La medida se conoció ayer y
favorece a Oscar Renna por el trágico hecho ocurrido en abril de 2011.
Para la Justicia mató al ladrón en legítima defensa. Por lo de su hijo
ya sufre la \"pena natural\".
Oscar Alberto Renna, el hombre de 53 años que la noche del 18
de abril de 2011 mató de un disparo a su propio hijo y a uno de los
delincuentes que pretendieron asaltarlos cuando estaban cambiando el
neumático de un auto en la autopista Rosario-Córdoba, fue sobreseído por
la Justicia. Según el fallo conocido ayer y que lleva la firma del juez
de Instrucción Juan José Pazos, en el caso del crimen de Lucas Manuel
Renna el sobreseimiento se le otorga bajo la figura que en Derecho se
conoce como "pena natural", es decir la innecesaria aplicación de una
condena cuando el daño causado (la muerte de su propio hijo) ya resulta
mortificante y de irreparables consecuencias. En tanto, el magistrado
entendió que el asesinato del asaltante se dio en el marco de un acto de
"legítima defensa" y por eso tampoco le aplicó al acusado pena alguna.
El trágico episodio ocurrió poco antes
de las 22 del 18 de abril en el kilómetro 2 de la autopista
Rosario-Córdoba. Lucas Manuel Renna y su esposa, Julieta Edith Santisso,
viajaban en un Ford Fiesta en dirección a la casa de Roldán en la cual
vivían. En esas circunstancias se pinchó el neumático delantero
izquierdo del auto y el matrimonio paró sobre la banquina del camino
para cambiarlo. Como el gato hidráulico que tenía el coche no estaba en
buen estado, Lucas llamó a su papá por teléfono para que fuera en su
ayuda. Así fue que Oscar Renna llegó poco más tarde al lugar en su
camioneta Chevrolet Blazer.
"Cuando llegué estacioné la camioneta
detrás del auto de mi hijo y la dejé con las luces encendidas. Fui a
buscar el gato de la chata y cuando estaba levantando la rueda observé a
dos personas caminando en la oscuridad. Le advertí a mi hijo: «Mirá a
esa gente, no la pierdas de vista». Y me pareció que Lucas y mi nuera
estaban asustados. Fui hasta la chata y busqué el arma que tenía en la
gabeta, pero no le podía poner el cargador porque lo tenía en otro lado.
Después vi que uno pasó corriendo junto a mi auto. Ahí escuché que el
otro delincuente decía «matalos a todos»", contó Renna padre el 23 de
abril pasado ante el juez Juan José Pazos en el marco de la indagatoria a
la que fue sometido.
Tiroteo. Según el
relato que hizo Renna, "cuando el delincuente me vio con el arma agarró a
mi hijo como escudo mientras que Julieta (su nuera) estaba cercana a
ellos". Después llegó el momento de los tiros y el fatal desenlace. "El
delincuente efectuó un disparo en dirección a mi que impactó en el capot
del auto de Lucas y yo efectué un disparo a cierta altura, por encima,
más hacia un lado de donde estaban ellos. En ese momento vi que mi hijo
se inclinababa hacia adelante. Yo no escuché otro disparo, aunque quizá
haya habido uno en simultáneo al que realicé al aire", dijo el acusado.
Lo cierto es que mientras Lucas caía malherido al piso, el asaltante
emprendía la huida a la carrera por la banquina de la autopista.
En ese escape, dijo Renna padre, "tiré
nuevamente hacia el ladrón aunque le erré y el se dio vuelta y me tiró
otra vez". Y admitió que luego "efectuó otros cuatro disparos" aunque
nunca supo si alcanzó a pegarle al asaltante "por la oscuridad de la
zona. Luego traté de llevar a mi hijo hasta la chata para llevarlo a un
hospital, pero me di cuenta de que ya era inútil".
Lo cierto es que las pericias
balísticas y las autopsias de rigor realizadas a Lucas Renna y al
ladrón, identificado como Ricardo Javier Castaño, indicaron que fue una
sola bala la que mató a los dos muchachos y que la misma había sido
disparada con la pistola Ballester Molina calibre 11.25 que portaba
Renna padre. "El mismo proyectil que atravesó el cuerpo de Castaño
provocándole una hemorragia tóraco abdominal ingresó en el de Lucas,
quien se encontraba utilizado por el maleante como escudo humano, y le
provocó una hemorragia masiva de tórax", aseguraron los peritos y el
juez Pazos transcribió en su fallo. "Es posible que esto ocurriera en el
momento en que Lucas Renna intentó moverse para no quedar expuesto al
intercambio de disparos entre el asaltante y su padre", agregó el
magistrado.
Pena natural. Al
sustentar el sobreseimiento dictado, el juez Pazos sostiene que en el
caso de Lucas Renna "se impone sin hesitación aplicar el criterio de la
pena natural, expresión con la que se nomina al mal grave que se
autoinflige el autor con motivo del delito que comete".
En ese sentido dice el magistrado que
"no puede resultar idiferente que el autor del hecho haya sido el
causante involuntario de la muerte de su propio hijo, hecho que resulta
por demás conmocionante y mortificante, de irreparables consecuencias
para el propio autor y su círculo familiar cercano, lo que torna sin
sentido y desproporcionado el avance sobre la sanción penal".
En ese marco, la fiscal Adriana
Camporini coincidió con lo planteado por el juez Pazos y prescindió
totalmente de la prosecución de la acción penal contra Oscar Renna. Y la
viuda de Lucas, Julieta Santisso, estuvo "en un todo de acuerdo" con
ello.
Acerca de la imputación que pesaba
sobre Renna por la muerte del asaltante Ricardo Javier Castaño, el juez
entendió que "su posicionamiento en la escena del hecho, en la que optó
por tomar a Lucas Renna a manera de cobertor propio o escudo, contexto
en el cual efectuó disparos de arma de fuego contra Oscar Renna, los que
en la escena de desesperación y nerviosismo reinantes por el inusitado
despliegue de violencia, determinó a este último a repelerla efectuando
así disparos con intenciones disuasivas que no obstante derivaron en el
deceso de su propio hijo y del delincuente, quien cayó abatido luego de
transitar unos quinientos metros por el lugar".
A partir de esas consideraciones, el
magistrado entendió que Renna padre actuó en "los contornos exigidos por
la figura de la legítima defensa". Y, al respecto, remarcó que hubo
"una agresión ilegítima" por parte del asaltante; una "necesidad
racional del medio empleado para impedirla o repelerla" por parte del
imputado; y una "falta de provocación suficiente por parte de quien se
defiende".
Búsqueda
En el fallo que sobreseyó a Oscar
Alberto Renna por el homicidio de su hijo y del delincuente que intentó
asaltarlos hace poco menos de un año, el juez de Instrucción Juan José
Pazos solicitó “profundizar la investigación en aquellos aspectos
tendientes a individualizar a el o los restantes intervinientes en el
hecho”. Se refirió así a la identificación y búsqueda del cómplice del
ladrón asesinado. Es que los relatos de todos los testigos coinciden en
sostener que eran dos los maleantes que llegaron caminando hacia donde
los Renna intentaban cambiar la rueda de su vehículo. Mientras Castaño
cayó abatido allí, su cómplice, el que todos dice que gritó “matalos a
todos”, se perdió en la oscuridad de la noche y nunca nada se supo de
él.
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