El kirchnerismo tuvo que pedir dos cuartos intermedios ante la incapacidad de reunir el número necesario para avanzar en el debate. Un grupo de opositores estuvo presente y habilitó la sesión.
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El kirchnerismo sintió –acaso como no ocurría desde la anterior composición de la Cámara– las consecuencias del ocaso de su dominio en Diputados. Las elecciones dejarán un nuevo mapa en el Congreso, en donde seguirá como primera fuerza, pero ya dio indicios de las dificultades que tendrá a futuro.
Hasta ahora, el FpV no tenía problemas para reunir el quórum para iniciar una sesión. Sumando sus aliados de siempre, superaba el límite de 129 legisladores en el recinto. No fue el caso de este jueves 26 de noviembre: varios oficialistas faltaron y obligaron a Juliana Di Tullio a buscar más allá de la tropa propia.
La sesión comenzó alrededor de las 14. El inicio fue posible por la asistencia de ocho legisladores no K: tres de Unidad Popular de Claudio Lozano, Victoria Donda de Libres del Sur, Alcira Argumedo de Proyecto Sur y los tres del Frente de Izquierda.
La oposición dura estuvo ausente con aviso. Adoptó esa decisión ante la negativa que tuvo su planteo de suspender la agenda parlamentaria hasta el cambio de gobierno. "Que terminen solos, no vamos a participar de esta falta de respeto", explicó Federico Pinedo, jefe de la bancada del PRO. Su par de la UCR, Mario Negri, cuestionó la decisión del FpV de sesionar pese a su reclamo. "Hoy se cierra la escribanía del kirchnerismo", indicó.
En el primer tramo de la discusión se dio media sanción con 129 votos afirmativos al proyecto de creación de la empresa Yacimientos Carboníferos Fiscales Sociedad del Estado (YCFSE). La compañía operará el yacimiento santacruceño de carbón Río Turbio, cuyo mantenimiento está en manos del Estado desde hace 13 años, después de que se le rescindiera el contrato de concesión a una empresa privada.
Pasadas las 15 sucedió el primer imprevisto: tres diputados oficialistas de La Rioja dejaron sus bancas. Fueron los riojanos Javier Tineo, Griselda Herrera y Teresita Madera. Pero el oficialismo ya había tenido problemas para reunir a su tropa desde el vamos: a la sesión no concurrieron Carlos Kunkel, Omar Perotti, Gloria Bidegain, Oscar Redzuk, Carlos Gdansky ni Oscar Romero, informó el sitio Parlamentario.com. Otra que dejó la sala –aunque con previo aviso– fue Dulce Granados.
La conducta desnudó la debilidad de un oficialismo en salida y la rebeldía de algunos legisladores, en una bancada que hasta ahora se había destacada por su disciplina y obediencia al Ejecutivo.
Sin poder alcanzar el número mágico, la sesión naufragó. La presidente del bloque oficialista,Juliana Di Tullio, requirió entonces el primer cuarto intermedio. Junto al titular del cuerpo, Julián Domínguez, intentaron durante más de una hora conseguir adeptos. No lo lograron.
Sin éxito en su estrategia, Di Tullio debió llamar a un segundo cuarto intermedio. Siguieron las negociaciones. Fuentes de la Cámara decían por entonces a Infobae que el panorama era desalentador para el oficialismo. Ya no sabían a qué apelar.
Entonces se votó de manera afirmativa el proyecto que expropia el edificio del hotel Bauen para que lo trabajen sus antiguos empleados, iniciativa por la que la izquierda había defendido su presencia. Luego se dio curso a un bloque de casi 100 proyectos impulsados por el oficialismo.
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