Los procedimientos se desarrollaron en San Lorenzo 3714 y en pasaje Potosí al 3600, y los demorados fueron una mujer mayor brasileña, un custodio y un probable cliente.
La Capital |
Las intervenciones estuvieron a cargo de la Dirección contra la Trata de Personas y efectivos de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE), con la supervisión de las fiscales Marianela Martín y Alejandra Raival. Y además estuvieron presentes funcionarios de la Dirección de Migraciones y representantes de la Fundación Marita Verón.
El primer dispositivo se llevó a cabo, alrededor de las 2, en San Lorenzo 3714. A través de denuncias telefónicas al 145 (línea gratuita y anónima), se detectó que allí funcionaba un privado donde se ejercía la prostitución. En ese preciso momento fueron debidamente asistidas dos mujeres mayores (una argentina y una paraguaya), que presuntamente estaban trabajando en el lugar.
Asistidas. Esas mujeres estuvieron atendidas por el equipo interdisciplinario de la Dirección contra la Trata de Personas. En ese reducto, fueron detenidos un hombre que actuaba como seguridad, y un presunto cliente.
Unos minutos después, el segundo operativo se realizó en una vivienda situada en pasaje Potosí al 3600. Allí detuvieron a la mujer brasileña, quien está sospechada de regentear el prostíbulo.
Según las autoridades, las personas detenidas ahora están imputadas por facilitamiento de la prostitución, que tiene una pena de entre 4 y 6 años de prisión.
A través de las primeras averiguaciones oficiales, se verificó que el lugar allanado era una propiedad usurpada. Debido a eso, la dueña fue detectada y rápidamente se decidió que se le devuelva el inmueble.
Luego de los procedimientos positivos, Ana Viglione, secretaria de Delitos Complejos de la provincia de Santa Fe, valoró el aporte de la línea 145, anónima y gratuita del gobierno nacional. “La verdad es que el servicio de la línea 145 está dando sus resultados, ya que luego de las denuncias anónimas puede intervenir rápidamente la Justicia provincial o federal, según el caso”, destacó la funcionaria.
Con estas detenciones, la zona de la Terminal de Omnibus vuelve a demostrar que sigue cobijando, involuntariamente, una gran cantidad de este tipo de privados. Y más allá de que en este caso particular no creen que vuelva a funcionar porque la propiedad fue restituida a su dueña, muchas veces reabren sus puertas con total impunidad.
Desde la Secretaría de Delitos Complejos, recalcaron la alternativa de la denuncia anónima telefónica para poder controlar con mayor eficiencia este tipo de servicios.
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