio de un mal presente, Colón debe afrontar un futuro complicado. Se viene Olimpo en el Brigadier López (donde le cuesta ganar) y después llega el clásico, cuenta pendiente si las hay.
No hay comentarios:
Publicar un comentario