Ofensiva global del yihadismo. Vladimir Putin y François Hollande acordaron una cooperación más intensa en la lucha contra el terrorismo islámico en Siria.
Alianza. Hollande pidió al líder del Kremlin ayuda militar tras los atentados.
Los presidentes de Rusia y Francia, Vladimir Putin y François Hollande, acordaron ayer coordinar sus ataques aéreos contra la milicia terrorista Estado Islámico (EI) en Siria. Los mandatarios acordaron además reforzar el intercambio de información clasificadas en la lucha antiterrorista y acercaron sus posturas en lo que respecta a los grupos de oposición sirios. Según Putin, en la reunión con su par francés en Moscú se acordó evitar atacar a grupos armados que a su vez luchen en Siria contra el terrorismo. No está claro si la coordinación se extenderá a otros miembros de la coalición internacional que lucha en Siria. Sin embargo, Putin moderó su postura crítica hacia la alianza liderada por Estados Unidos y señaló que su país “la respeta”. “Estamos dispuestos a cooperar”, aseguró.
Más allá de estos acuerdos, los mandatarios de Rusia y Francia mostraron divergencias al referirse al presidente sirio Bashar Assad. Mientras Hollande destacó nuevamente que Assad no debería tener un rol activo en el futuro del país, Putin hizo hincapié en que la lucha contra el EI sólo puede ser ganada con tropas sobre el terreno y que para tal fin el presidente sirio y su ejército son los “aliados naturales”. Las potencias occidentales exigen la salida de Assad, que es respaldado por Rusia, uno de sus principales aliados. El mandatario galo se refirió ayer a la necesidad de hallar una solución política a la guerra civil siria y subrayó que Rusia tendrá un papel clave en esas conversaciones.
La reunión de los presidentes se produce después de que Francia viviera el 13 de noviembre una serie de atentados que dejaron 130 muertos y cuya autoría fue asumida por el EI. Rusia, por su parte, registró en octubre el derribo de un vuelo comercial con 224 personas a bordo. El EI también se adjudicó la autoría de ese ataque.
Al inicio del encuentro entre ambos mandatarios en Moscú, Putin destacó que los atentados terroristas obligan a ambas naciones a unir sus esfuerzos. “Estamos dispuestos a llevar adelante esta cooperación. Es más, consideramos que es absolutamente necesaria”, subrayó el presidente ruso. Hollande respaldó esta postura. “Debemos formar juntos esta coalición amplia para poder vencer el terrorismo”, subrayó.
Tras los atentados de París, el presidente francés ordenó intensificar los ataques contra el EI y se reunió esta semana con los máximos representantes de Estados Unidos, Reino Unido, Italia, Alemania y Rusia para tratar la estrategia. La situación en la región siria se tensó esta semana cuando Turquía derribó un avión militar ruso alegando que la aeronave violó su espacio aéreo e hizo caso omiso de reiterados avisos. A su vez, Rusia sostiene que la nave fue abatida cuando sobrevolaba territorio sirio. Moscú exigió disculpas de Ankara, que se negó a presentarlas y señaló que si alguien debería hacerlo es Rusia.
Sanciones a Turquía. En este marco, Putin aseguró que Turquía coopera con el EI y compra el petróleo que contrabandean. Moscú anunció ayer que impondrá una serie de sanciones económicas contra Turquía. El premier ruso, Dmitri Medvedev, ordenó que el gabinete elabore en un lapso de dos días una lista de “amplias medidas” referidas, entre otros, a los sectores de turismo, comercio y tráfico aéreo. Las medidas incluirán el congelamiento de proyectos comunes de inversión y posibles aranceles aduaneros. El “acto agresivo” de Turquía no quedará sin respuesta, dijo el jefe de gobierno. Según el ministro de Economía, Alexei Uliukaiev, las sanciones podrían afectar la construcción de la primera central nuclear turca, un proyecto que asciende a los 22.000 millones de dólares y es la mayor obra que debe encarar el consorcio Rosatom. El gasoducto Turkish Stream también podría verse afectado por la decisión. Tras aparentemente buscar apaciguar las tensiones luego del incidente, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, alzó la voz rechazando pedir las excusas demandadas por su homólogo ruso. “Son quienes violaron nuestro espacio aéreo los que tienen que excusarse”, dijo Erdogan, llamando a los rusos “calumniadores” y deplorando que Putin no haya respondido a sus llamadas telefónicas.
Mientras tanto, España, que ya participa en la campaña contra el EI en Irak, mantiene la incertidumbre en cuanto a su posible participación en Siria. Tras ofrecer toda su ayuda en un primer momento, el presidente del gobierno, Mariano Rajoy, aseguró que sigue esperando un pedido concreto de Francia. Y es que a pocas semanas de las legislativas del 20 de diciembre, el dirigente conservador no parece querer lanzarse en una iniciativa que le pueda salir cara en las urnas a su formación, el Partido Popular. Francia rendirá hoy un solemne homenaje a las víctimas de los atentados en una ceremonia en el patio de los Inválidos, un imponente edificio donde descansan los restos de Napoleón.
Cameron pidió autorización al Parlamento para bombardear
El premier británico, David Cameron, pidió ayer al Parlamento sumarse a los bombardeos contra el EI en Siria, porque el Reino Unido “no puede delegar su seguridad en otros países”. Cameron se preguntó: “Si no actuamos ahora que nuestro aliado Francia fue golpeado, no podremos reprochar a nuestros aliados cuando se pregunten, «si no ahora, ¿cuándo?»”.
Hasta ahora los británicos participan sólo en los bombardeos en Irak. Se espera que el Parlamento se pronuncie antes del receso del 17 de diciembre. “Nadie predijo el ascenso del Estado Islámico pero nadie puede decir que no se le puede poner fin”, estimó Cameron, enumerando una estrategia global en la que descartó enviar tropas de tierra, y para la que reclamó “paciencia y persistencia”. Al mismo tiempo, el premier reiteró que el presidente sirio Bashar Assad debe irse: “Necesitamos una transición política en Siria hacia un gobierno con el que la comunidad internacional pueda trabajar contra EI”.
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