Por ALBERTO ARCE 15 de septiembre de 2016
CreditRadio Progreso
Es común decir que en Honduras no se hace mucho periodismo que logre traspasar las fronteras de esa pequeña nación caribeña.
Pero el asesinato de Berta Cáceres provocó que un gran número de ambientalistas y defensores de los derechos humanos de todo el mundo volviera su mirada a Honduras y ahora, cuando han pasado poco más de seis meses del crimen, también que se haga periodismo hondureño.
Radio Progreso, una pequeña emisora de radio situada en El Progreso, al norte del país, nos muestra el trabajo de Cáceres y la organización que lideraba, el Consejo de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), en el documental Guardiana de los ríos.
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'Guardiana de los ríos'
El asesinato de Cáceres se enmarca en el enfrentamiento que varias comunidades indígenas por todo el país mantienen con el gobierno y empresas privadas debido a la ley general de aguas de Honduras, que abrió la posibilidad de licitar la construcción de embalses en los ríos para generar energía eléctrica.
En 2009, el gobierno salido del golpe de Estado licitó 47 proyectos y, en menos de un año, se habían firmado 40 de los contratos. La oposición de las comunidades fue frontal.
El documental sigue el papel que Cáceres jugó en esa oposición, muestra la resistencia a la privatización de los ríos (figuras ancestrales y de alto valor simbólico en la cosmovisión del pueblo lenca). Da foro al habla, la cultura, las amenazas, los miedos y la violencia contra los habitantes de comunidades enclavadas en la montaña del interior de Honduras, que hablan con los duendes de los ríos, duendes que les piden que defiendan el agua. Se da voz también a las empresas, que argumentan y explican su modelo de generación de energía hidroeléctrica, alternativo al consumo de combustibles fósiles.
Jennifer Ávila, de 26 años, la periodista que ha coordinado el documental, explica que el objetivo de Radio Progreso es informar sobre la lucha de los movimientos sociales contra “el gobierno y los intereses empresariales que privatizan Honduras”. Radio Progreso cumple ya 60 años de existencia como proyecto de comunicación de la Compañía de Jesús en Honduras.
Ávila cree que el mensaje que deja el asesinato de la ambientalista hondureña es unívoco. “Estamos en tierra de nadie. El planeta entero puede brincar y decir lo que quiera, pero si le hicieron esto a Berta, qué le van a hacer a cualquier persona de una comunidad a la que nadie conoce. El mensaje es de impunidad total. Es la imposición de la ley del más fuerte”.
Es una sensación a la que están acostumbrados en el país, porque ese miedo no se instala en la nada sino en un sentimiento que muchos arrastran desde hace tiempo.
“A veces hay una sensación de abandono de Honduras”, añade Ávila. “O al mundo no le importa o desde Honduras no se está contando bien lo que sucede”.
Nytimes.com
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