El Ministro de Ciencia y Tecnología de la Nación, Lino Barañao, que visitó Rosario en el marco de la Semana de la Ciencia, reivindicó la intervención del Estado "para articular los sistemas científico y productivo en beneficio del conjunto de la sociedad" y reclamó una nueva reforma universitaria que contemple la formación de profesionales que "devuelvan a la sociedad lo que ésta invirtió en sus formaciones".
El ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, reivindicó ayer "la necesidad de intervención del Estado para articular los sistemas científico y productivo en beneficio del conjunto de la sociedad", durante un acto de la Semana de la Ciencia en Rosario. Y postuló "una nueva reforma universitaria" porque "hay dos lugares muy difíciles de cambiar: los cementerios y las universidades, porque ninguno de los que están dentro colaboran. Es más, en las universidades resisten activamente". La frase dicha con mucho ironía despertó las sonrisas de los presentes en el auditorio de la sala de la Cooperación donde tuvo lugar la charla del ministro. El funcionario nacional visitó ayer Rosario para brindar una conferencia en el marco de la Semana de la Ciencia y la Tecnología organizada justamente por la Universidad Nacional de Rosario, donde aprovechó para destacar a la ciudad como un "polo científico y tecnológico" del país, rótulo que terminará de cobrar forma con la inauguración del Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (IRB), prevista para el lunes próximo con la presencia de la presidenta Cristina Kirchner. Barañao opinó que "la mayor parte de los científicos se vuelca a la tarea de divulgación y publicación por conveniencia académica, en vez de optar por la labor de transferencia hacia objetivos sociales y productivos". Para superar tal situación "hay dos caminos: el del autoritarismo ?stalinismo? o `está el linismo` (en referencia a su nombre de pila) que propone incentivos" para impulsar el cambio, ironizó. Durante la conferencia, Barañao -quien estuvo acompañado durante su exposición por el intendente de Rafaela, Omar Perotti y el vicerrector de la UNR Eduardo Seminara- destacó que "Rosario tiene ventajas competitivas ya que posee núcleos de investigación científica de alto nivel, una universidad involucrada en actividades de transferencia y un sector empresarial capaz de interactuar de forma eficaz con el sector académico". En los últimos años el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva invirtió $78.000.000 en obras de infraestructura destinadas al Sistema Científico y Tecnológico y a proyectos de investigación en la provincia de Santa Fe. --¿En qué ejes debería hacerse una nueva reforma universitaria? preguntó Rosario/12 --Hay que repensar la universidad en el contexto del Siglo XXI en términos de adaptarla para satisfacer las necesidades sociales. A esto que se dice habitualmente, "la universidad debe estar al servicio de la sociedad', hay que darle un sentido concreto. Hoy la universidad tiene que involucrarse en promover la inclusión social sobre la creación de conocimiento, creación de empresas de base tecnológica, promoción del emprendedorismo de aquellos que tengan vocación de crear empresas, darle apoyatura logística porque es necesario no solo crear empleados sino crear trabajo sobre una nueva base. Creemos que las empresas de base tecnológica son las que tienen mejor sueldo promedio y las que distribuyen en forma más igualitaria la rentabilidad, por lo tanto nos parece un ideal desde el punto de vista económico y social digno a perseguir. El otro tema es cómo se promueven las carreras científico tecnológicas, hoy tenemos carreras que tienen desempleo cero, las científicas, las ingenierías, y otras en donde hay sobreproducción de profesionales y que no logran insertarse productivamente. Creemos que la manera de orientar la matrícula es a través de las alternativas que ofrecen las carreras, hay que repensar la longitud y el contenido de las carreras... Es la propia universidad la que tiene que discutirlo, me parece que el sentido de autonomía universitaria es en primer lugar la posibilidad de generar pensamiento crítico y en segundo lugar es promover en su seno los cambios necesarios para cumplir su función social. --¿No le teme a las críticas sobre este nuevo modelo universitario que forme solo los profesionales que necesita la sociedad, cuando la universidad ha sido vista como un lugar de excelencia académica, de elevación social y cultural? --Mire hay un tema central: la universidad no es gratuita, está subvencionada. El 95 por ciento de la sociedad le paga la carrera a un 5 por ciento. En Argentina no se asume que el egresado universitario tenga una responsabilidad para con quienes le pagaron la carrera. Estamos hablando de que la universidad forme gente que tenga una salida productiva y que devuelva a la sociedad lo que ésta ha invertido en su formación. Me parece que no es éticamente aceptable que alguien entre a la universidad solamente para pensar en su realización personal, tiene que tener un componente de responsabilidad. --¿Hoy los profesionales que se reciben no devuelven a la sociedad lo que recibieron en educación? --Aquellos que se reciben en carreras científico-tecnológicas sí lo están haciendo porque están contribuyendo al desarrollo del país, pero tenemos una cantidad de médicos, abogados, contadores, y demás que debemos sopesar en función de las necesidades concretas. No estoy planteando ningún mecanismo coercitivo ni de cupo pero debemos darle a la gente la información, no engañemos a la persona.
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