Oscar Renna está acusado del homicidio culposo de su hijo y de matar en legítima defensa a un ladrón. El hombre fue indagado en el juzgado de Instrucción Nº8 y ratificó lo que había dicho poco después del trágico suceso.
Siete meses después de que Oscar Renna empuñara una pistola calibre 11.25 para frustrar un asalto a la vera de la autopista Rosario-Córdoba con la que no sólo abatió a uno de los ladrones, sino que además causó la muerte de su propio hijo, el hombre fue indagado en el juzgado de Instrucción Nº8 y ratificó lo que había dicho poco después del trágico suceso.
Renna estuvo frente al juez Juan José Pazos un mes atrás. Pero su presentación trascendió esta semana a raíz de que la medida procesal se concretó en medio de un total hermetismo por disposición del magistrado. El relato del padre de Lucas Renna se extendió por cinco minutos.
Un gran punto de discusión en el inicio del caso fue la figura por la que sería juzgado Renna, ya que a 24 horas de producirse la tragedia, se insinuó lo que luego fue evidencia: fue él quien disparó los balazos fatales. Por eso quedó acusado de homicidio culposo por la muerte de su hijo; de homicidio en legítima defensa por el deceso del Ricardo Javier Castaño, el ladrón que intentó asaltar a Lucas; y de portación de arma de guerra.
El empresario metalúrgico de 52 años abrió fuego con una pistola Ballester Molina calibre 11.25 de la que tenía permiso de tenencia pero no había renovado la autorización para portarla. La pericia balística determinó que uno de los balazos que disparó el hombre provocó la muerte de Lucas, un ingeniero electrónico de 28 años, y del asaltante Ricardo Javier Castaño, de 25 años. La teoría es que el proyectil primero atravesó la zona intercostal del ladrón y al continuar su recorrido perforó el cuerpo del joven ingeniero.
Trágica noche. El 18 de abril, el auto de Lucas Renna y su esposa, Julieta Santisso, pinchó un neumático en el kilómetro 2 de la autopista a Córdoba. Como el vehículo no tenía rueda de auxilio, el joven llamó a su papá para que lo auxilie. "Cuando llegué estacioné la camioneta detrás del auto de mi hijo. Fui a buscar el gato de la chata y cuando estaba levantando la rueda observé a dos personas caminando en la oscuridad. Me pareció que mi hijo y mi nuera estaban asustados. Fui hasta la chata y busqué el arma que tenía en la gabeta, pero no le podía poner el cargador porque lo tenía en otro lado. Después vi que uno pasó corriendo junto a mi auto. Ahí escuché que el otro delincuente decía «matalos a todos»", contó Renna el 23 de abril pasado en el tribunal.
El empresario dijo que vio que el ladrón retenía a su hijo y su nuera como escudos humanos y que pulsó el gatillo del arma que portaba por lo que él abrió fuego con su pistola. "Efectué un disparo a cierta altura, por encima y hacia un costado de donde estaban ellos. En ese momento vi que mi hijo comenzó a inclinarse hacia adelante. El ladrón soltó a mi hijo y salió corriendo. Yo le tiré nuevamente, pero le erré. El se dio vuelta y me tiró. Supongo que ese balazo fue el que impactó a mi nuera. El asaltante continuó corriendo en dirección a Rosario y tomó por un descampado. Allí efectué otros cuatro disparos, pero no sé si le di por la oscuridad de la zona. Luego traté de llevar a mi hijo hasta la chata para llevarlo a un hospital, pero me di cuenta de que ya era inútil", señaló.
Cuatro días después del suceso fueron detenidos un cuñado de Castaño y su hermano pero los liberaron tras brindar declaración informativa.
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